Arcaya: «Una de nuestras mayores prioridades es escuchar»

Francisco Coronel Mejí­as.-

Arcaya presidirá nueva directiva del Ceuma. Foto: Estefaní­a Capiello

Promover una gestión más participativa es el principal objetivo que se traza el nuevo presidente del Centro de Estudiantes de la Universidad Monteávila (Ceuma), José Ignacio Arcaya, quien asegura que “una de nuestras mayores prioridades es escuchar. No nos sirve de nada proponer si no sabemos lo que la gente quiere”.

Arcaya admite que en años anteriores faltó escuchar más a los integrantes de la comunidad universitaria y consultar constantemente qué quieren ver en su casa de estudios  “Quizás una de las ventajas que tuvo la campaña de este año, la cual fue muy reducida, es que nos obligará a hacerlo”, agrega.

“Esta vez necesitamos oí­r a la gente en septiembre, octubre, noviembre, diciembre, incluso durante gestión y así­ poco a poco se actúa sobre la base de lo que las personas quieren en el momento. Creo que el 50% de la polí­tica es escuchar, y el resto es pensar y hacer, muy poco decir. Esa es una de las cosas en las cuales se ha fallado y nosotros este año queremos arreglarlo”, señala.

Arcaya, quien resultó electo en las elecciones que se realizaron el pasado 15 de junio, asumirá oficialmente el cargo en septiembre, cuando se inicie el nuevo año académico. Todaví­a ocupa la vicepresidencia de la actual directiva.

_  ¿Cuáles son los planes que se tienen para la futura gestión del Ceuma?

_ Los principales planes que se tienen es evolucionar el trabajo que ya se ha hecho. Nuestra prioridad es que todo lo que se hizo este año se mantenga, pero mejorado. Vamos a meterle mucha más potencia, que los eventos sean mucho más grandes y les lleguen a más personas. En segundo lugar, queremos tocar zonas que nunca se habí­an tocado. Queremos hacer más actividades en lo que es la educación, que incluyan a otras carreras, que sean en la mañana. Además, hubo una gran cantidad de actividades que este año no se hicieron por el tema de las protestas y queremos hacer énfasis en esas cosas que no se pudieron hacer. También queremos que este año sea el centro de estudiantes más participativo que ha pasado por la universidad. Una de nuestras mayores prioridades es escuchar. No nos sirve de nada proponer si no sabemos lo que la gente quiere. Más o menos lo que pudimos escuchar en campaña, aunque fue una campaña, quizás, muy disminuida. En los primeros dí­as, las primeras semanas de clase, ir escuchando qué es lo que le gusta a la gente, lo que quieren que el Ceuma haga y en base a eso estructurar una agenda de actividad.

_ ¿Existe algún proyecto que sea de mayor prioridad y por lo tanto quiera llevarse a cabo de forma más inmediata?

_ El proyecto principal que tiene en estos momentos en miras el Ceuma es el “Umainí­ciate”, porque es el primer evento que realiza el Ceuma. Se realiza una semana antes de que inicien clases. Es un evento grande, uno donde participan casi 300 personas, 60 del Ceuma y 250 más o menos de estudiantes que entran en la universidad. Esa es la primera actividad. Ahora bien, el primer dí­a de clases tiene una logí­stica enorme, porque tenemos que montar todo: voluntarios que lleven a la gente a sus salones, tenemos que recibir a los chamos. Muchas veces tenemos incluso que organizar el tránsito porque colapsa todo Boleí­ta Norte. Eso tiene una logí­stica compleja. Luego está, más o menos en el segundo mes de clases, el Búho, que es la cervezada cultural de la universidad y eso es meses de preparación, pues es un evento enorme. Y además, este año, en el balance de gestión del Ceuma actual se nos acercaron los hermanos Altuve, los cuales ambos fueron presidentes del centro de estudiantes en sus años, y uno de ellos fue el que fundó el Waraira Fest, que era un evento grandí­simo, famosí­simo en la universidad y en toda la ciudad que se dejó de hacer como 3 años atrás. Y están proponiendo volverlo a hacer. Tenemos todo eso.

_ ¿Considera que los centros de estudiantes de la Universidad Monteávila (UMA) anteriores no eran lo suficientemente participativos?

_ Les faltaba oí­r a la gente. No tengo ningún problema en decirlo: esta va a ser mi tercera gestión, la segunda con un cargo directivo, y el mayor problema es que no se oyó a la gente, y quizás una de las pocas ventajas que tuvo la campaña de este año, la cual fue muy reducida, es que nos obligará a hacerlo. En años pasados tú hablabas con muchí­simas personas porque la campaña era más grande, entonces tú escuchabas en mayo lo que la gente tení­a que decir y sobre eso elaborabas propuestas. ¿Cuál es el problema? Que esas propuestas las ejecutabas en octubre, y en esos meses pudo haber cambiado algo. Esta vez necesitamos oí­r a la gente en septiembre, octubre, noviembre, diciembre, incluso durante gestión y así­ poco a poco se actúa sobre la base de lo que las personas quieren en el momento. Creo que el 50% de la polí­tica es escuchar, y el resto es pensar y hacer, muy poco decir. Esa es una de las cosas en las cuales se ha fallado y nosotros este año queremos arreglarlo.

_ ¿Cuáles son los problemas existentes dentro de la comunidad universitaria en los cuales el Ceuma desea intervenir para mejorar?

