Carolina Sánchez.-
Al principio de la humanidad no había mascotas a las cuales mimar. El perro doméstico era una herramienta útil sin ningún tipo de atención y cariño, ni siquiera se hablaba de adiestramiento canino ni de cómo educarlo: eran buenos o eran eliminados.
Con el tiempo comenzaron a valorar estos animales que daban sus vidas por sus propietarios, entendiendo que el perro necesita una disciplina ejemplar. Desde entonces se instauraron bases muy concretas para entrenar a estos animales..
“La educación canina va dirigida directamente a la conducta natural del perro. Dejando atrás trucos, piruetas, adiestramiento básico o avanzado, comandos básicos y enfocándonos netamente en los instintos, en las necesidades básicas y aprovechándonos de ellas para lograr una conducta equilibrada”, explicó Freddy Hernández, experto en conducta y psicología canina.
En los últimos años la responsabilidad del ser humano para educar a las mascotas ha perdido valor sin ninguna consideración. A veces pretendiendo que el perro entienda nuestro comportamiento, nuestro lenguaje porque somos humanos, sin entender que somos especies totalmente distintas. “El que más sufre es el perro. Se confunden, se estresan, se frustran porque no se permiten ellos mismos comportarse como deben. Ese es el error más grande”, expresó Hernández.
“Es tan triste ver cómo se ha distorsionado tanto la historia del perro, es triste ver cómo ha cambiado tanto el perro ha como era realmente”, lamentó.
Muchas veces el ser humano es inconsciente o no comprende que su propio comportamiento alimenta la conducta inaceptable del animal, llevándolo al desconocimiento sin poder hacer frente a la situación. “Si vamos a tener a un perro démosle la importancia y el respeto que él se merece, tratándolo de la manera en la que él se sienta mejor, tratándolo de la manera en que sus genes fueron programados”, insistió el experto.
El especialista aseguró que cada humano tiene una parte animal, por lo que cada uno está en capacidad de poder establecer vínculos con estos seres. “Lo único es que debido a tantos prejuicios que existen hoy en día o el miedo tal vez no nos sale”, anotó.
Un educador canino se encarga de, a través de un buen método de aprendizaje, darle un valor especial a todos esos pequeños seres, aunque no se descarta que un propietario suficientemente seguro, firme, dominante y líder pueda controlar la situación de su perro sin ningún problema, sin necesidad de un profesional.
A pesar de esta posibilidad, Hernández recalca que siempre se necesita que “alguien diga qué es lo que debes hacer, cómo lo debes hacer, cuándo lo debes hacer. Si quieres hacer las cosas realmente bien, si quieres hacer todo como realmente se debe, necesitas recurrir a un especialista”.
Si no quieres que todo salga de control, si no deseas conductas extrañas en tu mascota, simplemente recurre en el momento idóneo, al principio o incluso antes de comenzar una nueva relación con la mascota. “El primer contacto es importantísimo. Yo creo que más importante es eso que la misma educación que se le da en casa, porque todo dependerá de la sincronización, del match que hagan la familia o la persona con el perro”, concluyó el experto.
* Carolina Sánchez es estudiante de Comunicación Social de la Universidad Monteávila.