Venezuela está en cada suspiro de Carla Angola en Estados Unidos

Sin fecha de retorno, la periodista venezolana se dedica a recorrer el paí­s de acogida, que ya la aceptó como ciudadana americana.

Carla

Carla Espinosa Noguera.-

Aquel lunes del 27 de mayo de 2013, el silencio fue mortal y definitivo. La audiencia de Globovisión, cada vez más polarizada para entonces, ya no verí­a más el programa Buenas Noches.

La suspensión implicó la desaparición de la pantalla chica de un grupo de periodistas, entre ellos Carla Angola, quien unas horas antes habí­a renunciado a la televisora que le dio su primera experiencia laboral.

A la edad de 15 años, rodeada de un rebobinar de cintas de edición, cámaras, actores y cables por la gerencia de su padre, quien pertenecí­a al mundo audiovisual de los medios en Venezuela, habí­a algo seguro en la vida de Carla Angola: estudiar Comunicación Social, sin embargo, en una carrera tan variopinta no tení­a claro a qué se iba a dedicar.

Años después se convertirí­a en la periodista venezolana que ha circundado la polí­tica de los últimos años desde el exilio…

Un adiós marcarí­a el desenlace de la vida profesional y personal de Carla en Venezuela, cuando por un torbellino de persecuciones decide salir del paí­s, con destino a los Estados Unidos, nación en la que se radicarí­a hasta los dí­as de hoy.

Tiempo antes de notificar su renuncia al medio Globovisión, ella ya trabajaba a la distancia con el canal de los venezolanos en el mundo: EVTV Miami, razón por la cual su llegada a los Estados Unidos fue el rostro de una inmensa sorpresa y una inequí­voca casualidad en su azar, así­ que absolutamente no fue empezar desde cero.

Para el 2014, entre la crisis y la salida para nada contemplada, la interrogante de ella era: ¿primero Panamá o Estados Unidos? A lo que su esposo le expresó: «¿Por qué no damos el salto completo a Estados Unidos? Si fracasamos en Panamá o nos va mal, no hay a dónde volver, no hay a dónde escapar, pero si vamos a Estados Unidos siempre vamos a tener Panamá. Vamos a dar el salto grande». Y así­ fue.

En septiembre de 2018, Carla como la primera periodista venezolana, logró entrevistar en una rueda de prensa al presidente de los Estados Unidos, en ese entonces, Donald Trump, en el marco de la Asamblea General número 73 de la Organización de las Naciones Unidas.

– Era la primera vez del presidente Iván Duque, de Donald Trump, de EVTV Miami y de mi persona en una Asamblea General de las Naciones Unidas, fue absolutamente emocionante escuchar de Trump: ‘Todas las opciones están sobre la mesa para Venezuela’. Una respuesta que se convirtió en titular de la prensa universal.

A Estados Unidos, Carla llegó con trabajo, justo ese medio en el que a la distancia trabajaba en Venezuela, ambos crecí­an y con un incesante trabajo el medio y ella fueron aspirando en un paí­s totalmente distinto, desconocido y que definitivamente era un reto, de esos que te impone la vida misma.

– Considero que soy una absoluta privilegiada y de esto solo puedo estar agradecida, me he convertido en una periodista con hambre de conocimiento y con la certeza de que hay posibilidades que ni siquiera he contemplado.

Tan venezolana como americana

Desde una voz que irradia alegrí­a, para Carla, Venezuela es ella misma, es cada una de las personas que emigraron, es la panaderí­a que está en la esquina de su casa en Miami, es su esposo que tiene acento venezolano y que además, siempre tiene aquellas anécdotas de Calabozo, Los Llanos o la finca en la que creció. Venezuela está inclusive después de abrir la puerta de su casa y tener a sus vecinos que son sus compatriotas.

– En mi cultura está tanto la bandera americana como la bandera venezolana, amo mis tradiciones, amo mis platos tí­picos que siempre están en mi hogar, amo mi acento, amo mi historia, mis recuerdos, amo lo que fui en Venezuela, con la certeza de que esa Venezuela ya no existe, es una Venezuela totalmente distinta.

