María L. Noguera.-
La Contraloría General de la República es un órgano que tiene autonomía funcional, administrativa y organizativa que pertenece al Poder Ciudadano, y que se encarga de velar por la transparente administración del patrimonio público del Estado venezolano.
De acuerdo con la legislación venezolana, entre sus atribuciones está controlar la deuda pública; inspeccionar y fiscalizar los órganos, entidades y personas jurídicas del sector público; disponer el inicio de investigaciones sobre irregularidades contra el patrimonio público; e instar al Ministerio Público para que ejerza acciones judiciales a que hubiera motivo de infracción o delitos cometidos contra el patrimonio público.
Están bajo el ámbito de control de la Contraloría el Banco Central de Venezuela, las universidades públicas, los institutos autónomos nacionales, estadales, distritales y municipales, entre otros.
La misión de la Controlaría General de la República es que los ciudadanos y los gobernantes trabajen por la vigilancia y evaluación de la gestión pública, de modo preventivo.
La vigilancia resulta de la aplicación de métodos como recursos y activación de programas para el desarrollo de la sociedad, para poder garantizar el bien común en la población y evitar el beneficio particular.
La legislación deja claro que el objetivo de la Contraloría es el bien común, para lo cual debe impulsar programas hacia el gobierno y la ciudadanía para promover el desarrollo social; proponer soluciones para mejorar las condiciones económicas, sociales y políticas del Estado y de su comunidad; realizar diferentes actividades para mejorar la confianza de la ciudadanía hacia el Gobierno; plantear a la ciudadanía soluciones para acabar con todo lo que pueda arruinar el pluralismo social.
Para alcanzar estas metas desde la Contraloría se debe entender que la ética y la dignidad son los principales valores que merecen un alto nivel de respeto entre los ciudadanos y los gobernantes. Dentro de sus planes se debe dar espacio al fortalecimiento del sistema educativo, la comunicación entre los ciudadanos y el gobierno y la participación ciudadana.
Cuando se trata sobre el tema de la democracia, del pluralismo social y de la dignidad, se está hablando de principios, y la Controlaría tiene que tomar en cuenta a muchos de estos a la hora de regular y ejercer sus funciones: democratización, autonomía, transparencia, derecho ciudadano, legalidad.
La Contraloría es el mecanismo que, si cumple con sus atribuciones, puede propiciar mejores condiciones de vida de los venezolanos a través del respeto y ejercicio de sus derechos y de la participación ciudadana.
* María L. Noguera es estudiante de Derecho de la Universidad Monteávila.