Luis Contreras.-
Después de más de dos décadas entre enroques y jaques, Daniel Sanabria, experto nacional de ajedrez, asegura que a través de los años Venezuela ha dado pasos enormes en la práctica del deporte-ciencia, crecimiento que, según señala, empezó cuando los atletas fueron entrenados por personas que ya habían tenido experiencias en el juego en varios países del mundo.
Sanabria cita como ejemplo el caso del maestro del maestro Julio Bolbochan, quien entrenó a muchos de los maestros nacionales e internacionales de la actualidad. Afirma que, con el pasar del tiempo, Venezuela irá mejorando su juego a medida en que los atletas vayan saliendo a campeonatos y torneos disputados en el extranjero.
“Yo creo que a los pupilos les hace falta salir y expandir sus conocimientos sobre este deporte tan hermoso como es el ajedrez. Todo depende de su interés. Aunque no lo crean el ajedrez es un juego muy interesante, tienen que empaparse de esto, buscar sobre Kasparov, Capablanca, el mismo Bobby Fischer, quien cuando jugaba tenía un coeficiente intelectual más alto que el de Albert Einstein”, señala.
“Hay mucho por conocer todavía. El que quiere puede, amigo. Este es un deporte de honor, respeto y mucha disciplina, por eso pienso que todos no lo practican, porque el nivel de exigencia es muy alto”, agrega.
El experto afirma que la evolución que ha tenido Venezuela en el ajedrez es poca si se compara con el avance que experimentará durante los próximos cinco años. Sostiene que el impulso que muchos maestros, como Juan Rohl, están dando a la disciplina servirá de base para las siguientes décadas.
Recuerda lo difícil que era practicar ajedrez durante sus inicios en este deporte. “La cosas eran más ruda, no se conseguían revistas, no había forma de aprender lo actualizado para aquel tiempo. Para ese entonces teníamos que comprar libros afuera del país y mandarlos a traer”, destaca.
Sanabria ha entrenado a algunos de los mejores jugadores de ajedrez en la categoría juvenil, y es uno de los pocos conocedores de la materia que no enseña por remuneración en dinero.
“Así me muera de hambre no enseñaré por dinero. Prefiero pedir en el metro”, subraya.
* Luis Contreras es estudiante de Comunicación Social.