Francisco Febres Cordero.-
Fotografía: Betania Ibarra.-
Estimado Elias Sayegh, Alcalde del municipio El Hatillo.
Estimado Dr. Miguel Bravo, Presidente del Consejo Superior de la Universidad Monteávila.
Estimado Padre Ignacio Rodríguez, Vicario del Opus Dei en Venezuela.
Estimados Decanos, profesores y estudiantes de la Universidad Monteávila.
Estimados miembros del Consejo Consultivo.
Invitados e invitadas especiales.
Bienvenidos al décimo primer Consejo Consultivo de la Universidad. Es un honor recibirlos y saludarlos de parte de toda la comunidad académica de la Monteávila.
En este período lectivo estamos cumpliendo 20 de años de fundados. Han sido años de trabajo arduo que nos han permitido, poco a poco, consolidar nuestro proyecto educativo, posicionar nuestra oferta académica y afianzar nuestra propuesta formativa como contribución ciudadana al país. Han sido años de aciertos y errores que nos han ayudado a aprender y a aplicar medidas correctivas tendientes a lograr una institución universitaria de calidad, diversificada en los tres pilares del quehacer universitario, es decir, en la docencia, la investigación y los trabajos de la extensión universitaria.
En estos 20 años hemos hecho el esfuerzo para que nuestros estudiantes, profesores, egresados y en general todo el personal que labora en la Monteávila adquieran un genuino amor a la libertad, asuman el pluralismo y la inclusión como formas del hacer social y descubran el amor y la fuerza de la verdad. Y siempre se ha procurado vivir y enseñar la virtud de la cordialidad, para que la amable convivencia dentro y fuera de la Universidad sean signo distintivo de nuestro empeño constante de contribuir al bien común del país (Cfr. Jaime Nubiola, Libertad, verdad, cordialidad: el diálogo como clave de la vida universitaria).
El equipo rectoral que hace tres años asumió la dirección de la Universidad, ha trabajado en tres líneas principales de acción. En primer lugar en la revisión y actualización de los planes de estudio del pregrado. En segundo lugar, en la realización de un plan estratégico dentro de un escenario de crisis, que permita el crecimiento armónico, el desarrollo ordenado y la institucionalización necesaria de una Universidad todavía joven. Y en tercer lugar en la firma de una alianza estratégica con el Municipio El Hatillo; alianza que nos permitirá hacer realidad la vocación hatillana que nuestro decreto fundador estableció el 2 de octubre de 1998, fecha fundacional de la Universidad.
Hoy presentamos ante este Consejo Consultivo esta alianza estratégica, que permitirá el desarrollo de la sede definitiva de la Universidad Montéavila en el Municipio El Hatillo, a través de un proyecto integral que comprenda la justa y equitativa relación contractual para la dotación de obras públicas en beneficio del Municipio y la gestión y gerencia de servicios de salud, educativos, deportivos y culturales. La alianza estratégica compromete a ambas instituciones a cooperar entre sí para alcanzar los objetivos en beneficio del desarrollo social, económico y cultural del Municipio El Hatillo y se desarrollará en base a la concepción humanista e integrativa, orientada hacia la satisfacción de las necesidades de la población en forma justa, democrática y eficiente. La armonía laboral, el compañerismo, la comunicación, la cooperación y el trabajo en equipo serán los valores que inspiren la ejecución de la relación estratégica, impulsada a su vez por la justicia social, la transparencia, la equidad, la ética, la inclusión social y la responsabilidad social. Además, tanto la Universidad como el Municipio trabajarán por la preservación del medio ambiente y el aprovechamiento racional de sus recursos.
Nos proponemos un proyecto de gran envergadura. Un proyecto que superará nuestra gestión e incluso nuestras vidas. Una empresa de altísimas dimensiones que exigirá la inversión de una gran cantidad de recursos humanos, financieros, económicos y materiales y que requiere y requerirá de la cooperación del sector público y privado, del capital nacional y extranjero, y de todo el talento nacional que se anime a arrimar el hombro a esta ambiciosa iniciativa que hoy presentamos.
Somos optimistas, y creemos en la capacidad y en los recursos del país para sacar adelante un proyecto de tan grandes dimensiones. Somos optimistas, pero con un optimismo realista y con los pies puestos sobre la tierra. Conocemos y no obviamos que tendremos que lidiar, trabajar y luchar con las variables sociales, económicas y políticas del país, así como con la política universitaria que hoy rige a todo el sistema de educación superior. Antes he dicho que hemos trabajado en una planificación estratégica bajo un escenario de crisis. En dicha planificación hemos identificado nuestras fortalezas, debilidades, amenazas y oportunidades, poniendo al día nuestra misión y visión corporativa, y estableciendo los objetivos y el plan de trabajo que nos permita no solo trabajar en la construcción de la nueva sede, sino en lograr el crecimiento y desarrollo conveniente de la Universidad.
Entre los objetivos propuestos podemos mencionar,entre otros, la necesaria profesionalización de la gestión del FundRaising con vistas a lograr los fondos necesarios para la gestión ordinaria, el programa de becas, el fondo para la nueva sede y el fondo de reserva; el oportuno trabajo académico y promocional para conseguir el aumento de los alumnos de pregrado y postgrado; el mejoramiento del trabajo comunicacional en los medios de comunicación tradicionales y en las redes sociales que hoy dominan el espacio del marketing corporativo; la mejora de nuestras políticas de personal; la renovación tecnológica; la concreción de los modelos de cooperación internacional; la reapertura del Centro de Desarrollo Gerencial; la consolidación y expansión de las actividades de extensión; el diseño de la doble titulación; la actualización curricular; y la virtualización de las ofertas de post grado y extensión.
Creemos en el país. Apostamos por un cambio que tarde o temprano tiene que ocurrir. Y cuando este cambio por fin se dé, la Universidad estará presente con labor hecha y con labor por hacer. Con este proyecto la Monteávila expande lo que sabe hacer bien, es decir, educar y formar ciudadanos comprometidos con la verdad, que trabajan a favor del bien común y del perfeccionamiento de Venezuela como estado y como nación.
*Francisco Febres Corder es el rector de la Universidad Monteávila
*Betania Ibarra es estudiante de la Universidad MonteávilaÂ