Nelly Meléndez.-
El crecimiento de la innovación tecnológica ha propiciado que cada día existan mayores posibilidades de comunicación remota y de obtener información de distintas fuentes en la web.
Esto ha contribuido a lo que Coll (2016) denomina «nueva ecología del aprendizaje» ¿Qué significa esto? La respuesta está en la posibilidad de combinar entornos, fuentes de materiales y trayectorias de aprendizajes, de manera que se interrelacionen como sistema en sinergia creativa.
El primer aspecto que cabe destacar es el «aprendizaje a lo ancho de la vida», en contraposición a perspectiva tradicional del «aprendizaje a lo largo de la vida». Se entiende entonces que en los distintos momentos del aprendizaje es posible recurrir a distintos contextos, y a su vez cada contexto se subdivide en categorías de nuevas posibilidades.
Ejemplo de lo anterior lo conforman los ambientes virtuales, semipresenciales y presenciales. No obstante, si se toma el caso de ambientes presenciales puede ser que estos tengas apoyo en tecnología para la accesibilidad de materiales, de modo que el individuo transita en un momento dado de su vida por distintas posibilidades dentro de un esquema modal.
En la ecología del aprendizaje no existe separación nítida entre los espacios físicos e institucionales en los que puede ésta producirse, dado que existe una alta porosidad entre ellos y la posibilidad de transitarlos. Esta característica recibe el nombre de «aprendizaje sin costuras» (seamless learning). Así, se entiende que para aprender académicamente no se requiere estar en un espacio determinado, ni en un momento específico. Enseñar no es exclusivo de las instituciones escolares, aunque aprender es potestad del individuo.
Seamless learning– hace referencia a la vivencia de continuidad en el aprendizaje que experimentamos las personas al margen de los lugares, situaciones, tiempos y contextos institucionales en los cuales aprendemos (Sharples y otros, 2012)
Para participar en esta nueva ecología de aprendizaje se requiere el desarrollo de competencias blandas, capacidades distintas a la memorización y la incorporación irreflexiva de conceptos a nuestro bagaje intelectual. Se requieren competencias que definan trayectorias individuales de aprendizaje como vía de acceso al conocimiento en la sociedad de la información.
*Nelly Meléndez es profesora de la Universidad Monteávila