Francisco Blanco.-
No pensar que vivimos 70 u 80 años… pensar más bien que vivimos 300 años.
No pensar en el fin… pensar más bien en el camino.
No pensar que merecemos cosas… pensar más bien en trabajar para conseguirlas.
No pensar en la recompensa… pensar más bien en la satisfacción.
No pensar en los que ya no están… pensar más bien en vivir de acuerdo con su legado.
No pensar que las cosas se terminan… pensar más bien que comienzan.
No pensar en el odio… pensar más bien en el amor.
No pensar que somos mejores… pensar más bien que el otro también vale.
No pensar en la rabia… pensar más bien en la búsqueda incesante de lo bello.
No pensar en la envidia… pensar más bien en la alteridad.
No pensar qué le puede salir mal… pensar más bien que al ser el fracaso una constante solo queda hacer las paces con eso y prepararse.
No pensar en las dificultades… pensar más bien en la manera de sortearlas.
No pensar que somos aptos… pensar más bien con humildad.
No pensar en la imposibilidad… pensar más bien en la creatividad necesaria para “ser” muy a pesar de ellas.
No pensar que hay un fin… pensar más bien en la maravilla de la inmortalidad.
A todos mis alumnos
*Francisco J. Blanco es profesor de la Universidad Monteávila