Precios de medicamentos y escasez causan dolor de cabeza a los caraqueños

Mariana Pérez.-

Caraqueños viven calvario en busca de medicamentos. Foto: Mary Ann González

Para nadie es un secreto que cada dí­a que pasa el dinero vale menos ante los constantes aumentos de precios, debido a la crisis que sufre el paí­s desde el 2014. Los caraqueños deben sortear su dí­a a dí­a entre escasez e incrementos desmedidos. Si la situación es dura de por sí­ para la persona común por los altos precios en alimentos, es aún más fuerte para quienes padecen alguna dolencia o una enfermedad crónica y los miembros de la tercera edad.

Las pastillas para aliviar un simple dolor de cabeza superan con facilidad los 130 mil bolí­vares. Los fármacos utilizados en pacientes con hipertensión, diabetes o anticonvulsivos tienen un precio que varí­a entre 200 mil y un millón de bolí­vares, siendo casi incomprables para el ciudadano común que depende de un sueldo mí­nimo o de una pensión, según se pudo apreciar con un simple recorrido por distintas farmacias de Caracas.

«Hace nada cobré la pensión y sólo me alcanza para comprar las medicinas», aseguró Ana Villarroel, de 56 años, al momento de salir de una farmacia tras conseguir milagrosamente un par de cajas de Losartan, medicamento para la tensión, valorado en 200 mil bolí­vares. Villarroel indicó que para adquirir sus medicinas ha tenido que dejar de lado las compras del supermercado.

A los altos precios de los medicamentos, se suma a la lista de preocupaciones de los caraqueños la intermitencia en los anaqueles de los productos más básicos para atacar cualquier malestar general, sin mencionar aquellos productos de vital consumo, cuyas apariciones son más esporádicas. Hasta un simple antibiótico puede convertirse en un dolor de cabeza para quien lo necesita.

Farmacéuticos reconocen la intermitencia de los productos. Foto: M.A. González

Carolina, madre de un niño de cuatro años, dedicó el fin de semana a recorrer al menos “cinco farmacias” en busca del antibiótico recetado para su hijo de cuatro años, quien padece una infección.

Productos básicos como jeringas y yelcos también brillan por su ausencia. Andrea Vargas debió pasar momentos de angustia ante el adelanto del parto de su segundo bebé. Al llegar a la Clí­nica Santa Ana, de San Bernardino, lo primero que le dijeron fue que sin no llevaba un yelco para tomarle la ví­a no le podrí­an hacer la cesárea.

“Mi hermano recorrió varias farmacias y no encontró nada. A las cuatro de la mañana se colocó una bachaquera a la puerta del hospital, vendiéndolos en 50 mil, y todaví­a me dijeron que corrí­ con suerte, porque hasta en 150 mil los están ofreciendo en el mercado negro”, afirmó la mujer indignada.

Hipertensivos y anticonvulsivos entre los más solicitados. Foto: M. A. González

Farmacéuticos aseguran que la presencia de las medicinas en el mostrador es intermitente: «El tiempo en que desaparecen y vuelven a aparecer es totalmente aleatorio, puede que cargamentos de medicamentos para la tensión, que es el que más pide la gente, nos lleguen luego de tener dos o cinco meses de ausencia«, indicó el dependiente de una farmacia de Los Dos Caminos, en Caracas.

Ante esta situación cadenas de farmacia como Farmatodo han creado la opción de adquirir medicamentos a través de sus oficinas de Colombia; sin embargo, el pago de la medicina se realizará en peso colombiano o dólar.

Solo se debe ingresar a la página web de Farmatodo Colombia y seguir los pasos indicados en la sección nombrada «Enví­alo ya», para asegurar el enví­o de productos en su catálogo a Venezuela. La empresa responsable de la entrega es Liberty Express, indicó un empleado de este local, quien aseguró que esta opción gana adeptos con el paso del tiempo, a pesar de los altos costos, ya que la salud no se trata de un juego.

*Mariana Pérez es estudiante de la Universidad Monteávila

*Mary Ann González es estudiante de la Universidad Monteávila

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