Christian Hauer.-
Después de un progresivo cambio iniciado por Guardianes de la Galaxia en 2014 Marvel regresa con un filme de Thor que abandona sus clásicas tonalidades grises por una cómica explosión de colores que es igual parte beneficiosa como es nociva.
Thor: Ragnarok es una película de aventura, acción y comedia dirigida por Taika Waititi y protagonizada por Chris Hemsworth. La cinta continúa la historia del superhéroe asgardiano, quien -tras la muerte de su padre Odín- deberá volver a su hogar para evitar la destrucción que su hermana, la toda poderosa Hela, traerá consigo.
Este filme es un interesante paso para Marvel, pues logró transformar una de las franquicias más débiles de su universo cinematográfico en un éxito que superó a Guardianes de la Galaxia, la clara fuente de inspiración del cambio tan brusco de tono que emplearon.
Desde un punto de vista visual la dirección es bastante llamativa, utilizan colores brillantes en una gran parte de su duración y estos son contrastados con los dorados, plateados y grises que son tan prominentes en las instalaciones pasadas. El diseño de vestuario es consistentemente interesante, los efectos especiales mantienen la calidad que se puede esperar de Marvel Studios y la cinematografía es una versión más ambiciosa de la presente en las anteriores películas del estudio.
El humor de la película se centra principalmente en ser autoconsciente de todos los sucesos extraños que pueden ocurrir en un filme inspirado en dioses y, en una cantidad moderada esto puede ser una valiosa herramienta para entretener a la audiencia; sin embargo, no existe ninguna regulación en este caso, y esto lleva la tensión dramática de la cinta a ser casi no existente.
La acción de la película es competente, más si un momento puede ser resaltada será la gran pelea en el coliseo, que trabaja con un buen manejo de momentum o impulso, el cual puede ser apreciado debido a su gran aporte en cuanto a la fluidez de la escena.
El soundtrack fue compuesto por Mark Mothersbaugh y es una mezcla entre rock y synthwave, con una canción insertada de Led Zeppelin que es utilizada repetidas veces, “Imigrant Song”. Del soundtrack original una canción que encapsula el tono de la película es “What Heroes Do”.
En general fue una experiencia entretenida, con una cinematografía y soundtrack competentes, que a pesar de esto es arrastrada por su falta de tensión dramática y sobre utilización de humor y que a fin de cuentas sigue siendo una visita mucho mejor que el resto de su franquicia.
*Christian Hauer es estudiante de la Universidad Monteávila