Luigi Bitteto.-
El partido menos atractivo de los octavos de final, en lo que respecta a nombres, pero partido de fase eliminatoria entre dos selecciones que podrían ser un manual de cómo trabajar con los jugadores que se tiene, Suecia confía en los mismos once de la fase de grupos y Suiza se duele de la falta de Lichtsteiner, que a pesar de ser un defensa también es una opción de ataque.
Comienza el partido y Suiza hace gala de la posesión del balón y de esfuerzos individuales de Shaqiri, sin efectividad ya que ninguno pone a prueba a Olsen, los nórdicos aguantan y en ataque siempre pueden contar con la velocidad de Augustinsson, con la clase de Forsberg o con la definición de Marcus Berg, ninguna selección en apuros.
Suiza sigue el manual de cómo jugar futbol, sus ataques comienzan por la derecha y terminan por la izquierda, pero cuando terminan no van ni al arco y no crean peligro, Suecia se guarda atrás sin crear peligro y así termina el primer tiempo.
Comienza el segundo y los nórdicos salen más decididos a buscar el arco rival, se aprovechan del desespero de los suizos que apuestan por tiros a media y larga distancia de Xhaka o individualidades de Shaqiri.
Los suecos llegan y esta vez con más precisión, hasta que al 65 Forsberg aparece aprovechándose de un error de la defensa y coloca el 1-0, El entrenador Petkovic acude al banco, entran Embolo y Seferovic, más ataque no significa oportunidades y goles, Suiza sufre la falta de un creador nato de juego y Suecia se acomoda con el resultado.
Al final Suiza asusta a los rivales con algunas oportunidades pero nada concreto, termina el partido y los suecos pasan a cuartos, partido que estuvo definido por la resistencia en todos los sentidos, Suecia supo manejar los tiempos y las oportunidades en el encuentro, siendo una selección sólida tanto en defensa como aprovechando las oportunidades de ataque.
*Luigi Bitteto es estudiante de la Universidad Monteávila