Uzcátegui destaca la importancia de las alianzas
Kisbeyerlin Godoy Ochoa
El derecho a la libertad de prensa y de expresión son violados sistemática y estructuralmente todos los días desde hace más de dos décadas en Venezuela, sin embargo, el ejercicio del periodismo es una herramienta fundamental, necesaria y doblemente importante en las circunstancias actuales, afirmó Rafael Uzcátegui, defensor de los derechos humanos y colaborador de los portales web Tal Cual y La Silla Vacía.
A juicio del también coordinador general de investigación del Programa Venezolano de Educación Acción en Derechos Humanos (Provea), el intento por mantener vivo el oficio ante el panorama de desiertos informativos, inexistencia de datos oficiales actualizados y la escasez de recursos de la actual crisis humanitaria compleja se refleja en el aumento de las alianzas de financiamiento y de divulgación en medios internacionales.
“Se ha instalado uno de los peores niveles de censura y autocensura antes vistos porque, no solamente hay personas que temen darte su testimonio por las represalias, sino que, además, en los medios de comunicación hay un temor generalizado a denunciar o hablar de ciertos temas”, lamentó el profesional egresado en Sociología de la Universidad Central de Venezuela (UCV).
El destino para quienes divulgan una realidad diferente a la que se muestra en la propaganda oficialista es vivir bajo medidas de protección cautelar como la de Uzcátegui, quien es beneficiario de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) por todas sus denuncias de violación de derechos humanos y “por haber ayudado a periodistas a salir del país cuando eran perseguidos”.
En su criterio, la tecnología ha adaptado el oficio periodístico y se redescubre permanentemente dado que se puede fortalecer con los infociudadanos como aliados fundamentales en el rescate de la democracia.
“El infociudadano puede ayudar a exponer y visibilizar situaciones que el poder no quiere que se conozcan”, agregó el consejero de la Internacional de Resistentes a la Guerra (IRG).
A su entender, es casi imposible ocultar una situación de abuso de poder en un mundo tan interconectado porque siempre hay alguien con un teléfono en la mano y señaló que no es casual que tengamos una de las conexiones más lentas de América Latina.
“Por supuesto que el gobierno va a seguir restringiendo y coaccionando como mecanismo de control, pero seguiremos hallando nuevas herramientas y maneras de comunicar”, concluyó.
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