Incertidumbre

Rodolfo Bolí­var.-

No saber, esperar, no tener seguridad, creer que puedes planificar tu vida y al cabo de un tiempo darte cuenta que no es posible, lo previsto no se cumple y te genera incomodidad y cierta confusión, una incertidumbre generalizada y que se caracteriza por inmovilizarnos, es duro cuando sientes que quienes deben estar no están y cuando ves atrás y parece que tu yo real no es para nada lo que pensabas, creer en ti es cuesta arriba a pesar de mil razones para hacerlo, ¿entonces que puedes hacer?  ¿Cómo volver a motivarte? ¿Cómo empezar otra vez?

La incertidumbre de tu ser comienza por saber que no somos todo poderosos, somos finitos, perfectibles y propensos a caer, a sentirnos solos, a sentir que erramos una y otra vez el camino. En estas circunstancias lo que debemos es buscar nuestra propia identidad, la incertidumbre externa debe enfrentarse con el auto reconocimiento propio, saber quién soy, qué lí­mites tengo y cómo debo ‘abordarme’, cuáles son mis certidumbres, mi proceso hacia lo verdadero y que no.

Por lo tanto, reconocerme invita a un encuentro con nuestra persona la que nos capacitará para poder participar del encuentro entre personas, tú, yo y los demás. La interrelación personal.

Sigamos en el esfuerzo de conocernos, si llegamos al fondo de quiénes somos, podremos conseguir ciertas capacidades para acercarme al otro y tener como cierto lo que soy y lo que ofrezco, esto, si bien es cierto, no vence la incertidumbre como amenaza externa, si contribuye a un control y regulación de nuestro ser, y es el inicio de un aprendizaje valioso para poder ser mejor persona, sentirme en control de aspectos propios y con un renovado ánimo para ir por el mundo.

Afuera comienza por lo interior, si me reconozco puedo tener la llave para reconocerme en el otro, reconocer al otro y poder sentirme más seguro en alguna área de mi vida. Buen primer paso hacia lo desconocido.

Rodolfo Bolí­var es profesor de la Universidad Monteávila

@rodolfo_bolivar_