Sidney Gonzalez.-
José Rafael Briceño, conocido popularmente como el “Profesor Briceño”, evita el trabajo con los políticos venezolanos, por considerarlos inmaduros e incapaces de asumir sus riesgos, fracasos y debilidades. Ante la posibilidad de preparar comunicacionalmente a un dirigente y a una miss, opta por la segunda opción sin mayores miramientos, al ser la joven más humilde para aceptar las recomendaciones.
Rechaza cualquier intento de censura y opresión por parte de los representantes del gobierno nacional, pero también le exige a la dirigencia opositora mayor capacidad para dirigir el proceso actual que vive Venezuela.
Desde Manifest(arte), evento desarrollado en el Centro de Artes Integradas, aboga por un “esfuerzo nacional, colectivo, de contenidos, de pensamiento” para lograr la reconciliación del país.
Egresado de la Universidad Católica Andrés Bello como periodista, Briceño es conocido en el medio por ser un hombre de muchos talentos. Docente en la Ucab y exprofesor de oratoria de la Organización Miss Venezuela, hoy deleita a las audiencias con “Reporte Semanal”, noticiero satírico transmitido por YouTube, VIVOPlay, y “Disparejos”, espacio que comparte con Jairam Navas y Manuel íngel Redondo, de lunes a viernes por La Mega 107.3.
-¿Qué es más demandante, trabajar con políticos o con mises?
Con las mises es mucho más probable que te encuentres alumnos que saben que necesitan ayuda. Las pocas veces que he trabajado con políticos he colocado la misma condición: el que me tiene que hacer la llamada es el político directamente, no el coach, no el manager, no el handler, no el jefe de campaña. Porque si no tienes una mínima conciencia de que necesitas ayuda, no vas a escuchar a alguien que te va a hablar sobre lo que has estado haciendo toda tu vida, hablar.
Entonces en el caso de la Miss, si bien tiene menos recursos, convive con un grupo de personas que solamente hablan de una cosa, porque son jóvenes. Muchas veces te encuentras chamas que están absolutamente claras que necesitan ayuda. En cambio al político le diseñas una estrategia comunicacional, de palabras, gestos, etiquetas, lemas, trabajas con él, en base a él, y al final te va a contestar:  “pero no sería mejor… porque a mí me ha ido muy bien con tal cosa”. Entonces le dices “brother, si te hubiese ido tan bien, a mí no me hubieran llamado”.
Curiosamente prefiero trabajar más con mises que con políticos. El político tiene un ingrediente de soberbia agotador. Son pocos los políticos que yo me he encontrado aquí que realmente te escuchan y dicen: “ok, voy por ahí y vamos a ver como me va”.
– ¿Quiénes son más divos, los políticos o las mises?
En este momento de nuestro país son más divos los políticos. La ausencia de una estrategia en las elecciones a gobernador que no fuera la gente va a salir a votar masivamente y no importa lo que le pongan en contra, que nos hayamos equivocado y hayamos desestimulado el voto, y las contradicciones en las que caímos. Ellos van a tener que morir con nosotros y van a tener que salir a votar así sea en autobús, así sea que los asalten, así sea que les muevan la vena. Eso es soberbio. No tienen un plan “B”, de grabar durante todo el día las trampas que van a denunciar al día siguiente, no preparan una vocería del fraude, porque tenías toda la fe puesta en tu plan “A”, obviamente detrás de esto lo que hay es una soberbia tenaz.
-¿Qué consecuencias cree que pueda traer la recientemente aprobada «Ley contra el odio»?
Esto es una crisis de libertad de expresión anunciada. Ellos mismo han anunciado que el modelo que les gusta es el modelo chino, el cual hemos visto constantemente: desaparecen hashtags, desaparecen tuiteros que hablan de ciertos temas, bloquean el acceso a las redes sociales. Obviamente lo que viene probablemente es una gran censura, quizás menor que la que estamos creyendo, porque esa siempre ha sido una de sus virtudes y cumplen con otra.
La redacción de la ley es muy discrecional. Es fuerte que yo diga: a estos tipos les cae tan mal la 4ta República que hasta a Guacarán lo borraron. Es fuerte, ¿pero es odio? Yo creo que más importante, más allá del problema de censura al que vamos, es qué es lo que revela una “Ley del odio”. Ahora tu tema no es conseguir votantes, es que nadie alce la voz. No puedes permitir que exista nada que medio produzca una chispa que encienda la mecha.
–¿Considera que la sociedad venezolana actual necesite una mejor estructurada «ley contra el odio»?
No. Yo creo que las leyes no van a resolver esto. Yo creo que eso va más allá de una ley. Creo que eso va a partir de un esfuerzo nacional, colectivo, de contenidos, de pensamiento, como en un momento dado se hizo con la telenovela en nuestro país para promover la reforma del Código Civil, lo que significaban los hijos naturales, el reconocimiento del divorcio, el reconocimiento de la igualdad de la mujer. Eso se hizo en nuestro país a partir de telenovelas, a partir de contenidos, de discursos y de discursos en los medios, y eso es mucho más útil que una ley, más en este país que a nadie le importa las leyes.
– Recientemente desalojaron al Grupo Actoral 80 de su sede en Parque Central, ¿qué piensa al respecto?
Era de esperarse. Todo el que tenga una sede que esté en algún comodato relacionado con el Estado, sea quien sea y no se ponga una cachucha roja y diga “estos tipos son unos genios y nos resolvieron la vida”, está mal.
– ¿Entonces piensa que su desalojo se debe a su posición política?
¡Claro! Héctor Manrique es quizá uno de los tuiteros más beligerantes que hay en este momento en las redes sociales en el país.
– Como profesor y conferencista sigue creyendo en el talento venezolano?
Venezolano y mundial. Yo creo en el ser humano y en su capacidad creativa, como también pienso que el ser humano puede ser una auténtica porquería. Es un caos y lo que hay que hacer es poner un granito de arena, más nada.
– Ronda rápida, antes de morir toda persona debe:
Escuchar que canción: La que menos le duela.
Ver qué película: La de su propia vida, pero mejorada, como un musical.
Visitar qué lugar: Granada, España.
Comer que cosa: Fabada asturiana
El mejor consejo para los jóvenes venezolanos: No tengas héroes. Olvídense de los héroes, hay gente de la que tienes mucho que aprender y todo el mundo puede ser tu maestro, pero también todo el mundo puede ser tu enemigo. Hay una frase muy común pero muy cierta: una persona puede ser tu enemigo, otro puede ser tu amigo, pero todos pueden ser tu maestro, todo el mundo tiene algo que enseñarte, pero todo el mundo carga también con su propia cruz, su propio defecto, su propio todo. Cada vez que tú te montas un héroe te estás exponiendo a desilusión y a achacarles a otros tus errores. Cree en principios, que han sido representados por gente, pero no creas en gente como un principio.
*Sidney Gonzalez ([email protected]) es estudiante de la Universidd Monteávila.