Mariana Yánez.-
El presidente francés Emmanuel Macron y la canciller alemana Angela Merkel aprovecharon la primera cumbre del mandatario galo en Bruselas para entregar un mensaje inconfundible: sus países tienen la intención de liderar el resurgimiento de la Unión Europea (UE) después del terremoto que ha significado el Brexit.
Los líderes franco-germanos celebraron una inusual conferencia de prensa conjunta después de reunirse con sus 26 homólogos de la Unión Europea, con un telón de fondo con sus respectivas banderas y dónde no faltó la  azul del bloque con sus estrellas amarillas.
«Cuando Francia y Alemania hablan a una sola voz, Europa puede seguir adelante», dijo el recién llegado Macron, quien agregó que no puede haber una solución si no es una pertinente para Francia y Alemania.
A pesar de su tono más pragmático, el mensaje de Merkel era el mismo: «esta conferencia de prensa muestra que estamos decididos a encontrar conjuntamente soluciones a los problemas actuales”.
La reunión se produjo exactamente un año después de que en Gran Bretaña votara por convertirse en el primer país en salir de la Unión Europea, lo que provocó horrendas predicciones de la ruptura del bloque.
Pero Europa recibió una buena noticia y algo de calma tras la gran victoria electoral de Macron sobre la líder francesa de extrema derecha, Marine Le Pen, lo que trajo un nuevo optimismo tras años de austeridad y crisis.
En el centro de eso está la idea de que Macron puede ser capaz de reparar el «motor» tradicional detrás de la integración europea, la alianza post-guerra de París y Berlín después de siglos de conflicto. Los líderes franceses y alemanes, diversamente llamados Merkron, Mackerel y Emmangela en el estilo de apodos de pareja de celebridades, dijeron que tenían la intención de usar esa fuerza para moverse hacía un mejor y más productivo futuro.
Macron insistió en que la decisión de los dos líderes de aparecer juntos era algo más que un simple activismo político.
«Es más que un símbolo, es una verdadera ética de trabajo», afirmó.
Merkel y Macron insistieron en su unidad en una serie de cuestiones, incluyendo planes para impulsar las capacidades de defensa de Europa, con el continente incapaz de confiar en Gran Bretaña o los Estados Unidos bajo Donald Trump.
Los líderes franco-germanos también proclamaron su unidad frente el terrorismo, temas comerciales y el cambio climático, punto este último de especial importancia sobre todo después de que el presidente Trump anunciara el retiro de Estados Unidos del Acuerdo de París.
Sin embargo, tuvieron cuidado de no entrar en detalles sobre temas delicados como la reforma de la eurozona, la deuda griega o la crisis de refugiados.
«No anunciamos de antemano cosas que no podamos sostener», dijo Merkel cuando se les preguntó si finalmente se comprometerían con propuestas concretas después de las elecciones alemanas que se llevarán a cabo el 24 de septiembre.
La pareja también tomó una postura cautelosa sobre la oferta de la primer ministro británica, Theresa May, sobre los derechos de los ciudadanos de la UE que viven en Gran Bretaña.
Francia y Alemania son actualmente las dos grandes potencias económicas y políticas del bloque europeo, al igual que sus cimientos y los que llevan la voz de mando cuando del futuro de la UE se trata. Hoy su principal objetivo es evitar que este bloque colapse.
* Mariana Yánez es estudiante de Comunicación Social de la Universidad Monteávila.