Christian Hauer.-
Cada individuo, a través de memorias sueños y opiniones, construye mundos enteros diseñados para su entendimiento, mundos que enriquecen a la persona e incluso pueden llevarla a su auto superación. Mundos que a fin de cuentas están basados sobre una realidad compartida, una realidad en la que se debe ser capaz de presentar una pequeña porción de estos a los demás, cosa que solo es posible a través del lenguaje, y que a veces, por su uso tan rutinario, se ha llegado a olvidar el papel tan importante que juega en cada segundo de nuestras vidas.
Este es el tema central de la más reciente entrega de Denis Villeneuve: Arrival. El filme es acerca de una lingí¼ista llamada Louise Banks (Amy Adams) y un físico llamado Ian Donnelly (Jeremy Renner), quienes al aterrizar unas extrañas naves alienígenas en la tierra serán los encargados de averiguar sus intenciones.
Arrival es una cinta que verdaderamente juega con las expectativas del espectador, tomando provecho de estructuras de storytelling bien conocidas por el público y destruyéndola ante sus ojos, pero lastimosamente dándoles también un paso a paso acerca del proceso. Comenzando con una nota de intriga y terminando en una nota de tristeza y motivación, que más se asemeja a nostalgia, esta película permite al explorar al espectador, aunque un poco simplificada el desarrollo de una comunicación desde cero, proporcionando al mismo tiempo un drama de personajes que aunque funciona excelentemente se pudiese haber beneficiado un poco de ser dejado a libre interpretación.
La cinematografía en este film no deja nada que desear y la edición en específico no es nada menos que brillante,  y  junto con el soundtrack y sólidas actuaciones crean una atmosfera nostálgica/agridulce que logra complementar cada escena, aumentando tanto su impacto emocional como su efectividad.
El soundtrack fue compuesto por Jóhann Jóhannsson y es uno de los aspectos más fuertes de la película, sonando experimental, pareciendo una fusión entre música clásica con sonidos tribales, que mantiene un aura de tensión, intriga y magnificencia al mismo tiempo.
La canción que más encapsula el tono de la película en el soundtrack original es Kangaru. También destaca la canción de Max Richter llamada On the Nature of Daylight, la cual sirve como un tema para esta cinta y ejemplifica incluso mejor la atmosfera de esta en cuanto a personajes.
Arrival es una toma en el género de ciencia ficción que ciertamente es refrescante de ver, no se abstiene de centrarse en sus personajes cuando lo necesita y se beneficia grandemente de múltiples revisitas, aunque sacrificó un poco de su complejidad para evitar el hecho de requerirlas, más esto, aunque decepcionó levemente, no permitió que ante los ojos de este crítico dejara de ser una excelente experiencia proporcionada por una brillante película.
* Christian Hauer es estudiante de Comunicación Social de la Universidad Montéavila.