La elección de 2010 de Qatar como sede del mundial trajo consigo muchos más problemas que alegrías y entre tanta corrupción, muerte y millones gastados cave lugar preguntarse ¿realmente valía la pena?
Abel Graterol | @abeljgraterol
La elección de Qatar como sede del torneo deportivo más importante del mundo no se puede explicar sin el suizo Joseph Blatter, expresidente de la FIFA que estuvo al mando de la organización por 17 años hasta que renunció como resultado de las acusaciones de corrupción contra el organismo.
El que Joseph Blatter llegara al mando de la FIFA se debe en gran parte a Joí£o Havelange quien fuera presidente de la FIFA desde 1974 a 1998 y, que en su búsqueda por conseguir que a la organización comenzara a ingresar dinero, contrató al suizo para desarrollar todo lo relacionado con el mercadeo y financiamiento de la federación.
Bajo este deseo de Havelange, el suizo logró un acuerdo con Coca-Cola en el que ambas marcas saldrían beneficiadas y firmó con Adidas el desarrollo de todo el material deportivo relacionado con los torneos del ente deportivo, trato que se mantiene actualmente.
Los señalamientos de corrupción de este organismo ve sus inicios precisamente en esta época y es que, tal y como se evidencia en el documental de Netlifx, FIFA Uncovered, el jefe de Adidas y dueño de la compañía International Sport & Leisure, quienes eran dueños de los derechos televisivos de la FIFA, Horst Dassler, solía sobornar anualmente a Havelange para tener beneficios para sus dos compañías.
El actuar de Horst Dassler no pasó desapercibido para Blatter, quien en una ocasión descubrió un pago que pasaba los 1.5M USD para Havelange, como consecuencia el suizo supuestamente lo extorsionó acordando que para 1998 el brasileño dejara de ser presidente de la FIFA, dándole así a Blatter la oportunidad de ser candidato.
En plena campaña y a solo meses de las elecciones el entonces presidente de la UEFA, Lennant Johansson tenía, según Reuters, el apoyo de 63% de las federaciones; sin embargo, el elegido en aquel momento fue Joseph Blatter y la respuesta a cómo lo logró es la misma que a la pregunta de cómo Qatar terminó siendo sede de un mundial: Corrupción.
Blatter se encargó de revertir su clara desventaja negociando con la CONCACAF (Confederación de Norteamérica, Centroamérica y el Caribe de Fútbol) que en total representaban 30 votos a su favor al ser esa la cantidad de países dentro. Además de esto también acordó que, de ganar, Sudáfrica sería sede de un mundial, obteniendo así 14 votos de la CAF (Confederación Africana de Fútbol).
Si no fuese suficiente con lo ya conversado con ambas confederaciones, Joseph Blatter recurrió al millonario catarí Mohamed bin Hammam para que lo apoyara económicamente con el soborno y traslado a París de los presidentes de las federaciones africanas que votarían por Blatter, tal y como reporta The Guardian y como se ve en FIFA Uncovered.
De hecho, Lennant Johansson en su discurso el día de las elecciones dice que su candidatura fue en base a la democracia y a la legalidad y no con acuerdos económicos y promesas futuras, dejando entrever una acusación hacia su rival, Joseph Blatter.
Luego de que tomara el poder como presidente de la FIFA en 1998, Blatter fue reelecto en 2002, 2007 y 2011 con la particularidad de que en las últimas dos elecciones no tuvo ningún candidato en contra.
Qatar 2022: Un mundial con sabor parisino
Al mediodía del 23 de noviembre de 2010, tal y como explica France Football, ocurrió una reunión en el Palacio del Elíseo, allí se encontraban el presidente de Francia, Nicolas Sarkozy; el príncipe heredero de Qatar, Tamin bin Hammad al-Thani; el presidente de la UEFA, Michel Platini y el propietario del Paris Saint Germain (PSG), Sebastián Bazin, quienes en dicha cena acordaron el voto de Platini a favor de la candidatura de Qatar y a cambio ofrecieron ayudar al PSG a superar su crisis financiera.