_ El primer problema es la falta de integración de muchas personas. Eso es lo más importante. La universidad tiene un serio problema de personas que no quieren ser integradas o que no las hemos integrado. Una cantidad de personas que si nosotros montamos un evento y ellas se dieran cuenta de lo que se ofrece, les gustarí­a mucho ir, pero no asisten. No asisten a las charlas, eventos, a los momentos de integración de la universidad. Dejan de ser umaí­stas porque no participan en nada. Nuestra primera labor tiene que ser impulsar la integración de los umaí­stas, no con el centro de estudiantes sino con la universidad, con la vida universitaria, porque hacer vida universitaria en una institución tan pequeña es muy positivo.

_ ¿A qué cree que se deba esa falta de integración?

_ Hay muchos casos. Hay algunos donde la persona es sencillamente apática. Todos en nuestro salón tenemos un grupito de personas que llegan a la universidad 5 minutos antes de que comiencen las clases y se van apenas acaban. Si no tienen que comer acá, no lo hacen. Ese tipo de gente… no es que están perdidas, pero es gente con la que hay que hacer un esfuerzo muchí­simo más grande, y averiguar el porqué de su actitud. Hay otro grupo de personas que no se integran por miedo o pena. Les da pena hablar con los demás, tienen un grupito cerrado de amigos que no les gusta estar con la gente de la universidad. Esos son más fáciles llegarles, y ahí­ lo que hay que hacer es hablar con ellos y quitarles la pena a punta de palabra. Después está un grupo que son los que no se informan. Es un grupo muy complicado en su mayorí­a, y eso pasa mucho en los grupos de segundo año para arriba de Educación, de cuarto y quinto año de Derecho, de quinto año de Comunicación Social y ocurre en muchos salones de Administración, que es gente que no está enterada de nada de lo que pasa en la universidad, y eso es un rollo. La idea es tratar de llegarles, y por eso, como Ceuma, tratamos de tener siempre a alguien de nuestro equipo en cada salón. Es muy complicado, pero si tú le informas a la gente puede ser que les guste. ¿Cuántas veces no hemos recibido mensajes en nuestras redes sociales donde nos dicen “si yo hubiera sabido que tení­an esa charla yo hubiera ido”? Es tratar de llegarle a la gente.

_ ¿Es la solución de estos problemas responsabilidad directa del Ceuma?

_ El Ceuma no es jefe de nadie. Milton Friedman, quien para mí­ es el mejor economista de todos los tiempos, dice una frase muy interesante: “Los edificios no tienen responsabilidades. Las personas tienen responsabilidades. Los gobiernos no tienen responsabilidades, las personas tienen responsabilidades”. El Ceuma no tiene responsabilidades, pero quienes lo integran, sí­. ¿A qué quiero llegar? No es deber del Ceuma hacer que las personas se integren, mejorar la infraestructura de la universidad, hacer una cervezada. Nosotros como miembros del Ceuma tenemos esa responsabilidad. Pero ojo, es una responsabilidad que decidimos asumir. Nadie le puede reclamar a alguien del Ceuma, a alguien de la universidad, que estamos haciendo un mal trabajo integrando a los chamos, porque al final del dí­a es una responsabilidad que nosotros asumimos por decisión, y no es tan fácil. Por ejemplo, nos estaban diciendo el otro dí­a que hubo un Ceuma hace dos años, en el cual yo no estuve, que aparentemente prometió un cajero en el anexo. Todaví­a al sol de hoy sacan en cara que el Ceuma nunca puso el cajero en el anexo y hay que hacer saber que nuestra responsabilidad llega hasta lo que humanamente posible podemos. ¿Qué es lo que estamos haciendo desde que empezamos la plancha? No prometemos, sino que proponemos, y mi propuesta es que yo voy a dar el 100% de mí­ para que todo se cumpla. Ahora, si yo di el 100 y no se pudo por cualquier circunstancia ajena a mi control, yo no puedo hacer más. Nuestra responsabilidad es dar el todo con el todo.

_ ¿Cómo se proyecta actualmente el movimiento estudiantil umaí­sta dentro de la actual crisis venezolana?

_ La primera vez que salimos representando a la universidad en el marco de estas protestas éramos solo 16 personas. El 19 de abril salimos con 250 personas. Ese dí­a fuimos la universidad que más gente llevó con el grupo de su universidad. La UMA es una universidad que se caracteriza por llevar tanta gente como lleva la Universidad Central de Venezuela a una marcha, teniendo 60 veces menos población. Nosotros estamos muy bien proyectados. Dentro de las reuniones de movimiento estudiantil tenemos un peso en las decisiones. Hemos sido voceros. En las decisiones somos los que más activamente proponemos, los que definimos. Tenemos una muy buena imagen. Claro, ahora que llegan las vacaciones y con todo lo que ha pasado ha disminuido mucho la participación de los umaí­stas en las protestas, o por lo menos articuladamente. Hay muchos umaí­stas que participan pero por su cuenta. Pero somos una fuerza muy respetable y nuestro objetivo es seguir articulándonos mejor. Te soy sincero: mi sueño es trancar la avenida Boyacá. El problema es que como nos pusieron esa alcabala de la Dirección General de Contrainteligencia Militar es humanamente imposible hacerlo. ¿Cómo salimos de la universidad después? Entonces lo que nosotros hemos hecho es aplicar distintas alternativas, como trancar en Boleí­ta o ir a la Universidad Metropolitana y apoyarles con sus medidas. Por ejemplo, todos los flyers del movimiento estudiantil los diseña la UMA, y esas son cosas donde nosotros estamos aportando lo nuestro y estamos dejando huella.

* Francisco Coronel Mejí­as es estudiante de Comunicación Social de la Universidad Monteávila.

* Estefaní­a Capiello es estudiante de Comunicación Social de la Universidad Monteávila.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Pluma