Didiana Patricia Archila.-
El Fondo Monetario Internacional (FMI) estimó en un 720% de inflación de Venezuela para 2016, año en el que el gobierno del presidente Nicolás Maduro decretó cuatro incrementos de salario mínimo que, en conjunto, sumaron 120%.
“Los constantes aumentos salariales no son una medida ni eficiente ni correcta porque evidencia que no se ha podido lograr controlar la inflación, pero es necesaria ya que el poder adquisitivo de la moneda se pierde constantemente y cada día necesitamos más dinero para comprar los productos”, explicó la presidente de Consecomercio, Cipriana Ramos.
Toda medida de incremento salarial debe orientarse a aumentar el poder adquisitivo del trabajador, señala el presidente del Movimiento Laborista, Froilán Barrios. “Si no hay un menú de decisiones que se orienten hacia ese objetivo, aumentar el salario nominalmente no lo logra. Y el país que demuestra eso más claramente es Venezuela, con todos los aumentos salariales del año pasado que no alcanzaron frenar la inflación”, señaló.
El secretario ejecutivo de Fetrasalud, Pablo Zambrano, comentó que “a nosotros los trabajadores los aumentos porcentuales ya no nos sirven. Hace tres meses recibimos un aumento del 50% y ahora en enero un 50% más. En el exterior pensarán que los venezolanos trabajadores tuvimos un aumento del 100%, se vería como algo extraordinario y eso no es así. El gobierno debe elaborar políticas públicas económicas que conlleven a detener el flagelo de la inflación”.
“Se dice que no se deben aumentar los salarios porque aumenta todo, pero incluso sin aumento salarial todo sigue subiendo. Es necesario que se suban los sueldos, pero no se deben llamar aumentos, son simples compensaciones salariales. En una economía completamente distorsionada esta inflación se sigue comiendo los ingresos de los trabajadores”, agregó el representante sindical.
Más allá de no satisfacer las necesidades de los trabajadores, los incrementos salariales decretados por el gobierno han afectado al empresariado. Ramos aseguró que el sector comercial y prestador de servicios, al no contar con ingresos suficientes, debe limitar los egresos, lo que se traducen, la mayoría de las veces, en reducción de personal.
Zambrano enunció que el gobierno ha emitido varios decretos de emergencia económica y hasta los trabajadores siguen observando una disminución en el poder de compra. “Esta política que se podría considerar bien intencionada no resuelve el problema de los trabajadores porque los ingresos no son suficientes”, añadió.
“Estas medidas frenan el empleo a pesar que cada año entran al mercado laboral más de 150 mil jóvenes. Se limitan sus posibilidades y los comerciantes se ven en la necesidad de bajar la santamaría, ni hablar de la cantidad de personas que se han ido del país”, anotó Barrios.
Zambrano apuntó que “en Venezuela la economía está totalmente dolarizada, por lo tanto los artículos de consumo para una familia también lo están. Y a nosotros nos pagan con bolívares totalmente devaluados”.
La presidenta de Consecomercio enfatizó que no se pueden aumentar los salarios compulsivamente. “Se deben tomar medidas para sanar la inflación, por ejemplo, la revisión del gasto público que cada día se incrementa y la eliminación del control de cambio”, concluyó.
* Didiana Patricia Archila es estudiante de Comunicación Social de la Universidad Monteávila.