Derecho y revés | ¿Cómo se redactó la Constitución de 1999? (IV)

Carlos Garcí­a Soto.-

La Constituyente siguió propuestas hechas por el presidente Chávez. Foto: Cortesí­a

Una vez que en el referendo consultivo del 25 de abril el electorado se pronunció a favor de la Asamblea Nacional Constituyente, el Consejo Nacional Electoral procedió a convocar para el 25 de julio de 1999 la elección de sus miembros.

Conforme a lo dispuesto en las “bases comiciales” que habí­a propuesto el presidente Chávez, a la Asamblea Nacional Constituyente habí­a que elegir un total de 131 miembros, de los cuales 24 corresponderí­an a la circunscripción nacional, 104 se elegirí­an de 24 circunscripciones regionales y 3 serí­an electos como representantes de las comunidades indí­genas.

El 25 de julio se realizarí­a la elección de los miembros de la Asamblea Nacional Constituyente, con una abstención del 53,7% de los electores.

Debido al sistema de postulaciones que se diseñó en esa oportunidad, si bien los candidatos que eran apoyados por el entonces presidente Chávez (el denominado Polo Patriótico) sumaron un total del 65% de los votos de los electores, obtuvieron un total de 125 de los 131 miembros a la Asamblea Nacional Constituyente. Los candidatos que no estaban agrupados en torno al Polo Patriótico lograron un 22,1% de los votos, pero, debido a ese sistema de postulaciones, sólo un total de 6 de los 131 miembros a la Asamblea Nacional Constituyente.

La instalación de la ANC

La Asamblea Nacional Constituyente se instalarí­a el 3 de agosto de 1999. El 8 de agosto comenzarí­a sus sesiones, con la discusión acerca de su Estatuto de Funcionamiento.

Al redactarse el Estatuto de Funcionamiento de la Asamblea Nacional Constituyente, sin embargo, quedarí­a reflejada la voluntad de la mayorí­a de los miembros de la Asamblea Nacional Constituyente con respecto al carácter de esa Constituyente. En efecto, en contra de lo que señalaba la Constitución, la Ley Orgánica del Sufragio y Participación Polí­tica, las bases comiciales que electorado habí­a votado y con lo que habí­an señalado las sentencias de la Corte Suprema de Justicia, se establecerí­a un Estatuto de Funcionamiento de la A Asamblea Nacional Constituyente contrario a los valores republicanos, que le daba poderes omnipotentes a esa Asamblea:

Artí­culo 1. Naturaleza y misión. La Asamblea Nacional Constituyente es la depositaria de la voluntad popular y expresión de su Soberaní­a con las atribuciones del Poder Originario para reorganizar el Estado Venezolano y crear un nuevo ordenamiento jurí­dico democrático. La Asamblea, en uso de las atribuciones que le son inherentes, podrá limitar o decidir la cesación de las actividades de las autoridades que conforman el Poder Público.

 Su objetivo será transformar el Estado y crear un nuevo ordenamiento jurí­dico que garantice la existencia efectiva de la democracia social y participativa.

 Parágrafo Primero: Todos los organismos del Poder Público quedan subordinados a la Asamblea Nacional Constituyente, y están en la obligación de cumplir y hacer cumplir los actos jurí­dicos estatales que emita dicha Asamblea Nacional.

 Parágrafo Segundo: La Constitución de 1961 y el resto del ordenamiento jurí­dico imperante, mantendrán su vigencia en todo aquello que no colida o sea contradictorio con los actos jurí­dicos y demás decisiones de la Asamblea Nacional Constituyente.

La Asamblea Nacional Constituyente, en contra de la Constitución de 1961 entonces vigente, se autoatribuyó unos poderes amplí­simos, que en última instancia le colocaban no sólo por encima del ordenamiento vigente, sino por encima de los poderes públicos. En ese sentido, la Asamblea Nacional Constituyente se autoproclamó soberana por encima del Derecho y del Estado venezolanos.

Como señalamos, la Asamblea Nacional Constituyente no sólo usarí­a sus poderes prácticamente ilimitados para redactar la Constitución de 1999, tal como se explica en este artí­culo, sino que además los utilizó para tomar el poder de todo el Estado venezolano.

La redacción de la Constitución de 1999

En todo caso, el proceso de redacción de la Constitución de 1999 tendrí­a cuatro etapas, que implicaron que se realizara un proceso de redacción de la Constitución improvisado y atropellado.

Tales cuatro etapas se desarrollaron entre el 7 de agosto y el 15 de diciembre de 1999: la reorganización de los poderes públicos; el trabajo de las Comisiones Permanentes y de la Comisión Constitucional; la discusión del proyecto de Constitución surgido de las distintas Comisiones y la difusión en el paí­s del texto constitucional.

