Christian Hauer.-
Duel es una película de televisión de 1971 dirigida por Steven Spielberg. Relata la historia de David Mann (Dennis Weaver), quien mientras se encuentra manejando a través del desierto se verá amenazado por un camionero desconocido.
En su debut como director, y con un bajo presupuesto, Spielberg logra demostrar que los mejores productos a veces son resultado de las grandes limitaciones. Con tan solo un actor, múltiples extras y dos dobles, logra presentar un film que una vez pasados los primeros cinco minutos mantiene al espectador en el borde de sus asientos hasta el último segundo.
Algo que la película hace muy bien es construir tensión gradualmente. Todo, desde la selección de vehículos hasta las locaciones, contribuye en gran medida a este factor. La elección de no mostrar la cara del conductor del camión es una muy buena decisión: el rostro de una persona puede decir muchas cosas, desde su estado de ánimo hasta sus intenciones y pensamientos, y el elegir no mostrarla no permite al espectador dejar de pensar en ello, fundamental en la tensión de la película.
De una manera inteligente Spielberg logra darle personalidad a un objeto inanimado. Tanto su presencia imponente como su extraño sentido del humor se puede ver a través de los movimientos del camión, y es algo que no es sencillo de hacer. Claro que esto está complementado por los brazos del mismo conductor, pero incluso si fuesen editados fuera de la película aun así se tendría idea de cómo es su actitud.
El soundtrack fue compuesto por Billy Goldenberg y complementa muy bien a la cinta. Aunque no muy agradable separado de la cinta y habiendo envejecido notablemente en comparación al resto de ella, cumple con su función y es entretenida. La canción que más encapsula el tono de la cinta es Hide And Seek.
Para el poco dialogo que tiene en general la actuación es buena, pero lo que en verdad resalta es la dirección. Lograr que un concepto como el de Duel sea interesante durante un largometraje es algo que no cualquiera puede hacer y sin duda es lo que llevó a Spielberg a alcanzar su status de hoy en día.
Para ser una película de los 70 lo único que ha envejecido es el soundtrack. Es un film emocionante y lleno de suspenso, que no desperdiciara su tiempo, en especial con sus 90 minutos de duración.
* Christian Hauer es estudiante de Comunicación Social de la Universidad Monteávila.