Rafael Rodríguez.-
El año antes del Mundial donde el famoso pulpo Paul dio a conocer sus predicciones, nació. Su nombre yacía registrado en la NOFV-Oberliga (quinta división del fútbol alemán) para la tarde nublada de aquel 19 de mayo. Ese día había empezado todo. Y fue Dietrich Mateschitz quien comenzó comprando un equipo en Estados Unidos y otro en Austria (su país de origen), ambos bautizados con el nombre de su empresa de bebidas energéticas, Red Bull. Al antiguo Casino Salzburg de la liga austriaca (subcampeón de la Copa UEFA en 1994) lo adquirió y refundó en el 2005 con el nombre de FC Red Bull Salzburgo. Mientras que al NewYork/NewJersey MetroStars lo obtuvo un año después para registrarlo como New York Red Bulls. Este destacó por lo que, para el momento, fue el boom de fichar a dos campeones de Europa con el FC Barcelona: Rafa Márquez y Thierry Henry. Esto en el 2010 luego de que se inaugurara su nuevo estadio con el que se estrenarían en la MLS.
Como cualquier millonario, Dietrich, impaciente y sediento de ganancias monetarias, se le hacía difícil dormir sin antes conseguir un equipo más para su cuenta. El mismo año cuando adquirió su recién estrenado club en Nueva York fue por más. Estudió el mercado alemán a tal punto que consiguió dar en el blanco para su nueva y prometedora inversión.
Consiguió entablar una estrecha relación con el exfutbolista Franz Beckenbauer, quien, conociendo ya al magnate, le aconsejó comprar la plaza de algún equipo residente en la ciudad de Sajonia, en Leipzig, alegando que esta es una de las regiones germanas de mayor tradición y compromiso con el deporte rey. Presentó una oferta para adquirir al FC Sachsen Leipzig (antiguo BSG Chemie Leipzig, campeón en tiempos de la DDR-Liga). Sin embargo, la fanaticada de este club no permitió tal acuerdo: llevaron a cabo una serie de protestas al darse cuenta que su equipo iba a ser tomado por una empresa extranjera que venía a despojarles de su tesoro más preciado: su fútbol. Como consecuencia la DFB (Federación Alemana de Fútbol) tomó medidas drásticas y tuvo que apelar por las leyes que no permiten patrocinadores en el nombre de un equipo y además restringen a una empresa en cuanto la adquisición siquiera del 51% de un club. Se cumplió entonces lo que tanto exigían aquellos que defendían a un equipo en incertidumbre que pronto desaparecería, y no exactamente por culpa de Red Bull.
La empresa austriaca insistió en su ardua labor por ser partícipe del fútbol alemán. Consiguió llegar a un acuerdo importante con la directiva del FC St.Pauli y Fortuna Dí¼sseldorf. Sin embargo, se repitió la misma historia del Chemie. Mateschitz decidió mirar hacia más abajo para comenzar de cero su propuesta futbolística que llevaría de la mano a su empresa y así ser reconocida algún día en la Bundesliga. Y esto se cumpliría, poco tiempo después. En el 2009, a 13 kilómetros de Leipzig, se anunció la compra oficial de la plaza del SSV Markanstí¤dt por unos 350.000 euros (según la prensa alemana).
Así nació el RasenBallsport Leipzig, el cual de alguna forma pudo conseguir al menos las iniciales de la empresa en su nombre. Signo Tauro, cumple sus 8 años el 19 de mayo de 2017, recientemente ascendido en esta temporada a primera división. Y hoy cuenta con escuelas para formar jóvenes científicos como ellos mismos aseguran asumir tal responsabilidad, y además subdivisiones que van desde edades menores hasta juveniles (femenino/masculino). Comenzó en la Oberliga con dos humildes objetivos claros: ascender a la Bundesliga en al menos ocho temporadas e invertir más de 100 millones de euros en una década.
Hoy no solo ascendió a la Bundesliga, sino que lidera la tabla por encima del Bayern de Múnich. Además ya posee cinco importantes títulos que escriben su historia aún joven:
– Campeón de Oberliga 2009/10
– Sachsen Recopa 2011/12
– Regionalligameister 2012/13
– Vizemeister (3 Liga) 2013/14
– Vizemesiter (2 Bundesliga ) 2015/16
El primer gol marcado en el Red Bull Arena (su casa) fue de Nico Frommer. El primer gol oficial de torneo fue de Steven Lewerenz el 6 de agosto del 2010, contra el Tí¼rkiyemspor Berlín, partido que quedó igualado 1-1. El récord de asistencia es de unos 43.348 aficionados el 4 de marzo de 2015, en el partido de Copa ante el VfL Wolfsburg. En la temporada pasada se jugaron 117 partidos en casa, de los cuales ganaron 76 y perdieron solo 16. Con una media de espectadores por partido de 17.277, y en general unos 2021,402 asistieron al Red Bull Arena, demuestran que siendo un equipo relativamente nuevo y emergente aún así llenan estadios como lo hace por ejemplo un Borussia Dortmund.
Hoy el equipo promesa es llamado a ser un futuro campeón que ha dejado y seguirá dejando huella en el fútbol alemán. Parece ser el comienzo de una revolución que probablemente deje un legado ya impuesto para dar a conocer uno propio, nunca antes visto.
* Rafael Rodríguez es estudiante de Comunicación Social de la UMA.