La alianza posee casi 3,5 millones de efectivos, tropas y civiles combinados frente a los 1.1 millones de soldados en activo de Rusia
Ricardo Martínez.-
El reciente conflicto en Ucrania ha dejado mucho para debatir sobre el futuro del mundo en vista de las tendencias de Vladimir Putin por fortalecer a su país. Sin embargo, más allá de ganar o perder, Rusia podría fortalecer a la OTAN en lugar de debilitarla y evitar su expansión.
Entre las justificaciones que han impulsado al gigante ortodoxo a iniciar el conflicto, se encuentra la posible adhesión de Ucrania a la alianza transatlántica, pues sería una acción que va en contra de lo acordado entre la OTAN y Rusia en los 90 de no expandir la influencia de la organización al este. Acuerdo que no se cumplió.
En 1999, países excomunistas como Polonia, Hungría o República Checa se integraron a la alianza, y a partir de 2004, países exsoviéticos como el trío del báltico: Lituania, Estonia y Letonia también se integraron a la organización.
Se suman aliados
Actualmente, hay más países candidatos a formar parte de la misma, como lo es el caso de Georgia, otra exrepública soviética al sur de Rusia que en 2008 realizó un referéndum para su incorporación, el cual logró 72% de aprobación.
Ahora con Ucrania los posibles candidatos para sumarse a la gran alianza han aumentado. Entre ellos se encuentra un vecino de Rusia, Finlandia. País el cual, tras hacer oídos sordos de las advertencias de Putin sobre su integración a la OTAN, ha llegado a confirmar por parte de su primera ministra, Sanna Marin, su posible unión a la misma.
En caso de llegar a darse la integración de Finlandia, esto se traduciría a una adición de 1.3 mil kilómetros de frontera directa con Rusia. Pero no solamente sería el control de la tierra, pues con Finlandia la OTAN tendría un mayor control sobre el mar báltico, una de las pocas salidas al mar que posee Rusia.
Además de Finlandia también está el caso de Suecia, que, si bien no posee una frontera directa con Rusia, proveería más control sobre el norte.
Estos dos últimos países tienen previsto solicitar formalmente su ingreso en la OTAN entre el 16 y el 20 de mayo, a pesar de las amenazas de Putín.
Según Rafael Punceles, politólogo de la UCV y profesor de historia en la Universidad Monteávila, actualmente la OTAN se encuentra con más “unidad” entre sus miembros, y la victoria de Rusia en Ucrania más allá de dejar mal parada a la alianza en cuanto a su prestigio, impulsará a más países a entrar en la organización, y, por consiguiente, a fortalecerla.
Exhibición de poder
Según la página oficial de la OTAN, la alianza cuenta con 3,5 millones de efectivos, tropas y civiles, Rusia posee un tercio de estas fuerzas con un 1.1 millones de efectivos activos y, a pesar de este poderío, no la ha tenido fácil ante la feroz resistencia ucraniana.
Oryx Blog, un equipo de rastreadores de armas a tiempo parcial dirigido por los analistas militares Stijn Mitzer y Joost Oliemans, estima que las pérdidas de vehículos rusos para la segunda semana de abril ascendían a un total de 2.055.
Esto sin tomar en cuenta las supuestas cifras de bajas de cada bando. Algunas para jugar con la moral de los ciudadanos cual sube y baja. El 25 de marzo, el Ministerio de Defensa de Rusia dijo que 1351 de sus soldados habían muerto en combate. Ucrania aumentó esta cifra a casi 19 mil. ¿A quién poder creer sobre estos datos? Ciertamente se sabrá la verdad al final del conflicto.
Está claro que la acción de Putin no solo está causando que su país entre en una crisis que se pueda prolongar por muchos años, sino que en ese período de tiempo sus rivales se volverán cada vez más fuerte y cercarán más y más al gigante eslavo.
Ya en el conflicto Ucrania-Rusia, la Otan tomó decisiones históricas en un intento de frenar el avance ruso, como la entrega directa de armas y dinero a un país no aliado. Es evidente que la Otan está jugando en primera línea.
*Ricardo Martínez es estudiante de la Universidad Monteávila