Luis Fernando Rosales.-
El presidente Nicolás Maduro afirmó en cadena nacional que estaba abierto a dialogar con la oposición venezolana e incluso con los Estados Unidos. «Ellos propusieron que iniciemos una nueva etapa de diálogo con nuevos canales de comunicación y un conjunto de encuentros a alto nivel de manera inmediata, y yo le dije a la canciller: ‘aprobado’. Vamos a iniciar esa serie de encuentros de alto nivel, estoy de acuerdo», sostuvo el mandatario. Mientras tanto el líder opositor, Henrique Capriles Radonski, destacó en su programa radial transmitido el 6 de junio que de haber diálogo con el oficialismo el referendo revocatorio no estaría bajo discusión.
Luego de las protestas generadas en el país durante el 2014 y la creación de la propuesta de La Salida, impulsada por el dirigente del partido Voluntad Popular, Leopoldo López, el gobierno y la oposición decidieron sentarse a conversar en el Salón Ayacucho del Palacio de Miraflores. Dicho encuentro fue transmitido en cadena nacional de radio y televisión, contando con participación de figuras políticas como Nicolás Maduro, Diosdado Cabello y Jorge Rodríguez por parte del gobierno; y de Ramón Guillermo Aveledo, Henrique Capriles y Henry Ramos Allup por los opositores.
“Ese plan de mediación que pasó ya hace más de dos años fue un buen intento para tratar de solucionar la crisis que afrontaba el país, dado que estuvimos al borde de un estallido social como sucedió en 1989 con El Caracazo. Sin embargo, no logró su objetivo puesto que fue una especie de show mediático en el que distintas caras de la política venezolana comenzaron a ‘sacarse los trapitos’ en un tenso debate que se extendió hasta la madrugada, sin llegar a un acuerdo o solución tangible”, señaló Gabriela Valdez, estudiante de Estudios Internacionales en la Universidad Santa María.
Mediación internacional
La Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) es un organismo internacional fundado en el 2004, con sede en Quito, Ecuador, y compuesto por 12 países, entre los cuales se encuentra Venezuela.
“Desde los tiempos de Néstor Kirchner en la secretaría general de esta organización hasta la actualidad, que se encuentra Ernesto Samper en el cargo, dicha entidad ha manifestado su apoyo a la denominada revolución bolivariana, a pesar de que todas estas organizaciones internacionales, como la ONU y la OEA, mantienen principios de no injerencia en los problemas internos de una nación. Unasur es la menos indicada para pedir diálogo ya que se encuentra claramente inclinada hacia el sector oficial. No le interesa resolver los problemas de los venezolanos sino mantener al presidente sentado en Miraflores”, aseguró Darlysmar Mora, internacionalista y analista política.
No todos creen en el diálogo. Gabriel Mora, estudiante de Derecho en la Universidad Santa María, indicó que “a la oposición venezolana simplemente no le interesa sentarse a dialogar sobre los problemas del país, su único objetivo es calentar la calle para ver cómo salen de un presidente elegido constitucionalmente en el 2013. La agenda de la MUD es violenta y apuesta a una rebelión”.
La Organización de Estados Americanos, creada en 1948 con sede en Washington, Estados Unidos, y compuesta por 34 países miembros de toda América, manifestó recientemente a través de su secretario general, Luis Almagro, la intención de reunir un consejo permanente, el cual se estableció el 1° de junio con el objetivo de aplicar la Carta Democrática en Venezuela, discutir la situación política y restablecer el orden constitucional.
Dicha carta fue creada por la OEA en el 2001 y su objetivo principal es el “fortalecimiento y preservación de la institucionalidad democrática de un estado miembro”. El único precedente en la activación de este instrumento ocurrió luego del golpe de estado al presidente de Honduras, Manuel Zelaya, en el 2009, contando con el apoyo del entonces canciller venezolano, Nicolás Maduro.
La Carta Democrática necesita del apoyo de dos terceras partes (24) de las 34 naciones miembro de esta institución. En su artículo 3 establece que no está prevista la intervención extranjera (cascos azules u otras fuerzas) ya que eso atentaría contra los principios de no intervención e independencia de los Estados, contrario a la injerencia de la cual han acusado algunos dirigentes del Psuv a Almagro y la OEA.
En una entrevista realizada en un reconocido canal de televisión, la internacionalista y profesora de la Universidad Central de Venezuela, Giovanna De Michele, apuntó que la aplicación de la Carta Democrática a Venezuela no reportaría ningún beneficio al país, por el contrario, a su juicio, podría profundizar los problemas.
“Algunos creen que la aplicación de la carta supone la suspensión de Nicolás Maduro y un cambio de gobierno. Eso es falso”, aseveró.
* Luis Fernando Rosales es estudiante de Comunicación Social.