El venezolano, ganador de la segunda estrella Michelín, reconoce que tiene ocho años sin agarrar vacaciones y que en su mente está el seguir trabajando muy fuerte para alcanzar nuevos éxitos.
Abel Graterol.-
Enrique Limardo, ese es el nombre del chef venezolano que está detrás de Imperfecto, ese restaurante recientemente galardonado con una estrella Michelin, pero no es correcto quedarse solo con el nombre, es necesario conocer al corazón humano detrás de esto.
-. ¿Qué lo llevó a ser un chef?
– Yo pienso que muchísimo de lo que me llevó a ser chef fue mi infancia, pasé mucho tiempo con mi abuela paterna Mercedes Limardo, ella era una abuelita de las que siempre estaba cocinando para la familia, haciendo tortas y recetas venezolanas y el estar ahí con ella me marcó de algún modo y sumado a que había algo en mí, son las cosas que me hacen ser un cocinero hoy en día.
-. ¿Qué importancia le da a la familia Enrique Limardo en todo este proceso de convertirse en un chef profesional?
– Sin ellos yo no sería quién soy hoy en día, sin el apoyo familiar y el de todas las personas con las que me he relacionado en mi carrera.
Enrique Limardo es un chef que ha tenido un largo recorrido, empezó en Caracas, esa ciudad capitalina en Latinoamérica que tiene siempre su paladar abierto a nuevas propuestas y ahora está del otro lado del océano, en Washington D.C., la capital de uno de los países más importantes del mundo.
“Esa ambición que tenía me llevó a Estados Unidos, donde arribé teniendo que empezar desde cero, en Caracas yo tenía un nombre y aquí no tenía nada, incluso tuve que pasar unos meses durmiendo en un sótano solo”, afirmó.
-. ¿Cómo fue pasar de Paprika en Lomas de la Lagunita y Yantar en Los Palos Grandes a Imperfecto en Washington DC?
– Paprika fue una ilusión muy bonita, era un reto complicado y sin casi personal porque éramos sólo tres o cuatro personas así que ya sólo el paso a Yantar fue muy importante, era movernos y crecer a un local más grande y en el cual además fuimos muy bien recibidos, nos tenían un cariño enorme no sólo en Los Palos Grandes, sino en Caracas.
Es curioso pensar que luego de tener un éxito tan grande en Caracas, el chef Enrique quisiera salir del país, pero hay personas que simplemente están destinadas a grandes cosas, algo que él mismo sintió en ese momento.
“Siempre estaba el querer más, no por ambición, sino de manera profesional, el crecer lo más que pudiera, porque yo quería aportar más al mundo culinario. Eso es algo que tuve en mente desde el primer día, el hacer historia”.
Los comienzos no son fáciles y empezar en otro país supone uno de los mayores retos que puede enfrentar una persona, desde el estatus legal hasta enfrentarse al miedo de fracasar y tener que regresarse, pero eso tampoco detendría a Enrique Limardo.
“Esa ambición que tenía me llevó a Estados Unidos, donde arribé teniendo que empezar desde cero, en Caracas yo tenía un nombre y aquí no tenía nada, incluso tuve que pasar unos meses durmiendo en un sótano solo”, afirmó.
Reconoce que en un momento “se alinearon todos los astros –como dicen por ahí- y conocí a Irene Stain, quien me ayudó a abrir ese primer restaurante, Alma Cocina Latina, en Baltimore, en principios de 2015 y que como fue un exitazo y un trampolín para mí, me ayudó a darme a conocer”.
Ese paso por Alma Cocina Latina marca un antes y un después. Mejor restaurante y mejor chef de la ciudad para Enrique Limardo fueron parte de los galardones que recibió en su paso por Baltimore y que lo llevarían a Washington DC, donde lo esperaba el estrellato.
“Ese éxito me llevaría a conocer a todos mis socios y me traería a Washington DC con todos los éxitos que eso traería, como son Seven Reasons, Imperfecto, Chicken And Whisky e Immigrant Food hasta ahora…”
No he tenido vacaciones en los últimos ocho años por más de dos o tres días
-. Luego de las dificultades migratorias y de adentrarse en Estados Unidos, es necesario también dar dos pasos hacia atrás y pensar en todos las dificultades que tuvo y que logró superar con éxito. ¿Qué retos tuvo el camino de empezar en Estados Unidos?
