Didiana Patricia Archila.-
La crisis que viven los venezolanos no se debe solamente a la caída de los precios del petróleo, o al menos eso aseguró el vicepresidente de Fedecámaras, Carlos Larrazábal, quién resaltó que la aplicación de controles de precios, expropiaciones y el control cambiario son algunas de las medidas que han destruido el aparato productivo en el país.
El dirigente empresarial manifestó que políticas de apoyo a la libre iniciativa privada deberían ser las primeras medidas a aplicar para recuperar la economía. Sin embargo, recaló que estas no serán posibles con el actual gobierno, el cual, a su juicio, está un “entrampamiento ideológico”.
Larrazábal explicó que las políticas macroeconómicas implementadas en el país son las que han generado la inflación. “Un gobierno como el venezolano cuando empieza a emitir dinero inorgánico está produciendo inflación ya que el valor del dinero va perdiéndose, es decir, que se empieza imprimir dinero que no tiene respaldo monetario en el Banco Central”, señaló.
Recordó que la causa fundamental de la inflación en Venezuela fue la pérdida de autonomía del Banco Central, problema que, según especificó, tuvo su origen en la decisión del presidente Hugo Chávez de, en el 2005, modificar la ley que regula al organismo emisor. Indicó que para el momento había 42 mil millones de dólares en reservas internacionales, por lo que, escudándose en esa cantidad de dinero, el entonces mandatario empezó a pedir la transferencia del llamado “millardito”, que eran mil millones de dólares.
Cabe destacar que la Constitución prohíbe que el Banco Central financie el gasto público, pero tras la modificación de la ley empezó a sufragar el consumo estatal.
“La inflación se controla con políticas económicas serias, responsables, que implican ser cónsonas con lo que se produce. No se puede gastar más de lo que se produce”, alegó Larrazábal.
El vicepresidente de Fedecámaras recalcó que el gobierno ha restringido la oferta por la aplicación de los controles de precios, los cuales, según anotó, hacen que los productos dejen de ser rentables y desaparezcan del mercado.
Indicó que las expropiaciones destruyeron el aparato productivo nacional, mientras que el control de cambio mantuvo una tasa artificial que propició las importaciones.
Subrayó que la misma política de gobierno fue en contra de la producción nacional, pues el país pasó de realizar importaciones por un valor de 15 mil millones de dólares en el 2005 a 42 mil millones de dólares en el 2011, cuando el precio del barril de petróleo estaba en 108 dólares. “No se aprovechó el boom petrolero, se destruyó la producción nacional y actualmente pagamos las consecuencias de ello”, apuntó.
“El motor de la economía son sus ciudadanos y lo que puedan producir, conjuntamente con los inversionistas, quienes han ido descartando a Venezuela, país que se posiciona en el lugar número 186 de 189 países según el Doing Bussiness del Banco Mundial para hacer un negocio. Estamos en algunas cosas peor que Haití, peor que países africanos”, enfatizó.
Larrazábal expresó que los acuerdos del empresariado con el Estado deberían ser una relación simbiótica puesto que a los privados les interesa generar competencia y al sector público le convendría propiciar más pagos de impuestos y una mayor generación de empleos, dejando al gobierno la atención de temas de infraestructura, salud y educación pública.
“Este gobierno no puede dar soluciones a la actual crisis debido a que está entrampado ideológicamente. El régimen sigue aplicando las medidas que se aplicaron durante el período de Chávez, entonces cualquier disposición que se quiera corregir va contra el legado del ex presidente, y no se reconoce que estas son la causa de la situación que vivimos en estos momentos”, concluyó.
* Didiana Patricia Archila es estudiante de Comunicación Social.