Señales de ellas | Una montaña hecha de hielo
Francisco J. Blanco.- De niño nunca fui el más quieto. De joven nunca fui el más callado. De adulto intento ser lo que quiero ser, pero ni quietud, ni el silencio me han acompañado de manera constante. Por eso esta oficina me recuerda a esas clases eternas donde no te puedes parar de tu puesto…