Inter, Roma y Fiorentina están en la final de la Champions League, Europa League y Conference League
Luis Manuel Escalante.-
¿Qué es jugar bien al fútbol? La respuesta parece haberse estandarizado dentro de aquellos que “saben de fútbol” en algo tan sencillo como: tener la pelota, ser vistoso y hacer goles. Y para esos estándares el fútbol italiano no parece tener cabida.
Cuando se habla de jugar bien la cara que viene a la mente de muchos es la de Guardiola, persona que, sin duda alguna, ha distorsionado la forma de percibir el juego.
Nadie niega que el Barcelona de Guardiola fue un equipo magnífico e irrepetible y que el estilo del catalán ha dado de qué hablar durante más de una década, pero se olvida que es solo eso: un estilo.
Cuando se habla del fútbol italiano se tiene la percepción errónea de asumir que se juega siempre al catenaccio, sistema de juego popularizado por los italianos que consistía, en pocas palabras, en defenderse de forma extrema cuando se iba por arriba en el marcador, pero parece olvidarse la larga trayectoria del fútbol italiano y su influencia en el deporte.
Hay que saber diferenciar entre saber defenderse y ser un equipo defensivo. Este año los equipos italianos han sido todo, menos defensivos.
¿Catenaccio?
El Napoli, campeón de Serie A, y a falta de un partido para terminar el torneo, registra 75 goles a favor y 28 en contra, anotó 20 goles en fase de grupo de Champions y recibió 6. El Inter, finalista de Europa y campeón de Copa Italia, anotó 70 goles y recibió 42 en liga; y, en el torneo en el que es nuevamente finalista, 10 goles a favor y 7 en contra en fase de grupos, y mencionar que jugó una semifinal sin recibir goles en dos partidos y convirtiendo tres goles.
En contraparte, el City anotó 94 goles y recibió 33, el Barcelona, a falta de un partido de liga, registra 69 goles a favor y 18 en contra. Números muy similares entre los campeones de las tres principales ligas del mundo. La diferencia de goles del City se puede contrarrestar con sus goles recibidos, estadística en donde tanto Napoli como Barca son mejores.
El Inter es un equipo finalista de Champions que en liga recibió 42 goles, misma cantidad de goles que recibió el Athletic Club de Bilbao quien lucha en mitad de tabla en la liga española.
La Roma en Europa League ha jugado 14 partidos, antes de la final, anotó 20 goles y recibió 10. La Fiorentina en Conference League, a falta de jugar la final, jugó 14 partidos en los cuales convirtió 36 goles y concedió 16.
Estos no son números de equipos “defensivos”, ¿no crees? Al contrario, más bien parecieran ser más arriesgados en ataque y por eso suelen anotarles tanto. La diferencia radica, reitero, en saber diferenciar un equipo defensivo de uno que sabe defenderse.
El Inter solo recibió tres goles en rondas eliminatorias en Champions, igual que el Manchester City. La Roma, bajo esta misma lupa, recibió tres goles en fase de eliminación y la Fiorentina 10, lo curioso con este último equipo es que los de Florencia anotaron 22 goles en estos partidos. Es saber defenderse cuando el partido así lo requiere.
Muchos equipos y espectadores se centran en la parte ofensiva y se olvidan que el fútbol tiene también la fase de recuperación y de transición defensiva. Es simple, hay que atacar y defender.
Yo le aseguro, querido lector, que si el Barcelona hubiera entrenado mejor su fase defensiva no le metían cuatro en Anfield, si el Ajax hubiera entrenado mejor su fase defensiva no hubiera caído en semis ante el Tottenham.
Esta temporada los equipos italianos han implementado bien esos conceptos básicos y se defienden bien, sin dejar de lado la labor ofensiva.
¿Cómo es posible que la liga de una tetracampeona del mundo pueda ser subestimada? El fútbol de un país que tiene equipos como el Milan que obligó a cambiar la regla del fuera del juego, ¿no fue un italiano el que llevó al City ganar su primer título de liga luego de más de 40 años?, ¿no fue Conte quien le dio el último título de Premier League al Chelsea?, ¿quién le dio la décima Champions al Madrid? El mismo que tuvo pupilo a quien luego les haría ganar tres más, el mismo que saldría nuevamente campeón de Europa hace un año.
El Leicester logró unas de las hazañas más grandes en la historia del fútbol inglés bajo el mando de un italiano, Ranieri. Brighton jugará su primera competición internacional y ¿quién los llevó a eso? Roberto De Zerbi junto a una plantilla llena de sudamericanos.
Da la impresión de que muchos no poseen cierta memoria futbolística para recordar que el Calcio era la liga más importante en los 90’ s y a principios de siglo.
No hay que olvidar, de igual manera, al último campeón de Europa que se consagró convirtiendo 13 goles y recibiendo cuatro en siete partidos.
De cara a Estambul
A la víspera de una nueva final del torneo más importante de Europa, el 10 de junio en Estambul, parece que todos asumen quien será el campeón. “El City arrolla al Inter”, parece estar escrito.
Esta situación, con el mismo protagonista, hace recordar a la última “Orejona” que consiguió el Inter con Mourinho en 2010. Me refiero a esa serie contra el Barcelona. El discurso en los medios y en la gente era el mismo, apoyar al equipo catalán por su estilo de juego, lo que pasó luego ya es historia.
Lo cierto es que, retomando una idea previa, cuando se habla de estilos de juego se distorsiona la idea de “jugar bien” y esto es culpa de Guardiola.
Desde aquel Barcelona todos quieren jugar como ese equipo, todos entienden que quienes juegan así son los que están jugando bien ¿Acaso el Atlético de Simeone no jugaba bien? No creo que un equipo campeón de liga, Europa League, Copa del Rey, Supercopa y finalista en Champions haya conseguido eso “jugando mal”, o peor aún, “jugando feo”.
¿Qué es “jugar feo”? No hay nada más subjetivo que eso, a fin de cuentas cada equipo tiene sus formas. Si un equipo logra cumplir todas las fases del juego (atacar, recuperar y defender) está jugando bien y para eso no es necesario hacer 500 pases por partido.
La distorsión a la percepción del deporte causada por Guardiola es, incluso, una de las razones del decaimiento del fútbol sudamericano, pero eso es tema para un futuro artículo.
A ojos del espectador la liga inglesa es la más vistosa por el ritmo dinámico que presenta y la cantidad de goles que se ven en cada partido. Esto parece opacar una realidad muy interesante: hay tres equipos italianos en las tres finales de las tres competiciones europeas.
Fiorentina se enfrentará contra el West Ham por el título de Conference League; Mourinho, quien no ha perdido una final en copas europeas, comandará a su Roma por un nuevo título internacional ante el Sevilla por la Europa League; y, finalmente, Inter busca su cuarta Champions ante el Manchester City y su ilusión de ser campeón por primera vez.
Tres equipos italianos y dos ingleses en las finales sugiere una especie de lucha por ver qué país, qué liga, dominará Europa en los próximos años.