Luigi Bitteto.-
Que un mundial se celebrara en Alemania antes del 2000, es algo que para la época era muy fantasioso, se lo preguntarían a cualquiera 4 años antes y te dirían que es una locura, pero el presidente de la FIFA no pensaba igual, el brasilero Joao Havelange, hasta le parecía injusto teniendo en cuenta que ningún estadio bajaba de los 50.000 espectadores.
Pero eso no quitaba que la tensión del torneo fuera elevada, la masacre de Múnich (donde mueren 11 atletas israelíes), la guerra fría, eran cosas recientes y que no daban un buen precedente para este torneo y como buena jugada del destino las dos Alemanias (occidental y federal) quedaron en el mismo grupo en la primera fase, el partido se jugó con total tranquilidad pero con máxima seguridad y el resultado fue de 1-0 ganando Alemania occidental.
El proceso de clasificación fue el común, 98 selecciones participaron. Esta vez ífrica y Asia tenían un cupo, que no sería desperdiciado por Zaire (primera y última vez que se clasifican a un mundial) y Australia, las sorpresas no se hicieron esperar y Haití se clasificaba al mundial batiendo a la toda poderosa México, que decía presente desde el mundial del 50, por otra parte la Unión Soviética se clasificaba batiendo a Francia.
Por primera vez hace acto de presencia el nuevo trofeo de la Fifa, diseñado por el italiano Silvio Gazzaniga, de oro macizo, cinco kilos de peso y base de malaquita. La Jules Rimet descansa en la casa de la tricampeona Brasil.
En este Mundial se expulsa al primer jugador, mediante tarjeta roja directa. El penalizado fue el chileno Carlos Caszely en su primer partido mundialista frente al equipo local de Alemania Occidental.
El gran atractivo de este mundial fue la famosa “naranja mecánica” de Rinus Michels, liderada por Johan Cruyff, sistema que marcaría un antes y un después en la historia del futbol, empezando a dejar atrás la hegemonía de aquellos altos balones aéreos, con jugadores de grandes físicos y empezando a darle prioridad a la distribución del juego por debajo y sin darle mucha importancia al físico.
Como era de esperarse y sin sorpresas, selecciones como Polonia (que contaban con Grzegorz Lato goleador del mundial con 7 tantos) y Brasil se clasificaron para la fase final y jugaron por el tercer puesto, partido que quedo 0-1 a favor de Polonia, resultado que al día de hoy es el mejor de la historia para el país europeo, se va del mundial por todo lo alto incluso teniendo y a Andrzej Szarmach como los mejores goleadores del mundial.
La final se disputó entre Alemania y Holanda, quedando 1-2, anotando Neskens de penal, Breitner y Muller. Fue una final emocionante por parte de una Alemania que poseía muchos jugadores de calidad como los ya mencionados, sumando a Beckenbauer o Hoeneb y con Holanda que marcaría el fútbol en un antes y un después. Así la anfitriona lograba su segundo título mundial, veinte años después de su primera victoria en Suiza, en 1954.
Así se jugó… Uruguay 1930, Italia 1934, Francia 1938, Brasil 1950, Suiza 1954,  Suecia 1958, Chile 1962, Inglaterra 1966, México 1970
*Luigi Bitteto es estudiante de la Universidad Monteávila