«Las explosiones sociales están catalizadas por la comunicación»

Adel Choucair Valderrama.-

Fotografí­a: Adel Choucair Valderrama.-

Para el sociólogo y profesor universitario Luis Martí­nez las explosiones sociales están catalizadas por los medios de comunicación social, por lo cual, considera, que en estos momentos es más complejo que se reedite un nuevo Caracazo, hecho que generó un quiebre social en 1989.

Sin embargo, no desestima las continuas manifestaciones que se suceden en los sectores populares, en reclamo a servicios básicos. Solo que, en esta ocasión, el control comunicacional ejercido por el gobierno invisibilidad estas situaciones, a su parecer.

“Las redes tienen una limitante de alcance. Las explosiones sociales están catalizadas por la comunicación y hoy no hay comunicación. El gobierno hoy tiene una hegemoní­a comunicacional”, afirmó Martí­nez.

– De acuerdo con los problemas socioeconómicos del paí­s, ¿considera que pudiese ocurrir otro Caracazo?

Hay todas las condiciones favorables para que haya una explosión social, pero hay un elemento que hizo posible que ocurriera el Caracazo, que fue la comunicación. El efecto de reacción en cadena se creó porque la gente lo empezó a ver en los medios de comunicación, y hoy no hay capacidad que ningún hecho social sea replicable porque no hay una manera eficiente de que todo el mundo se entere de lo que está pasando en Venezuela.

– ¿Y las redes sociales no pueden ser una manera?

Las redes sociales no tienen la incidencia que tiene la televisión o la prensa. El Caracazo impactó porque la gente por RCTV vio aquí­, en Guasdualito, en Yaracuy y en Amazonas la misma imagen y eso catalizó la rabia de algunos, la viveza de otros y las necesidades de otros.

Hoy hay condiciones mayores o más graves que las que habí­a en ese momento, y cabe destacar que en ese momento no habí­a escasez, habí­a acaparamiento que es una cosa totalmente distinta y unas condiciones polí­ticas particulares.

Pero un hecho que arrancó en Guarenas empezó a verse por los medios en la mañana y en la tarde terminó siendo nacional, hoy no hay esa capacidad. Hoy las condiciones son distintas, hay una necesidad social, pero hay elementos que le faltan para poder estallarla.

– ¿Cómo se explica que los barrios de Caracas no bajen a pesar de la situación actual?

Hoy hay manifestaciones de baja intensidad. Diariamente en Caracas se manifiestan en sectores populares por sus necesidades, por el CLAP, por el agua, la luz, por cualquier cosa hay una manifestación, pero no hay la capacidad que la gente se entere en todas partes que está pasando eso.

Las redes tienen una limitante de alcance. Las explosiones sociales están catalizadas por la comunicación y hoy no hay comunicación. El gobierno tiene una hegemoní­a comunicacional, por eso es por lo que dicen, por muy inverosí­mil que sea, tiene la capacidad de conocerlo todo el mundo.

La censura juego un rol fundamental

Absolutamente, la censura no permite que la gente se informe verazmente de un hecho. Periodista que informe sobre un hecho que va inherente al ente gubernamental es sancionado, el mejor ejemplo reciente es César Miguel Rondón y el concierto en el que fueron tumbados varios canales internacionales en el paí­s.

En 1989 los espacios públicos no estaban militarizados como hoy en dí­a

En el 89 habí­a una fragilidad en el Estado, pero habí­a Estado. De hecho, hubo denuncias, hubo fiscalí­as, hubo controles y hoy no hay, la gente está sin capacidad de denunciar a nadie. ¿A dónde denuncias si no hay donde denunciar?, no hay fiscalí­as. Si vas a la policí­a te pueden meter preso en vez de apoyarte. Hoy no hay institucionalidad que te garantice tu derecho a la protesta.

– ¿Qué similitudes hay en la sociedad, entre la situación que hizo que explotara el Caracazo y lo que estamos viviendo hoy en dí­a?

Hay cosas parecidas, pero no iguales, el Caracazo fue una expresión social de un agotamiento del sistema polí­tico para el momento, la gente empezaba a manifestar descontentos por lo que pasaba en el paí­s, situaciones como la corrupción, el acaparamiento, habí­a productos, pero habí­a tantas mafias vinculadas a sectores privados que acaparaban en el momento los productos.

Entonces la gente saqueó, porque los productos estaban acaparados y estaban siendo remarcados, pero hoy no hay productos en el paí­s. Puedes saquear y no vas a conseguir nada porque no ha qué conseguir.

El sector público estaba cuestionado en ese momento, los partidos polí­ticos también pasaban por un cuestionamiento, pero eran mucho más fuertes de los que son hoy efectivamente, pero el paí­s funcionaba y sí­ tení­as capacidad de protestar, de reclamar, habí­a sectores vinculados a las minorí­as que utilizaban ese proceso y se respetó eso.

¿Qué repercusiones o consecuencias trajo el Caracazo para la situación actual?

El Caracazo fue la primera campanada evidente de descontento del sistema polí­tico. El Caracazo, el golpe de Estado del 4 de febrero y luego el 27 de noviembre fueron las tres campanadas que hablaban de que el sistema polí­tico tení­a que revisarse, pero en su momento no hubo la capacidad de entenderlo y terminó siendo el empuje electoral de Hugo Chávez la respuesta a lo que la gente demandaba.

Efectivamente es un antecedente real de lo que posteriormente vivimos desde el 99 con la elección de Hugo Chávez como presidente.

*Adele Choucair es estudiante de la Universidad Monteávila

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