Gestión es rentabilidad

Rubén Rodrí­guez Gil.-

La buena ejecución de un proyecto o una empresa, pasa por la administración de los recursos, la gestión del tiempo, la actualización de procesos y su mejora continua, la atención por la innovación y muchas otras competencias que en general, se resumen en la justa medida del equilibrio entre gestión y gerencia. Es el diseño y la implementación en manos del equipo que ejecuta y que se propone traducir en retorno de inversión. Sin duda mucho más fácil decirlo que hacerlo, pero no imposible.

Desde la dirección a la ejecución, se diseña un entramado de ejecutores que, en conjunto, están todos orientados a un mismo objetivo que genere beneficios comunes. Este es el punto de partida para la gestión estratégica: sincronizar la brújula, fijar el rumbo, determinar el curso de la navegación.

La gerencia, es la manera en la que ejecutamos el plan diseñado. Antes, una pregunta ¿Es la gestión empresarial un asunto de empresarios? La respondemos al final de este análisis. Les comparto a continuación cuatro pasos clave para la gestión empresarial diaria:

Planifica: Aprende a distinguir objetivo y meta. No es lo mismo, no son sinónimos. El objetivo es la dirección y la meta es medible. La meta, es la mezcla de objetivo, cantidad y plazo y saber esto, es muy útil para la mejora posterior de procesos. Además es en este primer paso, donde determinamos los cinco recursos de un proyecto (recursos humanos, técnicos, tecnológicos, administrativos y financieros) que se traducen en un presupuesto. Tener la conciencia del buen diseño de este paso, es un valor que se traduce positivamente en el impacto en el bolsillo.

Organiza: Aquí­ es donde la definición de roles y creación de los procesos es fundamental. Son cinco pasos que determinan todo. Insumos, proveedores, procesos, producto y cliente. Dicho de mejor manera, cuáles son los proveedores, que me dan los insumos para transformarlo mediante mis procesos, para la creación del producto que entrego a mi cliente.

Al mencionar al “cliente”, cabe destacar que la cadena de valor de una organización tiene clientes internos, que reciben un producto y es eso ahora el insumo de esa otra persona en la organización, que ahora lo recibe como insumo para la creación de su producto. Es así­, en cadena, como se forma lo que el cliente final recibe.

Dirige: Ya la gerencia no es cosa exclusiva de gerentes porque la comprensión de sus nociones fundamentales aplica a toda la organización. Quizás en mayor y menor dimensión en distintas áreas. Sin embargo aplica para todos porque la dinámica de ejecución diaria no es estática y los roles tienen distintos momentos protagónicos. La motivación es un gran componente en este estado y es gerencia en todo su esplendor. De los cuatro pasos, es este el que requiere más empatí­a hacia lo humano y ajustes ágiles en los procesos de gestión diaria.

Controla: Aquí­ medimos todo. Este paso nos permite corregir las acciones que causan un efecto y acercar la brecha entre estado ideal y estado actual. Es por lo que este proceso es cí­clico, porque el resultado actual es insumo para la planificación futura. Ahora es que tiene sentido que en tantas pelí­culas hablen de no tenerle miedo a caerse del caballo, porque es un aprendizaje para los nuevos y recurrentes proyectos.

Entonces, no sé si ya tienen la respuesta. ¿Es la gestión empresarial un asunto de empresarios? Pues no, no lo es exclusivamente. Es para toda ejecución con un objetivo determinado. Hacer una torta, administrar proyectos, dirigir una empresa, etc., es sensible de estos pasos y la comprensión de que gestión es rentabilidad. Es la ciencia que obtiene resultados, cada vez mejores.

*Rubén Rodrí­guez Gil es profesor de la Universidad Monteávila

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