Sabrina Machado.-
Ante un auditorio repleto, el cineasta e historiador Carlos Oteyza presentó su último documental: El pueblo soy yo, en la Universidad Monteávila. Estudiantes, profesores, autoridades se dieron cita para ver esta obra, de poco más de dos horas, en las que se refleja con gran claridad e innegables imágenes la cruda realidad que atraviesa el país al paso de las dos últimas décadas de gobierno chavista-madurista.
En presencia del propio director, se destacó que la intención primaria nunca fue hacer un “recuento histórico”. El objetivo de la cinta es demostrar los alcances del populismo y cómo Hugo Chávez se valió de el para afianzarse en el poder y desinstitucionalizar la Venezuela que se conocía hasta la llegada del carismático caudillo.
El pueblo soy yo se presentó ante un selecto público, cautivo, y sobre todo cuidadoso, como ha sido la tónica en la exhibición del documental “más triste que he hecho”, y que fue presentado por primera vez en España, en octubre del año pasado. En el país se ha mostrado en otros espacios académicos, conscientes sus realizadores que no llegará a las grandes salas de cine.
“Siempre hay riesgos, todos nos estamos arriesgando, todos nos sentimos amenazados. La gran mayoría tiene miedo, unos fuera del poder, otros dentro”, afirmó Oteyza ante un público conmovido, luego de presenciar un recorrido a grandes rasgos de lo que fue el dramático cambio de la Venezuela de finales del siglo XX y principios del XXI.
Las imágenes de un popular Chávez, su característico saludo con el puño cerrado y su accionar en los distintos sectores del país fueron evidenciadas por el cineasta venezolano, que se valió de historiadores, sociólogos, comunicadores para documentar a través de cinco puntos la tragedia de la Venezuela que hoy protagoniza una de las migraciones más importantes a nivel mundial, según voceros de Acnur.
A través de figuras como Enrique Krauze, Loris Zanatta, Alberto Barrera Tyszka, Ana Rosa Torres, Rocío San Miguel, Inés Quintero, Luis Izquiel, Carlos Correa se dibujó cómo el populismo cobró importancia en Venezuela, cómo se arraigó en todos los espacios al extremo que hoy a quiénes se preguntan si la democracia es todavía un referente en el país o ya pertenece a un pasado que se añora.
Ante esta disyuntiva Krauze, historiador mexicano y autor de El poder y el deliro, no dudó en señalar, en algunas de las declaraciones emitidas en la cinta, que todo gobierno populista se separa de los caminos democráticos.
El pueblo soy yo comenzó a producirse en el 2015 y se extendió al 2018, con la llegada de Nicolás Maduro al poder, persona ungida por Chávez como su sucesor. Esta obra viene a sumarse a Tiempos de dictadura, Tiempos de Marcos Pérez Jiménez y CAP 2 intentos, cintas que el propio Oteyza señala que ningún canal venezolano se atrevería a pasar, sobre todo las relacionadas con Carlos Andrés Pérez, porque podrían ser consideradas “una provocación”.
Ante el desasosiego que reinó en el auditorio principal de la UMA, el cineasta venezolano llamó a tener cuidado, a no creer en retóricas populistas, a ser responsables ante el carisma desbordado y a confiar en la unidad. Abogó por que la “unidad se haga real, se bajen las diferencias” y recordó los encuentros entre Franklin D. Roosevelt y Lósif Stalin para hacerle frente a Adolfo Hitler y terminar la Segunda Guerra Mundial.
*Sabrina Machado es coordinadora de Pluma
*Fotografia: Cortesía