Isabel y yo
Alicia Álamo Bartolomé.- azul y la mía es tan roja como la sangre del toro. Sin embargo, desde pequeña he seguido su trayectoria.
Alicia Álamo Bartolomé.- azul y la mía es tan roja como la sangre del toro. Sin embargo, desde pequeña he seguido su trayectoria.
Alicia Álamo Bartolomé.- La sencillez y espontaneidad infantil nos marcan un camino espiritual grato a Dios, nos lo enseñó Teresa del Niño Jesús, la dulce y recia santa de Lisieux: considerarse nada para ganarlo todo.
Alicia Álamo Bartolomé.- El hombre se comunica a través del arte sin necesidad de la palabra, aunque ésta es arte en la poesía, la literatura.
Alicia Alamo Bartolomé,. En Pascua Florida, cuando los cristianos conmemoramos el nacimiento de la nueva Creación, de la Nueva Alianza, vale la pena que nos detengamos a observar y cantar las maravillas de esa Creación.
Alicia Álamo Bartolomé.- La única manera de que dejemos una huella, una pincelada de recuerdo amable en alguien o algo, es si hemos practicado en la sociedad y con nuestros semejantes el temor de Dios.
Alicia Álamo Bartolomé.- Es de urgencia acabar en el planeta, en nuestra “casa común”, como gusta decir a Francisco, con la pobreza económica y cultural, con el hambre y la carencia de valores espirituales..
Alicia Álamo Bartolomé.- El problema está en el fútbol en sí mismo como deporte, como se le toma en la actualidad. Ha perdido toda la elegancia de llevar sólo con los pies un balón hacia su meta.
Alicia Álamo Bartolomé.- Cuento estas anécdotas, evidentemente amables, porque me preocupa oír cuñas de TV institucionales que acusan al piropo de “acoso sexual”.