Yanuacelis Aure Cruz.-
Si el 2014 fue el año en que Venezuela apareció en los premios Oscar de la boca del actor Jared Leto, el 2017 y el 2018 han sido los años de las sanciones. Señalamientos de autoritarismo y gobiernos no democráticos son pronunciados cada vez con más frecuencia, mientras el espectro geográfico y político de la región cambia.
El 2017 fue crucial para el distanciamiento de varios gobiernos. La cruda represión de las manifestaciones, la instalación de una Asamblea Nacional Constituyente, el despido de la fiscal general de la República, fueron uno de los elementos más controversiales que se vivieron en un corto período de tiempo. Las protestas dejaron un saldo de 135 muertos, 15 mil heridos y 2 mil 977 detenidos.
Sin embargo, ya el mundo no podía ser indiferente ante las violaciones de derechos humanos y la crisis humanitaria que está padeciendo el pueblo venezolano, por esa razón distintos países decidieron actuar: la Unión Europea y Canadá y EE UU se encargaron de imponer sanciones a distintas figuras del gobierno, este último también impondría sanciones económicas, mientras que el Reino Unido prohibiría a sus ciudadanos las relaciones comerciales con Venezuela.
Argentina, por su parte, presionaría en agosto de 2017 para suspender al país suramericano del Mercosur, pues en palabras del presidente argentino Mauricio Macri Venezuela “hace rato que dejó de ser una democracia, y se violan sistemáticamente los derechos humanos”
“Las relaciones de Venezuela con los países que tradicionalmente fueron sus aliados están en un estado bastante deplorable, pues aquí hay una tendencia que indica que desde 1999 hasta ahorita no hay una política exterior, lo que hay es una acción muy difusa y muy controversial, una acción internacional desordenada”, afirmó el internacionalista, periodista y doctor en Ciencias Sociales Luis Daniel ílvarez.
En lo que se refiere a relaciones bilaterales ílvarez afirmó que Venezuela “Lo que fueron vínculos con países como Colombia, Estados Unidos, España, Argentina y México, pasaron a ser con Irán, Siria, Zimbabue, la Libia de Gadafi.”
Mientras que desde el punto de vista de relaciones multilaterales, el experto destacó que “abandonamos nuestros espacios naturales (el G-3 y la Comunidad Andina de Naciones) para insertarnos en la Liga írabe y la Unión Africana con los cuales no tenemos ningún tipo de vinculación. Preferimos acercarnos a Burkina Faso que a Brasil, a países africanos y Bielorrusia que a los demás países de Europa.”
Ante la oleada de inmigrantes venezolanos a Colombia se ha incrementado el distanciamiento con el vecino país, ya que el presidente colombiano Juan Manuel Santos rechazó las afirmaciones de su homólogo venezolano sobre que el sistema de salud de Colombia era un fracaso y que supuestamente miles de colombianos pasaban todos los días a Venezuela en busca de atención y medicinas. “No pretenda usar al pueblo colombiano para tapar las enormes falencias de su revolución fracasada”.
Sobre la noticia de que Nicaragua no piensa mandar más alimentos a Venezuela, por temor a las sanciones de USA, a pesar de que el presidente Daniel Ortega ha sido aliado de Maduro, ílvarez destacó que “pese a su retórica furibundamente antiestadounidense, tiene una economía que depende de ese país y juega al pragmatismo.”
Sobre las sugerencias de la administración del presidente Donald Trump sobre imponer un embargo petrolero al país sudamericano, el internacionalista aseguró que se inclinaba a pensar que no es del todo seguro, pues aseguró que el mandatario estadounidense “es un hombre muy cercano a Rusia, a pesar de que las relaciones no son las más idóneas, los rusos tienen intereses en la región y si EEUU quiere actuar en el caso venezolano debe contar con el aval de la comunidad internacional regional, de ahí las giras de Rex Tillerson y Mike Pence por América Latina.”
En lo que se refiere a las tensiones entre los países de la Unión Europea y Venezuela, tras la expulsión del embajador español Jesús Silva Fernández, a quien el gobierno declaró “persona no grata”, por lo cual el gobierno español retribuiría la misma moneda, el internacionalista y periodista aseveró que debido a “la situación migratoria precaria se deben revisar las relaciones, pues son muchos los venezolanos con pasaporte europeos que  se han regresado a Europa.”
“Europa mantiene una posición cada vez más dura”, confirmó; sin embargo, también concluyó que “el trato que se tiene es que pareciera que al gobierno le interesaría eventualmente aislarse de Europa y los países europeos como comunidad, también se irían alejando de Venezuela y pidiendo un endurecimiento de las sanciones.”
Cabe destacar que las presiones europeas se mantienen, pues el presidente francés Emmanuel Macron denunció al régimen de Maduro y lo calificó de “una dictadura que intenta mantenerse en pie al precio de un sufrimiento humano sin precedentes y de una radicalización ideológica preocupante.”
En el continente americano, se vivió la controversia de la Cumbre de las Américas; que ha generado una retahíla de declaraciones entre los dos gobiernos. Los representantes de Venezuela aseguran que irán, mientras que el gobierno local rechaza estas intenciones.
En ese marzo la canciller peruana, Cayetana Aljovín, afirmó: “conforme a lo establecido en la Declaración de Quebec, adoptada en la III Cumbre de las Américas en 2001, cualquier alteración o ruptura inconstitucional de orden democrático en un Estado del Hemisferio constituye un obstáculo insuperable para la participación del gobierno de dicho Estado en el proceso de Cumbres de las Américas”, decisión que ha sido aplaudida por el gobierno de Canadá.
Por lo pronto, pareciera que las fracturas regionales se seguirán ahondando, a medida que avanza el proyecto socialista de Nicolás Maduro. Las elecciones del 20 de mayo pueden provocar un hito en la relación de Venezuela con sus anteriores aliados hemisféricos.
*Yanuacelis Aure es estudiante de Comunicación Social de la Universidad Monteávila.