Para la docente Adriana Vernier, el compromiso de padres, docentes y estudiantes será el elemento diferencial de la crisis
Manuel Serrano.-
“Nos tocó aprender y adaptarnos en poco tiempo a una modalidad educativa para la que no estábamos preparados, ni formados”, afirmó Adriana Vernier de González, educadora egresada de la Universidad Católica Andrés Bello al hablar de las primeras semanas de trabajo tras la llegada de la pandemia del covid 19.
Vernier, quien actualmente es directora académica de un colegio en Barquisimeto, ha trabajado en el área educativa durante casi 20 años. En este tiempo ha ocupado las posiciones de profesora integral, tutora, coordinadora y ahora directora.
La especialista considera que la educación en la actualidad es todo un reto, para todas las partes, principalmente porque los roles de cada quien, en su opinión, no están del todo claros y asumidos. Afirma que es de vital importancia que los alumnos tengan conciencia de su responsabilidad para consigo mismos y que los padres hagan un seguimiento del rendimiento de sus hijos.
¿Cómo describiría este año escolar 2019-2020 tras el inicio de la pandemia?
Exigente e intenso para todas las partes involucradas en el proceso de enseñanza y aprendizaje. Por otra parte, inédito y novedoso. Generaba oportunidades de cultivar algunos hábitos de manera más patente como la responsabilidad, administración del tiempo, el orden, entre otros.
Para los docentes representó una oportunidad de crecimiento increíble, pues requirió implementar competencias y capacidades que antes no hacían falta. Implicó también una dedicación mucho mayor a la acostumbrado. Â
¿El desempeño de los alumnos durante este año escolar fue el esperado?
Hubo distintos niveles de rendimiento. Sin duda para la gran mayoría de los alumnos el aprendizaje implicó un gran desafío y, por ende, pudo haber repercutido en su rendimiento, para otros las habilidades tecnológicas y algunos hábitos de trabajo ya consolidados les permitió salir airosos. Sin embargo, en líneas generales, existen deficiencias y vacíos en el desempeño y aprendizaje de los estudiantes.
¿Cree que en la modalidad online los alumnos podrán cumplir los objetivos del nuevo año escolar?
Reorganizando la estructura del currículo escolar y priorizando los contenidos de las diversas asignaturas pudiésemos acercarnos al cumplimiento de los objetivos. Sin embargo, esto sólo pudiese ocurrir si confluyen los medios y recursos adecuados que permitan una transmisión eficaz de los contenidos.
Aun así, pienso que no es el estado ideal, pues la educación a distancia no puede sustituir la presencial.
¿Ha sido un reto adaptar la pedagogía de los distintos grados/años a la virtualidad?
Totalmente, muchísimo, porque la etapa evolutiva, propia de la edad escolar, no es la adecuada para una educación virtual, porque es mucho más difícil la adaptación pedagógica si no se tiene al alumno en el ambiente adecuado, con el acompañamiento adecuado, con los soportes instruccionales que permitan acercar el conocimiento y los contenidos a los alumnos de los distintos grados y edades.
¿Cómo educadora cuál ha sido el reto más grande que ha tenido que sortear desde el inicio de la pandemia?
Aprender y adaptarnos en poco tiempo a una modalidad educativa para la que no estábamos preparados, ni formados. También ha sido muy complejo lidiar con la desconfianza, muy comprensible, de parte de las familias frente al nivel de aprendizaje de los alumnos, sumado a la falta de conciencia de su nuevo rol en torno al acompañamiento del aprendizaje de sus hijos.
Más allá de las fallas en los servicios como luz o internet ¿cuál ha sido el escenario más difícil que la situación país les ha planteado en este periodo de clases online?
La falta de transporte público, falta de logística de bioseguridad de parte de los entes públicos, desafío presupuestario para adecuar a los colegios en lo tecnológico y en la bioseguridad.
¿Cree que la educación online llegó para quedarse?
Quizá no en su totalidad, pero sí como un complemento, una herramienta de apoyo para la educación.
¿Cree que es realista apuntar a un regreso a clases en algún punto del 2021?
No solo es realista, sino necesario. Sin embargo, hay un asunto que no podemos obviar que es la cadena de contagio del covid que de alguna manera limitará el retorno a clases de manera ordinaria, se tendría que planificar toda una nueva logística de asistencia a los colegios.
El sector educativo en Venezuela se ha visto afectado en otras oportunidades por situaciones como protestas o fallas en el sector eléctrico, ahora toca asumir la pandemia, ¿qué tanto afectan a los alumnos estas irregularidades?
Los afecta, pero no los determina. Ciertamente, la inestabilidad y la falta de continuidad impactan negativamente en la formación de los alumnos, pero hoy en día hay alternativas para consolidar algunos conocimientos que requerirán para sus estudios futuros. Lo más relevante es prepararlos para que sean emocionalmente capaces de sobrellevar estas circunstancias y aprender a ser laboriosos.
¿Y cómo afecta a los docentes esa irregularidad al momento de impartir sus asignaturas?
Evidentemente, genera una mayor carga de trabajo porque el docente debe suplir la ausencia de los alumnos y lo errático del proceso de enseñanza, a través de medios extraordinarios que implican un mayor esfuerzo y desgaste, en un contexto de alta precariedad de servicios y recursos educativos adecuados.
También, puedo señalar que el profesor se ve afectado en lo personal pues todos las «irregularidades» las padece junto a su familia.
Muchos estudiantes encuestados por distintos medios han asegurado que actualmente el aprendizaje se ve opacado por la gran cantidad de tareas, trabajos y exámenes con los que deben cumplir ¿Qué opina de esto?
El tema de la evaluación es necesario. En ocasiones la cantidad de evaluaciones o actividades viene dado porque el docente pretende dar mayores oportunidades a los estudiantes y además busca que este se apropie de los contenidos. Lograr el equilibrio adecuado es donde se presenta la mayor dificultad.
Definitivamente, el tema de la educación a distancia es complejo y nunca, nunca podrá suplantar la presencialidad que genera discusión, análisis, comparación, socialización, entre muchos otros procesos que permiten hacer el aprendizaje más significativo para los estudiantes.
Viendo lo planteado anteriormente y viendo la situación actual tanto del país como del mundo por la pandemia ¿considera que los estudiantes venezolanos pueden tener una desventaja educativa frente a los de otros países?
Es un tema complejo. Si se comparan los servicios educativos de otros países con el nuestro, pues se evidencia que hay grandes limitaciones y precariedad. El sector público es el más afectado y en desventaja debido a las condiciones salariales de los docentes, la infraestructura de los colegios, la deserción escolar por falta de alimentación, recursos, etc. Ellos son los más afectados. En cambio, el sector privado tiene mejores condiciones y oportunidades.
*Manuel Serrano es estudiante de la Universidad Monteávila
*Fotografía: Cortesía