Fernando Pereira, de Cecodap, asegura que el personal docente tiene poca preparación para enfrentar el bullying
Carlota Reyes.-
Para Fernando Pereira, cofundador de Cecodap. el tema principal en el abordaje del bullying o acoso escolar no está vinculado a la penalidad de la acción, que si bien es cierto debe ser atendida, a su parecer, si no más bien a la construcción de un sistema sólido de convivencia en los espacios educativos, que involucre a la comunidad de la institución.
En este sentido, el experto considera que el proyecto de ley que se está discutiendo en la Asamblea Nacional debe ofrecer alternativas efectivas para el abordaje del fenómeno del bullying. Reconoce la necesaria actuación de los organismos de seguridad, porque «desde hace mucho tiempo los órganos del Estado no prestaban atención a estas víctimas».
Sin embargo, estima que se deben dictar políticas públicas con programas efectivos que se puedan implementarse en los 30.000 planteles que existen actualmente en Venezuela.
Pereira también afirma que los videos que se han viralizado son provenientes de colegios privados, no obstante, recuerda que el 80% de los estudiantes del país asisten a centros públicos, siendo «estadísticamente más probable» que la mayoría de los casos de acoso escolar sean en escuelas públicas.
¿Toda agresión de un estudiante a otro puede ser considerado bullying?
No todas las agresiones a un estudiante por parte de otro en un centro educativo constituyen acoso escolar o bullying. Para estar ante un caso de acoso es determinante la reiteración y la repetición con la que se da el hecho sistemáticamente, pues la víctima es agredida por el mismo estudiante o por un grupo de ellos que lo hace víctima de las agresiones.
El otro elemento fundamental es que se hace delante de un grupo de testigos espectadores que pueden presenciar el hecho y eso justamente es lo que potencia y le da fuerza al fenómeno del bullying.
Hay agresiones que se realizan en forma privada para quitar la merienda o amenazas con tijeras y armas blancas, ese tipo de hechos cuando es una pelea que se da en un momento determinado pues son casos de violencia, pero no constituyen acoso escolar.
¿Qué es el bullying escolar realmente?
El bullying es un fenómeno, en una forma de violencia, y está presente en los centros educativos en nuestro país y en el mundo, porque se trata de una forma de relación de buscar el control social, el poder, la dominación, el hacer daño y que –evidentemente- si no se atiende pues se va fortaleciendo y de alguna manera intensificando.
¿Qué tan constante es el bullying en los colegios?
Es frecuente en los centros educativos, lo que puede variar es si se visibiliza y se le reconoce por parte de las personas que están trabajando allí, si están conscientes que están ante un fenómeno de violencia, no ante cosas de muchachos o juegos de niños y; por lo tanto, el reconocerlo y actuar ante el mismo es lo que puede hacer la diferencia entre unos centros y otros.
¿Cuál es la mejor manera de tratar una situación de bullying?
La mejor manera de atenderlo es no ignorarlo, no ver hacia los lados, no banalizarlo y no pensar que eso deben arreglarlo los muchachos entre ellos, porque no amerita la intervención de los adultos.
Cuando se presenta un caso de acoso es porque hay una asimetría de poder entre la víctima y quiénes lo agreden y eso, justamente, es lo que impide que pueda poner fin a las agresiones por sus propios medios.
Lo ideal es que en los centros educativos exista un programa permanente para la promoción de la convivencia escolar, que se fomente un clima escolar saludable donde se puedan atender a tiempo los reclamos y el malestar que puede haber por diferentes situaciones.
Deben existir mecanismos para la resolución de conflictos, que estén claras las instancias ante las cuales se puede reportar un hecho de violencia o de acoso y que haya una respuesta inmediata y efectiva es lo que puede marcar la diferencia entre un centro que tiene una buena práctica para atender este fenómeno y que no se siga propagando.
¿Qué tan receptivos son los padres y autoridades del colegio para abordar este tema?
La actitud de los padres y las familias es variable pues no hay un solo tipo de respuesta. Es muy común que los padres de las personas que se dan por atendidos cuando hay reuniones ante cualquier denuncia son los de la víctima, son los que están sufriendo en carne propia su hijo o hija las agresiones.
También lamentablemente es común que al contrario los padres de quien agrede les cueste reconocer el hecho de que su hijo es así, que probablemente la tienen agarrada con él o ella, que el otro chico o chica de alguna manera es el que propicia que haya ocurrido alguna agresión, ya sea por ser como es o por la forma en que habla o cómo se viste.
Puede haber una actitud diversa y cuando las familias no solamente de la víctima y del agredido sino las familias en el conjunto del centro educativo se preocupan y se sensibilizan se puede atender el fenómeno entendiendo que el bullying no es un problema de dos, sino que es un problema grupal que afecta a todos.
Cuando en un grupo se tolera y se acepta que un compañero o compañera sea agredido y se normaliza ahí evidentemente hay un problema de grupo que los hace permeables a cualquier tipo de agresiones y violencia que se vayan presentando.
