Nelly Meléndez.-
Ya nos causa poca emoción los avances tecnológicos que día a día muestran el aumento de memoria, capacidad de procesamiento, precisión, calidad de imágenes, aplicaciones de la inteligencia artificial, entre otras maravillas.
En esa identificación adquirimos mejores tecnologías con la idea que la posesión de por sí nos hará más creativos. Pero ¿es esto posible?
Investigaciones que relacionan tecnologías con creatividad muestran que la hiperconexión hace que personas con gran talento artístico sean incapaces de generar ideas, inclusive demuestran que la saturación de medios de comunicación “además de limitar la creatividad de los jóvenes, es posible que interrumpa el proceso creativo” (p. 142) [1].
También es común asumir la multitarea de los sistemas operativos como algo cotidiano en nuestras vidas, pero esto puede hacerle mucho daño a nuestro cerebro que no logra conexiones plenas y ricas, porque la parte que lo realiza es interrumpida constantemente, antes que las conexiones neuronales puedan afianzarse. Esto es reconocido por científicos y personas destacadas como Jeff Sutherland (el creador de la metodología Scrum), quien afirma categóricamente: «La multitarea te embrutece. Hacer más de una cosa al mismo tiempo te vuelve más lento y peor en ambas” (p. 103)[2].
La era del conocimiento es la del  trabajo concentrado, pero cada vez es más difícil enfocarse
Pero ¿por qué podría interesarnos ser más creativos? Si pensamos en nuestro futuro no deberíamos dejar de lado esta pregunta. Si deseas ser un ganador en la nueva economía necesitas convertirte en un trabajador del conocimiento. Pero con una atención fragmentada los productos que podemos elaborar carecerán de las ventajas competitivas que permitan destacarnos.
La era del conocimiento es la del  trabajo concentrado, pero cada vez es más difícil enfocarse. En la sociedad cognitiva las distracciones generadas por las redes sociales son cada vez más abundantes y nos vuelven más disperso. Muchas organizaciones asumen las reuniones online constantes como parte de la dinámica cotidiana y podemos llegar a sentirnos como routers humano enviando y recibiendo correos electrónicos.
El conocimiento experto es lo que hace y hará la diferencia entre los trabajadores del conocimiento, pero esto solo puede lograrse con la práctica deliberada [3], que a su vez solo es posible con tiempo de dedicación enfocada en desarrollar aquello que es el centro de nuestro interés.
Si tienes un sueño no lo dejes a merced de las redes sociales, para ellos solo eres un cliente o una mercancía. Enfócate. Reflexiona y mira el trabajo para lograr tus metas desde la perspectiva del artesano, quien perfecciona su arte con dedicación y concentración, fluyendo en el proceso creativo.