Carla J. Mendoza.-
El próximo 27 de mayo Colombia celebrará la primera vuelta de elecciones presidenciales en un ambiente político ampliamente marcado por la polarización.
Según encuestas realizadas por el diario El País, de España, para el mes de abril el candidato que tomó la delantera en la carrera presidencial fue Iván Duque, con aproximadamente un 40% de los votos, seguido por Gustavo Petro con menos del 30%, Germán Vargas Lleras con 10,5% y Sergio Fajardo con apenas un 9,9%.
Duque es el candidato a la presidencia por el partido Centro Democrático, fundado por ílvaro Uribe en el año 2013. Luego de las elecciones legislativas del 11 de marzo, Uribe y su partido derechista se consolidaron con un número muy alto de votantes dentro del sistema político colombiano, la mayoría críticos de la gestión de Santos y la forma en que se llevó a cabo el proceso de paz con las FARC.
En el otro extremo se encuentra Gustavo Petro, excongresista y exalcalde de Bogotá, candidato a la presidencia por la Coalición del Grupo Significativo Colombia Humana y Movimiento MAIS. Ha logrado captar la atención del pueblo basando su discurso en la repartición de las riquezas y lucha entre clases. En ciertas ocasiones ha sido catalogado como el representante del castrochavismo en Colombia.
El amplio margen de votos y aceptación pública que tienen ambos políticos por encima de otros candidatos demuestra la polarización que continúa prevaleciendo entre el pueblo colombiano.
El descontento social que generó el proceso de paz con las FARC es sin duda la razón principal por la cual Duque lleva la delantera en las encuestas. En primer lugar, porque el acuerdo fue un fracaso. Según la ONU, para noviembre de 2017, al menos el 55% de los 8.000 exguerrilleros de las Farc que se acogieron al acuerdo de paz abandonaron las 22 zonas creadas para su tránsito a la vida civil por «desilusión» ante la ausencia de oportunidades económicas.
Muchos de estos disidentes han decidido tomar las armas nuevamente, pero esta vez bajo el mando de Wálter Patricio Arizala Vernaza, alias Guacho, quien es hoy el hombre más buscado en Colombia y Ecuador, por el asesinato en cautiverio de un equipo periodístico del diario El Comercio.
A raíz de esto, muchos electores han decidido apoyar al partido del expresidente Uribe, ya que este, juntos a sus aliados de la derecha conservadora, representada por Marta Lucía Ramírez y Alejandro Ordoñez, agrupan la votación victoriosa del No en el plebiscito sobre los acuerdos con las FARC. Además, en diversas ocasiones Uribe fue certero en sus acusaciones contra la gestión del presidente Santos y las aspiraciones políticas de los líderes de las FARC, las cuales no pudieron concretarse, entre otras cosas, por la desaprobación de los colombianos.
Ante este contexto, parece casi tangible el hecho de que Iván Duque sería el primero en pasar a la segunda vuelta, que ha de llevarse a cabo el 17 de junio del presente año. Sin embargo, podemos permitirnos debatir la incógnita de quién será su contrincante.
De ser Gustavo Petro, se podría verificar finalmente hacia qué lado de la balanza ideológica se inclinará el pueblo colombiano. Sin embargo, las encuestas arrojan que Sergio Fajardo podría ser un candidato competitivo para la segunda vuelta. Al ocupar el cuarto lugar dentro de la opinión pública, según el diario El País de España, Fajardo es el candidato de la alianza partidaria Coalición Colombia. Los sondeos realizados por la firma Cifras & Conceptos determinan que Fajardo cuenta con la desfavorabilidad más baja de todos, y que podría convertirse en la nueva opción de muchos electores si su candidato principal no pasase a la segunda vuelta.
Por otro lado, Roberto Rave, politólogo colombiano con especialización y postgrado en negocios internacionales y comercio exterior de la Universidad Externado de Colombia y la Universidad Columbia de Nueva York, declaró para CNN en Español y aseguró que otro fuerte candidato para la segunda vuelta es Germán Vargas Lleras, un posible seguidor de la senda continuista de Santos.
Vargas Lleras es exvicepresidente de la República de Colombia, ejerciendo dicho cargo durante el segundo período presidencial de Santos, hasta su renuncia en 2017. Se lanzó como candidato por firmas, con una postura de centroderecha, respaldado por el partido Cambio Radical.
Aunque inició su candidatura con sólo un 10,5% de la opinión pública a su favor, en el último mes ha logrado escalar al menos otro 10%, consolidándose en tercera posición. Además, Cambio Radical casi duplicó su participación en el Congreso después de las elecciones del 11 de marzo, y tiene la capacidad de mover la maquinaria política de varios partidos y electores locales a su favor.
Si Vargas Lleras logra superar a alguno de sus dos contrincantes principales y pasar a la segunda vuelta, las probabilidades de captar la atención de los votantes adeptos a los candidatos relegados serían bastante altas.
*Carla Mendoza es estudiante de la Universidad Monteávila