Las respuestas de las autoridades del colegio también son diversas, hay docentes y directivos que les asusta este tipo de casos, tienden a minimizarlos y ocultarlos pensando que eso le va a restar prestigio y credibilidad al centro educativo y evidentemente tienen una actividad pasiva poco colaborativa que en nada contribuye al fenómeno.
Por supuesto, nos encontramos otros docentes que quieren enfrentarlo y tomar medidas, pero en líneas generales en Venezuela encontramos poca preparación y formación por parte del personal docente que muchas veces debe contar más con su propio criterio, su instinto y su experiencia que con protocolos, guías y directrices bien definidas de cuál debe ser la actuación ante los distintos tipos de casos que se presentan.
¿Qué tan preocupante es la filtración de videos sobre situaciones de violencia en los colegios por las redes sociales?
Sin duda las redes sociales le han dado una dimensión y proyección al fenómeno del bullying sin precedentes en la historia, la instantaneidad, el alcance y la replicabilidad que tienen las imágenes tiene un impacto.
Es difícil de mensurar los casos que se han conocido, sin embargo, los que se han difundido justamente es por los videos que se han viralizado, seguramente son muchos más los casos que existen, pero no nos hemos enterado y probablemente ni siquiera la familia de la víctima lo sabe.
Uno de los elementos claves del bullying es el tema del silencio que muchas veces ampara al agresor el temor, el miedo, la vergí¼enza que siente la víctima, entonces la difusión de estos videos tiene un efecto por una parte nociva para los propios muchachos que están involucrados en ellos.
En estos videos es que se les puede reconocer y revictimizar a los jóvenes en algunos casos pues traen amenazas de personas adultas que se involucran sin conocer incluso los detalles que han motivado el hecho que se está presenciando allí, viendo la importancia de que se realice una investigación objetiva.
Desde Cecodap hemos advertido que no es conveniente por parte de ningún tipo de autoridad y, por supuesto, los medios de comunicación social replicar o reenviar esos videos donde se observan las características del rostro, uniforme, insignias e información que pueda permitir identificar y ubicar a estos chicos que para nada contribuye en solucionar específicamente el caso.
Estamos de acuerdo con la denuncia y con que se aborde la situación pero que se haga contemplando los límites que la propia LOPNA establece para proteger a los chicos que puedan estar involucrados en cualquier investigación.
¿Las nuevas acciones de la Fiscalía son positivas para tratar este problema?
La actuación de la Fiscalía está denotando que es un tema sensible que efectivamente las víctimas del acoso escolar han estado por su cuenta en la mayoría de los casos indefensa, que no han tenido respuesta por parte de los órganos del estado que han debido actuar en cada una de las situaciones.
Se deben abordar o como ha dicho el propio fiscal, están buscando que se visibilice el fenómeno y que se entienda la problemática que están viviendo estas víctimas. Que se puedan atender estos casos evidentemente es algo que no es otra cosa sino que cumplir con los propios preceptos que la ley establece.
Para que los resultados sean positivos lo que tenemos que esperar es ver en esos casos cuál es el resultado y si las medidas que se toman surten efecto, ahí tenemos de alguna manera los acontecimientos que están en desarrollo y habrá que esperar a ver los resultados.
¿Cómo ve usted la actuación de la Fiscalía al ir en su gran mayoría a colegios privados?
Que el tema sea abordado efectivamente y no efectistamente va a depender de que el proyecto de ley que se está discutiendo en la Asamblea Nacional ofrezca alternativas efectivas para el abordaje del problema del acoso, dictar políticas públicas con programas efectivos que se puedan implementar.
El fenómeno no se va a solucionar simplemente por 70, 80 o 100 casos que se puedan denunciar si no porque se puedan establecer lineamientos y bases para que en los centros educativos se promueva una convivencia escolar sana, positiva y que se pueda detectar y actuar cuándo hay casos que lo ameriten.
Se requiere ese elemento de prevención y de educación que solamente va a poder ser realizado en los casi 30.000 planteles que existen en el país en la medida en que las comunidades educativas estén formadas y cuenten con los recursos para llevarlo adelante.
La denuncia de los casos es una de las variables que está allí involucrada que puede tener incluso un efecto ejemplarizante para los propios chicos de ver que si le hace daño a un compañero puede tener consecuencias y eso también puede ser canalizado desde el punto de vista en que los propios centros educativos formen y eduquen a sus estudiantes y familias sobre el tema.
Los casos que se han difundido los videos son de estudiantes de colegios privados. El fiscal ha hablado de 74 denuncias que están procesando en los momentos actuales, sin embargo, no sabemos cuántas de ellas corresponden a centros educativos públicos o privados.
Sería un inconveniente que, por supuesto, la aplicación de las medidas esté solo dirigida hacia los colegios privados que constituyen menos del 20% de la matrícula del estudiantado del país. Más del 80% de los estudiantes en Venezuela asisten a centros públicos de enseñanza entonces la mayoría de los casos tiene que estar estadísticamente en esos centros educativos, en los que tendrían que estar muy atentas las autoridades y la propia Fiscalía para ver cuáles son los mecanismos para detectar esos casos que pueden estar sufriendo las víctimas de acoso.
*Carlota Reyes es estudiante de la Universidad Monteávila