Christian Hauer.-
Song of the Sea es una película belga muy peculiar, no solamente en su enfoque artístico, sino también en su sonido y animación, centrándose no en complejidad pero si en transmitir la majestuosidad de las leyendas celtas.
Song of the Sea es un filme del año 2014, dirigido por Tomm Moore y nominado a mejor película animada de ese año en los Academy Awards. La propuesta cinematográfica narra la historia de un niño llamado Ben, quien tras descubrir que su hermana menor, Saoirse, es una selkie, en leyendas irlandesas selkies son focas que se transforman en mujeres, deberá iniciar un viaje fantástico para rescatar a las hadas y salvar el mundo mágico.
En términos de animación cruda, la película no es de las más impresionantes, utilizando un estilo caricaturesco que a simple vista puede dar la impresión de que es muy plano, pero cuidando que cierta profundidad siempre estuviese presente y, lo más importante, deliberadamente haciendo que la mayor parte de los movimientos sean lentos y pausados, buscando de acentuar la grandeza de muchas de las criaturas y ambientes de la cinta.
Por otra parte, lo que en verdad brilla es la dirección de arte, el estilo de coloreado, el uso de color con un predominante azul y, en especial, las composiciones logran que las escenas siempre sean visualmente interesantes. Con un buen sentido de staging, el posicionamiento de elementos en una escena, y una geografía fácil de seguir, logran hacer que el mundo de esta película se sienta más grande que lo que los personajes principales ven.
En cuanto a dirección de sonido, no se podía esperar menos de una película cuya traducción al español seria la canción del mar, en especial con las influenzas musicales del país. Escrito por Bruno Coulais, el soundtrack establece un tema desde el comienzo de la película, siendo este la canción que más representa el ambiente del filme y que lleva el nombre de la misma: Song of the Sea. No obstante la favorita de este crítico sin duda será The Song. En cuanto a los actores de voz, todos hacen un trabajo excepcional, y si esto no hubiese sido así afectaría bastante la calidad de la cinta.
Song of the Sea es una película que puede ser disfrutada por toda la familia y que debe ser admirada por su esfuerzo en ser diferente. Este filme no sería tan efectivo sin el soundtrack que lo acompaña, siendo esto no algo negativo, sino una prueba de lo bien que funcionan estos elementos juntos. Existe una armonía muy hermosa y melancólica que acompañara al espectador, a lo largo de cada segundo de esta cinta y es por eso que no deberían de perdérsela.
Christian Hauer es estudiante de la Universidad Monteí vila