Carlos García Soto.-
Conindustria ha presentado hace unas semanas el libro colectivo “Hacia una Venezuela industrializada: la ruta”, bajo la coordinación de Juan Francisco Mejía Betancourt. Se trata de un completo informe, que alcanza a las 354 páginas, y que contiene ensayos que abordan diferentes aristas de los temas que es preciso atender para una reindustrialización del país. El informe puede ser consultado libremente en la página web de Conindustria. En este enlace puede consultarse un resumen del informe.
El informe trata alguno de los temas fundamentales para hacer de Venezuela una economía industrializada, con un enfoque dirigido particularmente a otorgar pautas para ejecutar esa industrialización. Así, por ejemplo, un enfoque general desde la economía es el realizado por Humberto García Larralde, en su ensayo “El Entorno macroeconómico: ¿Qué hacer el día después de la tormenta?”. Richard Obuchi trabaja el tema del Estado empresario: “Del Estado mega-empresario al Estado promotor. Mucho más que un cambio de manos”. José María de Viana analiza “Infraestructura: un reto costoso pero impostergable”. Juan Cristóbal Carmona y Mario Pires señalan los “pasos inmediatos en el camino de la adecuación tributaria”, entre otros ensayos igualmente interesantes de otros autores.
Sin duda, el entorno político, económico y regulatorio del sector industrial es particularmente delicado. Se trata de un sector económico que asume particulares riesgos, al apostar por la manufactura de bienes para el mercado nacional y extranjero.
La actividad industrial es clave para el sano crecimiento de cualquier economía. Y justo cuando Venezuela atraviesa la peor crisis de su historia económica contemporánea, Conindustria se plantea como gremio mirar por encima de la crisis y señalar unos criterios básicos para una política industrial general y sectorial. Como señala el Presidente de Conindustria en el Prólogo al informe:
“El documento que ahora ofrecemos desde el sector industrial y empresarial, “Hacia Una Venezuela Industrializada. La Ruta”, propuesto por Conindustria este año 2017, expone la posición de la institución frente a los problemas y los desafíos que enfrenta el país en el corto, mediano y largo plazo, pero con énfasis en las acciones inmediatas. Es una apuesta por el inicio de un proceso de reindustrialización como condición fundamental, más no suficiente, para lograr el progreso sostenido y un mayor bienestar para la sociedad venezolana”.
Como concluye Juan Francisco Mejía Betancourt en la Introducción al informe:
“La industria representa una medida esencial del crecimiento económico de la humanidad, y es una clave ineludible al proyectar la estrategia de desarrollo de cualquier país. Con pocos cambios en el análisis, ella ha sido por centurias una palanca de crecimiento de las regiones y las naciones; desde la fortaleza europea con Inglaterra y Alemania a la cabeza, o la norteamericana o la asiática con Japón liderizando, o más recientemente con el despunte de países como China, India o Brasil. Lo cierto es que la prosperidad económica y en gran medida el desarrollo social de una nación, tienen un vínculo directo con su grado de industrialización”.
Para la reindustrialización de Venezuela, sin duda, Conindustria ha ofrecido con este informe un excelente “Manual de operaciones”.
*Carlos García Soto (@cgarciasoto)Â es profesor de la Universidad Monteávila.