Además de la reunión, Mohammed bin Hammem, quien en 2010 ya era presidente de la Asociación de Fútbol de Qatar y titular de la Confederación Asiática de Fútbol, pagó más de 3.6M USD a varios miembros del Comité Ejecutivo de la FIFA para que estuvieran de acuerdo con la decisión, según los señalamientos de distintas personalidades que han estudiado el caso.
Cabe mencionar que dentro de esos 30 miembros estaba Issa Hayata, quien en 2002 había sido el rival de Blatter en las elecciones a la presidencia de la FIFA.
Así fue como el 2 de diciembre de 2010 Qatar fue elegido sede para el mundial de 2022 y unas semanas después el fondo Qatar Investment Authority adquirió 70% de las acciones del PSG.
La candidatura más cara y cuestionada de la historia
En aquel momento el principal candidato para ser sede del mundial en 2022 era Estados Unidos, que había invertido cerca 5M USD en su propuesta, por otra parte, Qatar había gastado 40 veces más, alcanzando los 200M USD, algo que encendió más de una alarma en su momento.
Con el paso de los años se fueron destapando más denuncias relacionados con esos votos por Qatar y es que la justicia suiza descubrió que los cataríes se habían gastado 4M USD en un smistoso Argentina – Brasil, jugado en Doha a finales de 2010.
Dicha cifra era tres veces más de lo que normalmente se gasta en un amistoso de esa clase y, tal y como reseñó el periódico O Estado do San Pablo, ese dinero estaba relacionado con la elección de la sede mundialista.
Curiosamente ese clásico sudamericano disputado en tierra catarí fue organizado por la misma empresa que se encargó de las obras del mundial de 2022, Ghanim Bin Saad Al Saad & Sans Group Moldings (GSSG)
Casi cinco años después de la elección de la sede, el 27 de mayo de 2015 la justicia suiza junto al FBI comenzó con las detenciones relacionadas con un caso de corrupción sistemática dentro de la FIFA (FIFA-Gate).
Para 2021 la lista terminó incluyendo a 50 personas y con Joseph Blatter y Michel Platini sin ningún cargo por parte del Departamento de Justicia de Estados Unidos y con un caso común de absolución por las autoridades suizas, pero sí terminaron con una suspensión hasta 2028 por parte de la propia federación deportiva.
En 2022 solo uno de los 22 miembros del Consejo Ejecutivo de la FIFA que escogió los mundiales de 2018 y 2022 se mantiene en el cargo.
¿Cuántas vidas vale un torneo de fútbol?
La mayoría de la población de Qatar es extranjera y en el caso de los trabajadores no es diferente, de hecho, según información del medio France24 entre 90 y 95% del personal del mundial fueron extranjeros, con más de 2 millones de personas provenientes de países como la India, Bangladesh, Nepal, Kenia, Filipinas e Indonesia.
El problema es que estos trabajadores están bajo el Sistema Kafala que tal y como reseña la BBC es un mecanismo de patrocinio que les da empleo, la posibilidad de recibir un visado o permiso laboral y hospedaje.
A cambio de todo esto, los empleados no pueden ni salir del país ni cambiar de empleo sin permiso de su jefe, algo que Amnistía Internacional califica como esclavitud moderna.
Tanto Human Rights Watch como Amnistía Internacional han denunciado que además del Sistema Kafala estos obreros trabajaron en jornadas de entre 16 y 18 horas cuando lo máximo son 8 horas y que además estuvieron expuestos a altas temperaturas de hasta 50° C.
Los ´patrocinadores´ atraen a los migrantes con llamativas ofertas de sueldos de entre 500 a 4.300 USD; sin embargo, tal y como reporta Fonsi Loaiza en su libro Qatar: sangre, sudor y fútbol la mayoría de las veces eso no se cumple, de hecho, generalmente el primer sueldo se lo queda el ´patrocinador´ y el trabajador termina recibiendo mucho menos de lo acordado y a quien se le ocurría protestar era deportado.
Bajo estas condiciones laborales extremas han muerto miles de trabajadores, según The Guardian entre los años 2010 y 2020 la cifra ascendía a 6.500 fallecidos y según Amnistía Internacional pueden ser más de 15.000 durante ese periodo. Todo esto basado en el alza de muerte de inmigrantes donde las causas repetidas en todas las actas son dos: causas naturales y paros cardiacos.
