Yoselyn Zapata.-
El hombre diariamente se encuentra frente a situaciones que lo llevan a tomar decisiones, en las que se puede ver denigrada su dignidad o, por el contrario, lo pueden hacer una mejor persona. Gracias a la libertad el hombre tiene la capacidad de elegir, pero no elegir sin sentido, sin medir las consecuencias, sino elegir desde la razón.
La ética al reconocer la condición humana se muestra como una vía para orientar esa conducta tan impredecible que posee el hombre; es un modelo a seguir que permite establecer un orden en las relaciones humanas.
El hombre desde su libertad debe respetar las leyes naturales de carácter moral que se le presentan en la realidad, como es el caso de los primeros principios, por poner un ejemplo. ¿Pero por qué se deben respetar esas leyes morales? Hay que entender que el hombre además de ser un animal racional, como lo definía Aristóteles, también es un animal político y social, por ende vive en sociedad y su perfeccionamiento como persona depende de esa convivencia con los demás.
Se debe destacar que a pesar de ser esencialmente diferentes todos los hombres tienen una naturaleza en común. Esa naturaleza se ve reflejada en las leyes morales que los rigen a todos sin distinción de raza, religión, cultura o condición social, y a las que deben seguir sin reproche alguno.
* Yoselyn Zapata es profesora de la Universidad Monteávila.