La ayuda humanitaria, un punto de inflexión

Stefania Bruzual.

Desde hace varias semanas el ingreso de la ayuda humanitaria se ha convertido en un punto de inflexión entre el gobierno y la oposición. Sectores que adversan al presidente Nicolás Maduro aseguran que el paí­s requiere de esta asistencia para apaliar la grave crisis humanitaria que atraviesa la nación; mientras que los dirigentes oficialistas alegan que la ayuda humanitaria es solo una excusa para intervenir. Incluso han afirmado que “es cancerí­gena”.

En el marco legal el debate se centra en la obligatoriedad del ingreso de esta asistencia que tiene dí­as llegando a los centros de acopio de Cúcuta, Roraima y Curazao. El Tratado de Roma es enarbolado como el texto legal que obliga al gobierno a doblegarse y permitir este ingreso, mientras organizaciones civiles llaman a despolitizar la llegada de medicamentos y alimentos.

El Estatuto de Roma, en su artí­culo 7, letra b, numeral segundo, pena “la imposición intencional de condiciones de vida, la privación del acceso a alimentos o medicinas, entre otras, encaminadas a causar la destrucción de parte de una población”.

En torno a este texto legal se pronunciaron profesores de la Cátedra de Derecho de la Universidad Central de Venezuela. A través de un comunicado expresaron que el impedimento del ingreso de la ayuda humanitaria, por parte del Estado, va en detrimento de la población civil, con lo cual se estarí­a incurriendo en un crimen de lesa humanidad de exterminio, tipificado en el texto legal citado con anterioridad.

En función de esto, para varios expertos es de carácter obligatorio el ingreso de la ayuda humanitaria al paí­s. En su momento ya Kofi Annan, siendo el secretario general de las Naciones Unidas, consagró la responsabilidad de proteger a la comunidad internacional en caso de ocurrencia de genocidio, crí­menes de guerra, depuración étnica y crí­menes de lesa humanidad, “cuando las autoridades nacionales no puedan o no estén dispuestas a proteger a sus ciudadanos, trasladando a la comunidad internacional la responsabilidad de utilizar medios diplomáticos, humanitarios y de otro tipo para contribuir a proteger los derechos humanos y el bienestar de la población civil”, recordaron los catedráticos de la UCV.

En este sentido, Marí­a Alejandra Correa, profesora de Derecho de la Universidad Monteávila, consideró factible el ingreso de esta ayuda, en función de los principios establecidos en el mencionado Estatuto de Roma como “mandato obligatorio” previsto en la Constitución venezolana, para garantizar el derecho de los connacionales a la vida y a la salud.

Por su parte, el internacionalista Mariano de Alba expresó, a través de sus redes sociales, que “no serí­a la primera vez que ocurre un ‘bloqueo humanitario’. Recordó que en el 2011, en medio de una guerra civil, las fuerzas armadas de Sudán bombardearon aeropuerto que tení­a uso exclusivamente humanitario. “El ataque ocurrió cuando se estimaba que 300.000 personas necesitaban ayuda”, señaló.

No está expresamente previsto en el Estatuto de Roma, pero cabe en el artí­culo 7.1.k, que tipifica: ‘otros actos inhumanos de carácter similar que causen intencionalmente grandes sufrimientos o atenten gravemente contra la integridad fí­sica o salud mental o fí­sica”, añadió el abogado venezolano.

En este sentido, se insta a los funcionarios, especialmente a los militares a que obren a favor del ingreso de esta asistencia internacional, cuyo contenido esencial es alimentos básicos, medicinas y enseres para el aseo personal, según se ha conocido con el transcurso de los dí­as.

Una de las principales razones que alegan es que tanto ellos como sus propios familiares conocen las carencias y dificultades por las que atraviesa la población venezolana, como lo dejó claro esta semana monseñor Mario Moronta, obispo de Táchira, al exhortar al presidente Nicolás Maduro a que permita el ingreso del material ubicado en territorio vecino y se aparte del poder para que se produzca el cambio polí­tico.

“No es ningún secreto que hoy atravesamos la más grave crisis polí­tica, económica, social y moral que azota al paí­s. Negarlo es querer tapar el sol con un dedo o demostrar que se está encerrado en una cúpula de cristal. Sé que le disgusta a Usted y sus seguidores que se le hable de “crisis o emergencia humanitaria” Pero ¿cómo caracterizar la situación que golpea a la inmensa mayorí­a de nuestros hermanos? No se puede negar el deterioro de la calidad de vida de los venezolanos”, afirma en su misiva.

