Miguel Teixeira.-
En una región en constante cambio las elecciones presidenciales se transforman en un foco de atención muy importante. Tal es el caso de este 19 de febrero, día en el cual tendrán lugar los comicios para la elección del presidente en Ecuador, en las cuales, por primera vez una década, no competirá el actual mandatario, Rafael Correa.
Entre los candidatos existe, según las polémicas encuestas, un líder claro. Se trata del ex vicepresidente Lenin Moreno, dirigente del partido Alianza PAIS y representante de la coalición Frente Unión, que pertenece a la línea del actual Ejecutivo.
Aunque en primera instancia Moreno parece divergir de la ideología de Correa, el ex embajador Edmundo González asegura que lo más probable es que se trate de un alejamiento estratégico producto del deterioro sistemático de la imagen del gobierno. Su reputación se ve afectada por el hecho de que el vicepresidente actual, el cual confirmó que mantendría en el cargo, está directamente involucrado en el escándalo de Panamá Paper.
En vista de la cantidad de puntos negativos que juegan en contra de Moreno es pertinente preguntarse cómo es posible que se mantenga punteando las encuestas. Dejando de lado la posibilidad de que los sondeos hayan sido alterados, hay un factor determinante en esa cuestión y es la división que presenta la oposición en este país. El gobierno de Correa ha procurado mantener a rayas y diezmar constantemente las fuerzas disidentes para que una alianza entre estas sea prácticamente imposible.
“El discurso de Correa durante 10 años fue polarizar al país, dividir a la sociedad ecuatoriana. Ese mensaje, en buena medida, se instaló en la clase política. Además, el control sobre las instituciones que mantiene el oficialismo ha neutralizado al movimiento opositor”, afirma González.
Aun así hay otros dos candidatos que logran resaltar e incluso esbozan una opción que podría voltear las elecciones y significar un cambio de gobierno en el país.
Guillermo Lasso y Cynthia Viteri son los abanderados opositores que se encuentran, alternada y respectivamente, en el segundo y tercer puesto. Lasso, quien responde a una ideología de centro derecha, es reconocido en el país por haber sido superministro de Economía durante el gobierno de Jamil Mahuad y gobernador de Guaya, la mayor provincia comercial e industrial del país, lo que le ha dejado una visión positiva a su figura.
Viteri, pertenece al Partido Social Cristiano y logró su candidatura tras la no postulación de Jaime Nebot, actual gobernador de Guaya. En el mes de agosto fue expulsada de Venezuela por el chavismo al pretender visitar a Antonio Ledezma y a Leopoldo López.
Con ambos candidatos rozando de cerca el 30% del respaldo popular se abre un camino debido al sistema electoral de Ecuador. En este país los procesos electorales se basan sobre el principio de dos vueltas, lo que supone que, si en el primer intento ningún aspirante lograr más del 40% y 10 puntos de ventaja sobre el segundo lugar, se repetiría el proceso esta vez incluyendo solo a las dos opciones con mayor cantidad de votos. Esta nueva elección se llevaría a cabo el 2 de abril.
El ex embajador Milos Alcalay considera poco probable que el oficialismo logre la victoria absoluta en la primera vuelta. “Si se llega a una segunda vuelta y existe un candidato de unidad, suponiendo que Lenin sea el otro ganador, se podrían unir los opositores para vencer con votos a Lenin”, sostiene.
Para González esto también supone una realidad posible en viste de las dificultades que ha tenido que afrontar Moreno para mantener el respaldo popular.
Esta ventana de cambio de gobierno en Ecuador responde a una tendencia regional en contra de los ideales instaurados durante los últimos años, cuando Latinoamérica pareció alinearse con el “socialismo del siglo XXI”. Los gobiernos de Kirchner en Argentina y Lula da Silva y Dilma Rouseff en Brasil ya son cosa del pasado y las recientes decisiones del Mercado Común del Sur (Mercosur) habla de un rechazo al modelo político, social y económico iniciado por Hugo Chávez.
González esboza que una victoria opositora significaría “otra bofetada para el modelo político y colocaría a Ecuador en la onda de los nuevos realineamientos y realidades de la región”.
En el ámbito internacional, específicamente con respecto al trato con Venezuela, ambos especialistas concuerdan en que ante la victoria de Lasso o Viteri una disociación con el gobierno de Nicolás Maduro sería notorio, incluso exacerbado si el triunfo corresponde a la abanderada democratacristiana. Si se llegase a concretar este escenario se esperaría una posición muy parecida a la de Mercosur, vinculada a la exigencia para que Caracas cumplan los acuerdos internacionales, especialmente en el ámbito de derechos humanos.
De quedar Moreno como ganador Alcalay prevé una situación similar a la ocurrida en Venezuela, asegurando que los predecesores de líderes carismáticos como Correa o Chávez tienden a lograr tan solo una “caricatura” del modelo original.
* Miguel Teixeira es estudiante de Comunicación Social de la Universidad Monteávila.