El entorno no es tan palpable hasta que se vive y los desafí­os siempre están y en su vida el reto mayor fue poder desenvolverse en un paí­s incógnito para comenzar a escribir una historia en una hoja en blanco a nivel profesional, que claramente conllevaba manejar el idioma: el inglés.

– Imagina empezar a conocer un paí­s desde cero, desde el punto de vista polí­tico, económico, social, como para poder hacer entrevistas de la realidad doméstica y mundial, la exigencia a nivel de comunicaciones es mayor, pero sin miedo lo hice.

Carla considera que pasó de tener siete estrellas de la bandera de Venezuela a tener 50 más y lejos de recordar su vida en el paí­s natalicio con nostalgia y tristeza, reconoce que ahora mismo su labor es más útil allá para seguir denunciando lo que aquí­ pasa.

En la tranquilidad y plenitud de su existencia no se plantea tiempos ni fechas para retornar al paí­s que jamás deja de pensar, pero siempre tendrá la ilusión de volver a casa, para apreciar el majestuoso ívila.

– Yo no puedo volver a mi casa y ellos están encerrados en mi casa porque a mí­ me persiguen ellos, pero a ellos los persigue el mundo.

Estados Unidos le brindó un hogar cuando ella perdió el suyo, nada estaba listo para una despedida, pero sin lugar a dudas encontrarse con otra latitud ha sido para sumar, transformarse y aspirar a un techo que seguramente no tenga lí­mites.

– Culturalmente no rechazo nada, mi corazón tiene un montón de colores, esa es la realidad.

Desde su llegada al paí­s más grande de Norteamérica, se ha encargado de recorrer 26 de los 50 estados que tiene esta región, para conocerlo tanto como si fuera de ella.

– No siento que perdí­ aquellos paisajes y ahora los sustituyo por estos, aquí­ nada se sustituye, aquí­ hay espacio para todo, porque el corazón crece, el corazón no se achicopala, el corazón no se minimiza, es todo lo contrario, el inmigrante más bien empieza a añadir nuevas memorias a su vida sin borrar las que tuvo la fortuna de experimentar.

Nueve años después, con grandes aspiraciones y en una nueva localidad, el programa que en Venezuela se llamaba Buenas Noches, pasó a llamarse Aló Buenas Noches. Venezuela seguirá allí­, presente en sus ilusiones, en sus querencias, en sus esperanzas.

Carla Espinosa Noguera es estudiante de la Universidad Monteávila

8 comentarios en “Venezuela está en cada suspiro de Carla Angola en Estados Unidos

  1. Maravillo !!me encanto ,será porque soy admiradora de Carla siempre la veía en el programa aquí en Venezuela y la sigo por su gran amor a vzla y tu reconocimiento es valioso ! 20 de 20 sigue y serás tan grande como ella ..

  2. Excelente,majestuosa,muy completa,y por sobre todo,orgullosa de nuestra gente,felicidades,llegarás tan lejos que te perderás en la distancia y el tiempo

  3. Muy buena reseña de nuestra Carla orgullo de Venezuela. Una periodista y un ser humano excepcional. Que sigan los éxitos y se nos cumplan todos los deseos de que nuestra Venezuela renazca como el ave fénix

  4. Felicidades para ambas la graduando por atreverse a dar el salto cuántico de entrevistar a excelente profesional, en un futuro Carla Espinosa serás igual a tu tocaya 2 Carlas en la comunicación para aportar al mundo 🌍. Carla Angola por ser un ser humano sencillo sin poses con una gran empatía.
    Para mi sería un honor tenerlas en un live en mi Instagram @trinarmonycoach. Bendiciones

  5. Excelente, Carla nos representa y es sin duda, una de las mejores profesionales del periodismo que se ha tomado muy en serio, ser un portal abierto para el logro de la nueva independencia. La Muy bien hecho.

  6. Es una entrevista cronicada de alto vuelo. No esperaba menos de una de mis mejores alumnas y quien lleva al periodismo en sus venas. Felicidades!!!

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