En el 2000 se ordenó la publicación de una versión modificada de la Constitución. Foto: Cortesí­a

La Asamblea Nacional Constituyente no quiso partir de ningún anteproyecto de Constitución para el inicio de sus labores. Sin embargo, utilizó como papel de trabajo un documento que el 5 de agosto habí­a presentado ante la Asamblea Nacional Constituyente el presidente Chávez, titulado  “Ideas fundamentales para la Constitución Bolivariana de la V República”. De ese documento, por ejemplo, se tomó la idea de incluir en la Constitución la figura del referendo revocatorio.

En cuanto a la redacción de la Constitución, la primera etapa de esta labor como tal comenzó el 2 de septiembre y finalizó el 18 de octubre. Para ello, se constituyeron 20 comisiones permanentes, a cada una de las cuales les correspondí­a preparar el texto de una parte de la Constitución.

Tales comisiones recibieron sugerencias de juristas, dirigentes polí­ticos, partidos polí­ticos y organizaciones de la sociedad civil, acerca de distintos aspectos que se consideraba debí­an ser incluidos en el texto constitucional.

Sin embargo, como reconocerí­a el profesor y miembro de la Asamblea Nacional Constituyente Ricardo Combellas:

“Cada comisión trabajó con mucha independencia, con su propio grupo de asesores. La falta de mayor fluidez e intensidad en sus relaciones entre sí­ y con la comisión constitucional, dificultó en grado sumo la labor de articulación y contribuyó a la precipitación del producto final y la amplia extensión del texto definitivo” (“El proceso constituyente y la Constitución de 1999”, en Elena Plaza y Ricardo Combellas (Coordinadores), Procesos constituyentes y reformas constitucionales en la historia de Venezuela, Tomo II, UCV, Caracas, 2005, p. 781, nota 22).

El trabajo que las 20 comisiones realizaron por separado fue remitido el 28 de septiembre a la Comisión Constitucional, la cual desde esa fecha hasta el 18 de octubre debí­a realizar la labor de integración de las 20 secciones de la Constitución preparadas por las 20 comisiones permanentes. En ese sentido, las comisiones permanentes dispusieron de poco menos de un mes para realizar sus trabajos, y luego la Comisión Constitucional dispuso de tres semanas para la realización del trabajo de integración.

El 19 de octubre el proyecto integrado por la Comisión Constitucional fue entregado a la plenaria de la Asamblea Nacional Constituyente, para su discusión.

Entre el 20 de octubre y el 9 de noviembre se realizaron 19 sesiones en la plenaria de la Asamblea Nacional Constituyente, para realizar la primera discusión del proyecto de Constitución. Para la segunda discusión, se realizaron tres sesiones, entre los dí­as 12 y 14 de noviembre.

Ricardo Combellas concluirá sobre el proceso de redacción de la Constitución por parte de la Asamblea Nacional Constituyente:

“La premura y la improvisación que guiaron sus últimos actos no dejaron de producir a la larga consecuencias indeseables: confusión sobre cuál texto de Constitución se habí­a efectivamente aprobado, debate sobre inclusión o exclusión de normas que no constaban discutidas en el diario de debates e imperdonables errores gramaticales, de sintaxis y de estilo” (“El proceso constituyente y la Constitución de 1999”, cit., p. 782).

Aprobación, sanción, promulgación en 1999 y promulgación en 2000

El 15 de diciembre de 1999, en pleno desarrollo de lo que se conocerí­a como la tragedia de Vargas, se realizarí­a la votación para la aprobación de la Constitución de 1999.

En ese proceso electoral concurrirí­an a la votación un total de 4.819.786 electores, lo cual implicó un porcentaje de abstención del 54,74%. De ese número de electores, votó a favor de la aprobación de la nueva Constitución un número de electores equivalente al  71,37 %, es decir, 2.982.395 votos a favor. Votaron en contra de la aprobación de la Constitución un total de 1.196.146 electores, equivalente al 28,63%. Una mayorí­a importante de los electores le darí­an su aprobación a la Constitución de 1999.

Si bien la Constitución de 1999 fue publicada por primera vez en la Gaceta Oficial N° 36.860 de 30 de diciembre de 1999, se ordenó su nueva publicación casi tres meses después, el 24 de marzo de 2000, en la Gaceta Oficial N° 5.423 extraordinario, junto con la Exposición de Motivos que no habí­a sido incluida en la primera publicación. Como ha explicado Lolymar Hernández Camargo, hay diferencias entre el texto publicado en la primera y en la segunda publicación, que exceden los “errores de gramática, sintaxis y estilo” que justificaron la segunda publicación (El proceso constituyente venezolano de 1999, cit., p 235, nota 180).

***

Tal es, muy resumido, el camino que llevó a la redacción de la Constitución de 1999, del cual cabe extraer importantes lecciones. El proceso constituyente de 1999, sin embargo, como señalamos, no sólo tuvo como objeto la redacción de la Constitución vigente, sino que también supuso la intervención de esa Asamblea Nacional Constituyente a los poderes públicos distintos al presidente. Pero esa es otra historia.

* Carlos Garcí­a Soto es profesor de la Universidad Monteávila.

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