Tomás Rivero D.-
A pesar de tener un giro completamente distinto en cuanto al género que ha llevado usando en sus propuestas anteriores, Jeff Nichols hace un interesante y arriesgado trabajo para contarnos la misteriosa historia sobre Alton, un niño al que le encanta leer comics y hacer cosas que ningún ser humano es capaz de hacer.
Muy poco conocía de Midnight Special antes de verla. Recuerdo haber visto un breve tráiler durante la proyección de una película en el cine y siempre, desde ese momento, mantuve grandes expectativas sabiendo que estaba escrita y dirigida por Jeff Nichols, un director que respeto enormemente gracias a su segundo filme, Take Shelter. Ahora regresa, después de 5 años sin haber realizado un largometraje, con una historia de ciencia ficción, un género que siempre busca provocar, experimentar y darnos algo nuevo. Y en Midnight Special esperaba justamente eso, algo diferente e innovador, como suele ser normalmente y que moderadamente lo logra.
El filme cuenta la historia de Alton, un niño con una serie de súper poderes que lo hacen ver como el Mesías del Siglo XXI o una especie de experimento sumamente peligroso contra el gobierno de los Estados Unidos, haciendo de esta forma que su padre luche incasablemente por salvarlo de las manos de militares, personas y extraños que buscan hacerle daño o que no lo vean como alguien normal.
El fuerte del filme está en sus interpretaciones. Contamos nuevamente con la actuación de Michael Shannon, quien ha participado en todos los filmes de Nichols, y que ahora encarna al padre del protagonista, Alton, y sin tener que revelar nada de la historia hace un trabajo excelente al igual que en sus papeles anteriores. Â Asimismo cuenta con la actuación de Joel Edgerton, Kirsten Dunst, Adam Driver y Jaeden Lieberher, todos con presentaciones impecables y a la altura, que el filme refleja de forma adecuada. Lieberher, quien interpreta a Alton, hace un papel muy respetable, agregándole un toque muy especial a la cienta y que con tan sólo 11 años de edad logra transmitir los sentimientos necesarios para mantenernos inquietos durante toda la duración del metraje.
El puente de tensión que se va construyendo a lo largo de toda la trama es una especie de viaje, una larga carretera que recorres y que al terminarla puede que quedes satisfecho o deseando mucho más. Mi caso fue muy balanceado, respeté muchas de las decisiones que claramente se tomaron, pero quedé con un profundo deseo de saber más de la historia. Esto se debe principalmente por el final, que me dejó con pocas respuestas a la mano y algo insatisfecho. Sin embargo, admiro enormemente las sorpresas que soltaron en muchos momentos del filme, que estuvieron muy bien realizados.
Hay cosas extraordinarias, muy similares a los sueños extraños y surrealistas de Take Shelter, pero que en este caso sí ocurren en realidad y forman parte de la historia que viven estos personajes.
El sonido juega un papel importante en este filme. David Wingo, quien ha trabajado con Nichols en todos sus filmes, es el compositor de la banda sonora, haciendo nuevamente una música a la altura y muy apegada al género. Y en cuanto los efectos de sonido, cuyo aspecto suelo mencionar muy poco en mis reseñas, son usados a la perfección en los momentos de mayor tensión, agregándole un valor mucho más grande a varias escenas y haciéndolas más memorables. Llegándome a asustar y sorprende, en momentos clave de la historia, que me sorprendieron y estuvieron muy bien elaborados.
Lo importante en la cinta es el misterio, qué va pasar y qué le va a ocurrir a nuestros personajes, y cuando finalmente se revela nos deja con demasiadas preguntas y muy pocas respuestas, y sinceramente no era lo que esperaba. Sabemos lo que puede hacer Alton, pero no las razones de sus acciones, dejándonos a la deriva y con un sentimiento únicamente de misterio, misterio y solo misterio, sin nada que llegue a revelar formalmente una respuesta concreta de qué está ocurriendo con el personaje, con un final ambiguo, difícil de explicar y sin revelar muchas cosas que sean sorprendentes más allá del atractivo visual. Por eso considero como vital que el director deje al espectador con por lo menos una pista, algo que te permita averiguar qué es lo que verdaderamente me quiere transmitir con su historia. Y en Midnight Special, si se analiza el climax del filme, personalmente lo considero decepcionante y poco sorprendente, dejándome con un profundo sentimiento de que la audiencia va a estar muy divida. Muchos la van a alabar y otros posiblemente despreciar e ignorar.
Al final Midnight Special termina siendo un filme interesante, que busca revivir los sentimientos de grandes clásicos como Encuentro cercano de Tercer Tipo, E.T. y Contacto, pero que termina siendo una buena película dentro de su género, pero no tan extraordinaria y memorable como lo esperaba.
* Tomás Rivero D. es estudiante de Comunicación Social.