Monseñor asegura que es necesario enfatizar que debemos entendernos con la verdad verdadera, “no la que se inventa o la que se quiere mostrar sin serla”. Por tal motivo, continúa:

“Hay hambre: muchas familias no comen lo necesario para poder alimentarse. Ha crecido la pobreza crí­tica y los í­ndices de desnutrición son altí­simos. Me imagino que a Usted eso no se lo informan. Asimismo, la salud se ve desguarnecida en todos los sentidos, desde la atención hospitalaria hasta la consecución de medicamentos. Hay muchos que están sufriendo por la falta de atención (es el caso de los enfermos renales por falta de diálisis y el de los enfermos oncológicos por no ser debidamente atendidos)”

Moronta en su comunicado recuerda a Maduro que solo él es responsable de sus actos; por ende, no desea que existan consecuencias por sus palabras ni mucho menos que estas alcancen a familiares, amigos, allegados.

“Debo decirle la verdad, como lo sugirió Bolí­var en su poema desde El Chimborazo. La gente del pueblo está cansada, porque sigue siendo menospreciada. Hay represión de diverso tipo. Aunque no guste, la inmensa mayorí­a del pueblo, sufre una crisis de carácter humanitario. Se lo puedo atestiguar. No soy de los que está encerrado en oficinas, sino que camino por las comunidades, me encuentro con todos sin distinción”.

Ante esta realidad que ha movilizado a un importante número de personalidades, a nivel nacional e internacional, la respuesta del gobierno es que tras la ayuda humanitaria solo hay intenciones de invadir el paí­s, lideradas por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, al mismo tiempo que niega la crisis denunciada.

Esa mentira de la crisis humanitaria es solamente un pretexto para invadir a Venezuela y para intervenir nuestro paí­s (…) aquí­ no van a llegar las limosnas imperiales bajo una farsa de crisis humanitaria”, declaró la vicepresidenta Delcy Rodrí­guez.

Por su parte, Nicolás Maduro calificó la llamada emergencia humanitaria en un simple “show”; montado desde la Asamblea Nacional y paí­ses del primer mundo. Además aseguró que los 20 millones de dólares proporcionados por Estados Unidos son un “regalo podrido” y que las acciones del Gobierno de Donald Trump son “bravuconadas inaceptables”.

Sin embargo, esta semana supuestamente llegaron al paí­s medicamentos y alimentos provenientes de paí­ses aliados. El lunes el propio jefe de Estado anunció la llegada de 300 toneladas de ayuda humanitaria proveniente de Rusia.

Según la Organización Mundial de la Salud, en Venezuela ha reducido entre el 15% y 20% la atención médica. La ONG Médicos por la Salud reveló que 96% de los centros de atención médica no ofrece una alimentación adecuada o no suministra comida a los pacientes. Por lo que la situación del sistema de salud en el paí­s es deficiente.

La Organización Panamericana de la Salud (OPS) dio fe del alto í­ndice de pacientes con enfermedades como difteria, malaria, sarampión e infecciones por VIH, con insuficiencia renal y la alta tasa de mortalidad infantil y materna, por falta de medicinas e insumos en los distintos centros del paí­s.

Aunado a esto esta organización constató la migración de enfermedades ya erradicadas a los distintos paí­ses de la región. Según Naciones Unidas cerca de tres millones de personas han salido de Venezuela huyendo de la crisis.

De acuerdo con el Fondo Monetario Internacional Venezuela, “el paí­s con mayores reservas petroleras probadas del mundo” vivirá una hiperinflación calculada inicialmente en 10.000.000% para fin de año. Esta misma organización señaló, recientemente, que el paí­s requerirá de un “generoso apoyo externo” para su recuperación.

Estamos viendo una tormenta perfecta sin precedentes de crisis de nutrición y alimentos, hiperinflación extendida, pérdidas de capital fí­sico y humano y complejos problemas de deuda en Venezuela. Hemos visto versiones de cada uno (de estos problemas), pero raramente una combinación tan severa como esta. Necesitarán lecciones de historia, pensamiento innovador, formulación de polí­ticas flexibles y apoyo externo generoso”, dijo el segundo al mando del Fondo, David Lipton, a través de su cuenta Twitter.

Ante este panorama el politólogo íngel Alvarez anunció, por medio de sus redes sociales, que “Maduro está en el cuadrante de perder-perder por sus propios errores: pierde si impide la entrada de la ayuda humanitaria, lo cual solo puede hacer violentamente, y pierde si permite que entre. Su dilema es entre ser aún más cruel o ser derrotado, ambos resultados lo debilitan.”

*Stefania Bruzual es estudiante de la Universidad Monteávila

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