Andrea Fermín Facendo.-
El Vaticano es el Estado más pequeño del mundo pero desde hace muchos siglos sus decisiones y participaciones en la política han sido muy importantes, tanto para países europeos como para el resto del mundo. Su prestigio internacional es imponderable.
Su círculo diplomático es uno de los más importantes en el mundo. Actualmente mantiene relaciones con 180 Estados e instituciones.
Para el Vaticano la información es su mayor poder, porque están informados de todos los movimientos que se dan en la actualidad a nivel mundial. Ha tenido voz y voto en conflictos mundiales de tipo político y territorial.
Algunas participaciones fueron en la II Guerra Mundial; mediador en el conflicto por el canal de Beagle, entre Argentina y Chile; en el entendimiento entre Margaret Thatcher y Ronald Reagan; en la revolución polaca; en el acercamiento de Barack Obama y Raúl Castro, y el diálogo entre la oposición venezolana y el gobierno.
El Vaticano propugna por la defensa del hombre, pero de acuerdo con el historiador Jean-Baptiste Noé, el tema central hoy en día es la lucha contra el relativismo, que quiere no sólo eliminar la verdad, sino “borrar al hombre disolviendo su dimensión cultural y espiritual.”
“La razón de ser de una diplomacia de la Santa Sede es la búsqueda de la paz. Si la diplomacia de la Santa Sede tuvo tanto renombre y tanta aceptación en todo el mundo, en el pasado y en el presente, es precisamente porque se pone más allá de los intereses nacionales, que a veces son intereses muy particulares. Ella se pone en esta visión del bien común de la humanidad”, expresó el monseñor Pietro Parolin, actual secretario de Estado del Vaticano, en una entrevista realizada en el 2013 por la página web Catholic.net.
Al momento de participar o ser parte de una situación o evento, la Santa Sede envía representantes pontificios a organizaciones gubernamentales internacionales, con la categoría de observadores y delegados.
El Vaticano es un Estado que representa mucho más que un poder moral, representa un poder espiritual. Como tal, se convierte en un referente moral. El periodista de CNN José Levy en una oportunidad dijo que el papa Francisco “se había convertido en la conciencia mundial”.
“Ante los discursos del Vaticano, todo gobierno, por distintas corrientes ideológicas o política que tenga, siempre toman las decisiones u opiniones de la Santa Sede de manera positiva porque esta procura aspectos muy importantes de la política internacional. Como por ejemplo la justicia social y el bien común, que se tomen en cuenta la dignidad de las personas, los derechos humanos. Son aspectos que la gente sabe que son buenos para la humanidad”, explica el internacionalista Ricardo Rubio.
A nivel político internacional, el Vaticano siempre interviene al tener un representante en cada país, conocido como “nuncio apostólico”. Por ser de la Santa Sede, no es igual a los demás embajadores, porque este es quien simbólicamente preside a los demás diplomáticos en un país.
El Vaticano ha triunfado en algunas de sus últimas intervenciones políticas, como el restablecimiento de las relaciones congeladas por más de 60 años entre los Estados Unidos y Cuba, países tan antagónicos políticamente, como el comunismo y el capitalismo.
“Por medio del papa Francisco, con la ayuda de su secretario de Estado, Pietro Parolin, se lograron las gestiones de acercamiento entre estos dos gobiernos. Lo interesante es que dos gobiernos tan antagónicos hayan dicho que agradecen al papa. Esto claramente quiere decir que las gestiones fueron exitosas. A parte de eso se logró el acuerdo de paz en Colombia, donde el Vaticano tuvo una participación activa desde hace muchos años”, señaló Rubio.
El internacionalista también hizo mención al momento histórico cuando el Vaticano intervino en el conflicto del Beagle en el año 1978 entre Argentina y Chile.
El embajador de Chile ante la Santa Sede, Pablo Cabrera, en una misa de la comunidad chilena en Roma en el año 2008, destacó «la importancia de la intervención diplomática de la Santa Sede 30 años atrás para alcanzar la tan anhelada paz entre dos pueblos hermanos».
Su objetivo principal seguirá, y las decisiones del papa Francisco muestran el compromiso de la Iglesia por la paz mundial, justicia social y la unión de la humanidad.
* Andrea Fermín Facendo es estudiante de Comunicación Social de la UMA.
Muy bueno Andrea!