Mariana Yánez.-

La ruptura de Londres con Bruselas oficialmente ha entrado en la segunda fase de negociaciones, sin demasiados avances que destacar en cuanto al Brexit. La separación no ha sido tan amistosa, en vista de los años de unión.
El gobierno británico ha ordenado a sus ministros negociar un «período de transición» del Brexit ante la eventualidad de que las conversaciones comerciales fracasen y el país abandone la Unión Europea (UE) sin un acuerdo comercial beneficioso.
Partes del Parlamento de la Gran Bretaña creen que la UE querrá evitar que el país se vaya de repente en marzo de 2019, posiblemente dañando su economía.
El diario británico The Telegraph afirma: «En este nuevo año, el Gobierno está pasando de una fase de planificación a una fase de entrega. Que desea eliminar las excusas que algunos departamentos tienen por no estar listos. La intención es asegurar que estén preparados para enfrentar lo que se negocie en Bruselas, y si bien la posibilidad de un escenario ‘sin trato’ ha disminuido, todavía puede darse el caso».
Un informe anterior del Parlamento Europeo sugirió que el «Brexit sin acuerdo» dejaría un agujero de 10 mil 200 millones de euros en el presupuesto anual del bloque europeo, el cual afectaría significativamente a las naciones de Europa del Este, miembros de la Unión y en cierta parte dependiente de sus ayudas económicas. Bulgaria es un ejemplo de estos casos.
Para Rafael Punceles, profesor de Historia de Venezuela e Historia Contemporánea en la Universidad Monteávila, el Brexit podría acarrear consecuencias económicas e incluso sociales que los británicos no se esperaban a la hora de votar en el referéndum de forma apresurada, y que, según su afirmación, se verán de mediano a largo plazo.
Otro tema a destacar, es la situación de los ciudadanos de la UE en suelo británico. Sus derechos, afirma el gobierno de la Primer Ministro, Theresa May, serán completamente respetados y asegurados, incluso si no se llega a un acuerdo y el Brexit se da apresuradamente.
Sin embargo, para la Unión Europea existe otro frente de batalla, al este, con Polonia, Hungría y la República Checa, por sus políticas proteccionistas. Este desacuerdo entre miembros podría ralentizar o entorpecer las negociaciones de la salida de la Gran Bretaña, aunque por el momento, este sigue siendo la prioridad de los líderes europeos.
*Mariana Yánez es estudiante de la Universidad Monteávila