El mundial del derroche
Desde su candidatura se vieron los excesos que traería consigo este mundial, pero nadie pensó que las cifras fueran tan grandes y es que -según el portal Statista- en todo lo que se ha hecho en Qatar desde 2010 hasta abril de 2022 los gastos rondan los 200MM USD (200 mil millones de dólares), convirtiéndolo en el mundial más caro de toda la historia.
Nada más en la construcción de las ocho sedes del mundial se han gastado entre 6.5 y 10 mil millones de dólares, cuando el presupuesto inicial era de 4 mil millones, lo peor es que la mayoría de estos estadios serán demolidos cuando termine el mundial.
Front Office Sports explica el caso del Stadium 974, el cual tiene capacidad para 40.000 espectadores y que fue construido con contenedores de barcos reciclados y es que apenas termine el mundial será demolido y estará a la venta (por partes) para quien busque una infraestructura para algún torneo.
En Qatar las reglas de juego son diferentes
Tradicionalmente el mundial de fútbol suele disputarse en verano, con la mayoría de las competiciones acabadas, permitiendo que sea una verdadera fiesta donde jugadores y fanáticos se centren solo en el torneo, sin embargo, esta vez la competición se disputará en invierno, debido a que es la época del año donde las extremas temperaturas de Qatar bajan.
Esto trajo como resultado que todas las competiciones de fútbol tuvieran que modificar sus calendarios, causando que aumentaran la cantidad de partidos que se jugaban por semana y ocasionando una cadena de lesiones de futbolistas de primer nivel.
Por otro lado, mucho se ha hablado sobre una serie de supuestas prohibiciones estipuladas por las autoridades cataríes para los aficionados que vayan a ver el mundial, entre ellas están no beber alcohol, la prohibición de la homosexualidad y todo lo relacionado con ella, normas de vestimenta, la prohibición a los gritos y comportamientos irrespetuosos en las calles, así como las muestra de afecto en las parejas heterosexuales no casadas.
Como respuesta a esto en octubre la FIFA emitió un comunicado diciendo que la imagen con las supuestas prohibiciones era falsa, sin embargo, más de una autoridad catarí ha reiterado la solitud de respeto a su cultura haciendo especial énfasis en que la comunidad LGBT debe entender que no será bien recibida en el país.
Ante todas estas limitantes muchos son los aficionados y famosos que se han negado a ir a Qatar, entre ellos resaltan personajes como Ibai Llanos quien se negó a ser uno de esos tantos ´streamers´ que limpien a imagen del mundial, tal y como él mismo dijo.
Así mismo la cantante Dua Lipa expresó en su Instagram que no cantará en la inauguración del mundial, de hecho, aclaró que solo pisará tierras cataríes cuando rectifiquen su situación en materia de derechos humanos.
La barranquillera Shakira también declinó la invitación, a pesar que sería su cuarta presentación consecutiva en un evento de este nivel.
Frente a esta situación, tal y como reseña The New York Times, la respuesta de Qatar ha sido contratar aficionados, pagándoles viaje, estadía y entradas de hasta 50 personas por cada una de las selecciones participantes, a cambio los fanáticos deberán hablar bien del mundial en redes y compartir el contenido de las cuentas oficiales.
Por otro lado, las diversas cuentas oficiales del mundial han publicado videos donde se ven a muchas personas de aparente origen catarí marchando y desfilando por las calles vestidos con camisas de España, Argentina y Francia y lo han reseñado como si fuesen la fanaticada real de estos países…
Sin lugar a duda Qatar 2022 pasará a la historia como uno de los mundiales más polémicos y controversiales, donde el balón se salpicó de sangre y corrupción por deseos de las personas más adineradas del mundo.
Los emires y millonarios cataríes no se dieron cuenta de que su capricho costaba miles de vidas, miles de millones de dólares y cambios logísticos en todo el balompié mundial o peor aún, lo sabían y no les importaba sacrificar todo eso a cambio de un mes de fútbol en sus tierras…
*Abel Graterol es estudiante de la Universidad Monteávila
*Producción audiovisual: Camillo Carosone, estudiante de la Universidad Monteávila
La documentación, a través de las distintas fuentes informativas, otorga solidez a la narrativa de este reportaje. Hay calidad. Vale la pena leerlo!!!