Leer y correr | Nos vamos para Chichiriviche

Luisa Caruto.-

Chichiriviche es un paraí­so para los corredores. Foto: Luisa Caruto

La combinación perfecta para un corredor de montaña es una carrera con ruta cómoda, clima templado, puntos de control a lo largo del recorrido, su respectivo avituallamiento y el disfrute de hermosos paisajes. Existen temerarios que han corrido el Ultrarace Copa North Face buscando traspasar los lí­mites del cuerpo, siempre con la adecuada preparación fí­sica, mental y la cualidad de la autosuficiencia.

El Ultrarace North Face es una carrera de modalidad ultramaratón que se ha celebrado desde el año 2010 en las costas de Vargas y Aragua. Este exigente reto se hace por el mes de octubre con la participación de 500 atletas en tres distancias: 21.8 kilómetros (retorna en Chichiriviche de la Costa); 52 kilómetros (con punto de retorno en Puerto Cruz) y 80 kilómetros (retornando en Puerto Maya), el punto de salida y llegada de todas las carreras es el Club Oricao.  Los corredores disponen de un tiempo máximo de 6 horas para 21 kilómetros, 12 horas para 52 kilómetros y 20 horas en 80 kilómetros. El reglamento de este evento es bastante exigente, en el que se destaca la prohibición de recibir ayuda externa durante el desarrollo de la prueba fuera de los puntos dispuestos por la organización. Tampoco se permite ir acompañado de otras personas que no sean participantes inscritos.

En la zona oeste del Litoral Central, a una hora del Aeropuerto Simón Bolí­var, se encuentra la hermosa bahí­a de Chichiriviche. La playa es limpia, con un oleaje suave pero de agua profunda que hace de esa costa un lugar ideal para la práctica del submarinismo. La caza del pez león es una actividad exótica hasta para sus pobladores. Del pueblo salen peñeros para Puerto Cruz que, debido a lo retirado de este sitio, tiene una playa más paradisí­aca que la de Chichiriviche. La pequeña población de Puerto Maya pertenece al Municipio Tovar del estado Aragua, posee una playa virgen y ensenada propia del Mar Caribe, la captura artesanal de la langosta es un espectáculo tan magnifico como la degustación de este crustáceo decápodo. Esta guí­a turí­stica de la costa venezolana es el panorama del corredor que sale a medianoche con todo entusiasmo teniendo que lidiar en un terreno poco uniforme e intrincado, temperaturas adversas por encima de los 40°C, mucha humedad, desniveles de mediana y alta dificultad.

Para un corredor tradicional el hecho de pasar tantas horas en actividad bajo condiciones extremas es un riesgo para la salud, quienes lo han hecho son considerados unos verdaderos desequilibrados. El organizador del evento Pedro Rodeiro dice “para muchos esta carrera es cruel. Sin embargo, lo cierto es que dentro de la locura que puedan tener los ultramaratonistas asumir este reto es como tener desde ya una medalla de honor”.

Al momento de cruzar la meta de esta competencia los sentimientos son indescriptibles. La sensación de triunfo por finalizar la carrera más el disfrute de las maravillas que ofrece este hermoso paí­s son razones más que atrayentes para ser participante de este reto. La modalidad de 80 kilómetros es considerada la graduación del “ultramaratonista”. Pero lo más valioso de esta experiencia es poder demostrar que los lí­mites están dentro de sí­ mismos.

Desafortunadamente la sexta edición en el 2015 fue el último evento realizado debido a las circunstancias económicas actuales. Se espera con mucha nostalgia que este año o el próximo sea el momento de decir “nos vamos para Chichiriviche”.

* Luisa Caruto fue coordinadora de la Biblioteca UMA.

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