Rafael Rodríguez Vargas.-
Ocho selecciones iniciarán en Rusia la lucha por conquistar la segunda competición más importante de la FIFA Â La Copa Confederaciones nació en 1992, bajo la denominación de Copa Rey Fahd, para paulatinamente tomar su formato y denominación actual, hasta convertirse en antesala del Mundial y en el aperitivo que calma las ansias de los aficionados por el deporte rey.
La Copa Confederaciones se juega en el mismo país que alberga el Mundial y, de hecho, sirve para que la FIFA pruebe toda la logística del evento. Los equipos participantes también pueden tener un primer contacto con las condiciones que marcarán el futuro torneo.
La edición del 2017 contará con la participación del anfitrión, Rusia, y del campeón del mundo, Alemania, junto con los monarcas de las diferentes confederaciones que constituyen la FIFA: Chile (Conmebol), Portugal (UEFA), México (Concacaf), Camerún (AFA), Australia (CAF) y Nueva Zelanda (OFC).
Todo equipo tiene su lado fuerte y su lado débil. Lo complicado es saber cuál ejerce más peso en la balanza. Por eso, al momento de poner en juego el cálculo, los números se quedan cortos si no se entiende el habla de cada aspirante al título.
Alemania arriba a Rusia con la corona mundial en su cabeza, pero su trayectoria ha bajado de nivel. Luego de conquistar el título en el 2014 llegó como favorito en la Eurocopa de Francia 2016. No pudo alcanzar el gallardete y se tuvo que conformar ser semifinalista. Su paso por las eliminatorias ha dado mucho de qué hablar, posicionándose en un buen puesto en la clasificación. En la Copa Confederaciones parte como el principal aspirante.
Portugal sorprendió al proclamarse campeón de Europa luego de un largo vacío que anestesiaba la historia de un fútbol sin alegrías. Así como en el 2016 nadie hablaba de la selección lusa, ahora puede ocurrir de nuevo que sorprenda al mundo de la mano uno de los mejores jugadores del momento: Cristiano Ronaldo. Quién sabe… Eder pudiera volver a dejar a todos con la boca abierta…
Mucho se ha hablado sobre las actuaciones de Chile en la Copa América, torneo que ha dominado a placer en las dos últimas ediciones, en ambas ocasiones derrotando a Argentina en la final. A esto se une el buen desempeño que mostró en el Mundial de Brasil 2014. Promete ser un posible candidato al título, aunque no se puede obviar que no se ha mostrado consistente en las eliminatorias de la Conmebol para alcanzar un boleto a Rusia 2018.
No hay que descartar la posibilidad de que un equipo africano, como Camerún, puedo aspirar de igual manera a ser campeón, aunque la estadística y la historia digan lo contrario. No son los favoritos, pero el fútbol es impredecible.
Palmarés de un torneo
Brasil, con cuatro títulos, es el dominador de la Copa Confederaciones, pero por primera vez desde la edición del 2001 el scratch no participará en esta competencia.
El cuadro de honor lo completa Francia, con dos trofeos; y Dinamarca, Argentina y México, con uno cada uno.
Dentro de las posibilidades que se cuentan como estadística para cada equipo, se asume que al menos uno de estos ocho debería ser el candidato ideal para coronarse como el campeón del mundo. Por eso se habla del impacto y trascendencia que hay detrás de esta competición.
Sin embargo, la calidad es lo que cuenta, y en definitiva, se impondrá el que mejor juegue desde el inicio. La estadística en el fútbol se tiende a equivocar cuando omite el hecho de que en este deporte, las sorpresas son la materia, y las posibilidades solo una molécula multiplicadora del valor biodegradable para con su esencia.
* Rafael Rodríguez Vargas es estudiante de Comunicación Social de la Universidad Monteávila.