– Siempre he estado enfocado en seguir trabajando y seguir avanzando, creo que no he tenido vacaciones en los últimos ocho años por más de dos o tres días, siempre he estado enfocado en esto, pero como dicen por ahí, sarna con gusto no pica.
-. Hay un cambio innegable de Venezuela a Estados Unidos, en la cocina y en la clientela ¿Es muy diferente el mercado americano al venezolano en el tema culinario?
El mercado americano es completamente diferente al venezolano, hay chefs que se vienen para acá pensando que las cosas son como allá y no es así, es necesario entender la economía americana para poder triunfar aquí, es el mismo oficio culinario pero el mercado es completamente diferente y me tomó un buen tiempo entenderlo, pero afortunadamente ya sé cómo es y cómo se hace, es una receta que te asegura cierto piso pero no te libra de los errores, pero de los fracasos siempre se aprende.
-. Imperfecto es una mezcla de comida latina y mediterránea, ¿fue difícil encontrar los platos venezolanos que funcionaran internacionalmente?
– Sí, es una mezcla y aunque estoy muy orgulloso de ser latino y a pesar de que los platos venezolanos tradicionales como la arepa y la cachapa funcionan muy bien en este país yo no me dedico a eso.
Imperfecto es una fusión entre la cocina mediterránea y no solo la latina, sino la americana en general, a veces los venezolanos que vienen a Imperfecto se sorprenden y tengo que explicarles que es una fusión de dos cocinas, tal vez Seven Reasons si va un poco más con esa comida tradicional porque tiene en su menú por ejemplo arepas con queso.
-. ¿Qué significa para usted este reconocimiento de una estrella Michelin a su cocina y a su restaurante?
– Todavía lo estoy procesando, es un sueño personal cumplido y es un logro del equipo, se lo debo a ellos, a los socios, a mi familia, a los periodistas que están pendientes siempre. Es un logro único e increíble, es el reconocimiento más grande en la cocina mundial, es como recibir un Oscar.
Ahora viene un proceso gigantesco, ya ganamos pero no es sólo ganártelo, esto es un nuevo punto de partida donde tienes que demostrar por qué te lo ganaste y sobre todo mantener la constancia y la calidad de la comida y del servicio para conservar ese reconocimiento.
Y como es habitual en Enrique Limardo, no olvida nunca sus raíces…
“Celebro esto con todos los venezolanos, ya somos dos los que tenemos este reconocimiento, ambos este año y de verdad sirve como motivación para todos los venezolanos en el mundo y es un mensaje de que sí se puede”.
Los platos venezolanos tradicionales como la arepa y la cachapa funcionan muy bien en este país
-. Cuando nació Imperfecto, ¿alguna vez soñó que sería un restaurante ganador de este galardón?
– Nació en medio de la pandemia como una oportunidad, de la pandemia aprendimos a que había que ser mucho más eficientes y prácticos, teníamos que ser más adaptables a problemas y a situaciones que consiguiéramos y de manera extremadamente rápida, pero realmente cuando montanos Imperfecto se hizo con el propósito de conseguir esa estrella Michelin y lo logramos.
-. Luego de recibir al presidente Joe Biden y ahora una estrella Michelin, ¿qué sigue en su camino?
– Recibir al presidente de los Estados Unidos fue un honor increíble, entender la agenda que tiene una persona así y que aún venga a tu restaurante es extraordinario, es una de esas oportunidades que se dan tal vez una sola vez en la vida.
Mucha gente me pregunta que si iré por la segunda estrella Michelin y claro que lo intentaré pero primero quiero asimilar este reconocimiento y después seguir.
Aunque Limardo asimila todavía lo que significa ser el segundo chef venezolano en ganar una estrella Michelin, su trabajo no se detiene y ya está pensando en un siguiente restaurante que sí tenga comida tradicional venezolana y le rinda honor a esas raíces de las que está tan orgulloso.
-. ¿Qué le dice a todos esos jóvenes chefs venezolanos que sueñan con algún día llegar a donde está usted?
– A todos los jóvenes venezolanos cocineros les digo que nunca pierdan la motivación, que pongan sus sueños por delante de todo y sobre todo que deben creérselo, eso es importantísimo, deben creer en ellos mismos y en lo que hacen. Luchen por sus sueños y aprovechen que nuestro país tiene una gastronomía increíble que le gusta a todo el mundo y que ahora tenemos una puerta abierta para todos.
