Nelly Meléndez.-
Así que has pensado en escribir, se te ocurren ideas y corres hacia tu computadora a abrir Word… Gran error, entras, configuras página, pero vas escribiendo en un papel para llevar la secuencia y no equivocarte con los personajes, sus relaciones, escenarios… Al final tu novela está más en el papel que en procesador, así que tienes que andar con tus notas a todos lados para no perderte.
Como ves, los profesionales de esta época no hacen eso, simplifican su vida usando software que les permite planificar su novela completamente y, posteriormente, escribir en cada una de las secciones planeadas. El programa con mejores prestaciones y recomendado por los especialistas es Scrivener, es de pago, pero puedes hacer uso gratuito por treinta (30) días. Si puedes escribir tu novela en ese tiempo, pues adelante.
Yo he probado buenos programas de código abierto, pero son complicados para instalar cuando no se sabe mucho de sistema operativo, es el caso de oStorybook y ghostwriter.
Pluma (Plume Creator) una solución open source para la escritura de novelas y lo mejor es que tiene versión en español. Si tienes la idea de una novela y decides crearla con esta herramienta, indicas el nombre de tu proyecto y puedes decidir entre 4 opciones: historia corta, por ejemplo un cuento; novela corta, novela y novela larga. Luego decides cuántos libros ocupará, el número de capítulos y el número de escenas por capítulo. Si el espíritu de Shakespeare entra en tu cuerpo y decides hacer el Rey Lear del siglo XXI puedes optar por la opción escena y armas por actos tu libro.
Si bien Agatha Christie escribía en sus cuadernos dispersos las distintas notas, características de los personajes y relación entre ellos, y también con el crimen, tú como escritor de esta época no tendrás que depender tanto de la memoria, sino de tu talento. Con este software podrás tener una mesa de trabajo y hacer sinopsis de los capítulos, a fin de organizar tus ideas. En la opción “puesta en escena” podrás indicar los personajes, objetos y lugares, para hacer seguimiento de la coherencia interna en la novela.
¿En qué momento escribes tu trama? En el organizador de ideas, la mesa de trabajo, redactas directamente en la escena de cada capítulo. Pero si te pusiste una meta diaria de tiempo para escribir, no te preocupes porque Pluma incorpora un control de estadísticas que mide el tiempo que pasas escribiendo, una sección de notas y, la mejor parte, un workbench para que veas como va la secuencia de tu obra (algo así como un diagrama de flujo) y, por supuesto, opciones para ortografía y buscar/reemplazar. Así que empieza de una vez.
Si prefieres probar otra herramienta te recomiendo Manuskript, otra opción al Scrivener. También en español como Pluma, pero me gusta mucho porque también es estupendo para escribir artículos científicos, lleva el conteo de palabras, de modo que controlas lo que planeaste hacer.
Tiene siete secciones de trabajo, comienzas con la descripción general del libro, el resumen en una frase, descripción de los personajes principales, secundarios y menores; las distintas tramas que presentarás, el mundo que estos personajes compartirán; y finalmente, la redacción de cada una de las secciones que has previsto. Hace lleva un árbol del proyecto para que veas como va y te ayuda a esquematizar. Funciona para Windows, Mac o Linux, así que definitivamente no tienes excusas para arrancar.
Finalmente te presento yWriter, un software intuitivo con el que puedes organizar tu libro por escenas para luego insertarlas en los distintos capítulos. Tiene una base de datos con los personajes, lugares y objetos de tu historia; además, puedes llevar el control de revisión de versiones. Me encanta su storyboard que esquematiza la secuencia de la novela, aparición de personajes, tramas, subtramas. Por supuesto que no podía faltar el contador de palabras.
¿Te animaste a escribir? Pues no olvides lo que decía Doris Lessing, premio Nobel de literatura en 2007: «El talento es algo bastante corriente. No escasea la inteligencia, sino la constancia».
Si estás demasiado ansioso o preocupado aplica esta máxima de Heminway: “Olvida tu tragedia personal. Todos estamos enfadados por algo y tienes que estar herido como el infierno antes de que puedas escribir en serio. Cuando te lastiman, úsalo”. Así que adelante.
*Nelly Meléndez es profesora de la Universidad Monteávila