«No tengo problemas con el agua»: vivir en el paraí­so

Los problemas en los servicios básicos afectan a toda la población, Caracas por ser la capital no es la excepción. En la tercera entrega del e-book Cuestión de dignidad conoce las vivencias de los habitantes del barrio La Cruz, de Chacao, quienes aseguran no tener problemas con el agua, a pesar del color panela y de subsistir gracias a un pozo cercano.

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Las fallas en el servicio de agua constituyen una violación a los derechos humanos. Foto: Cortesí­a

Diego Garcí­a.-

«Yo no tengo problemas de agua. La noche anterior siempre lleno dos potes grandes para usarlos durante el dí­a”, dice Luly a quien no le llega el agua desde hace 18 dí­as.

“Acá estamos viviendo en el paraí­so”, con toda la seguridad y confianza del mundo, así­ es como un residente del barrio La Cruz, de Chacao, define su vida en este sector caraqueño.

Un viernes a las 4 de la tarde, caminando por el arco que da la bienvenida al barrio, se respira tranquilidad y hermandad. Desde niños jugando a la pelota entre los callejones, hasta adultos compartiendo unas cervezas a las afueras de los pequeños establecimientos.

“No importa que no seas del barrio, esta zona es muy segura”, así­ es como te reciben .

“Acá no tenemos problemas con el agua. Lo que pasa es que el agua de la llave parece panela y, por eso, la gente viene para acá a llenar sus potes. La que estoy sirviendo es de manantial”, asegura el responsable del suministro de agua vecinal “Carlos Soublette”, pozo inaugurado en septiembre de 2020.

En un estudio publicado en enero de este año, por el Observatorio Venezolano de Servicios Públicos (OVSP), se determinó que en Caracas el 71.8% de la población recibe el agua con algún tipo de coloración y 35,8% de los caraqueños con algún olor. 

El sábado a las 11:00 AM, con un short y unas botas de baloncesto, se encuentra un niño, de unos 12 años, junto con su hermano que acaba de salir del gimnasio vertical de Chacao, luego de jugar varias partidas, ambos agarran dos garrafas y se dirigen al pozo vecinal. Deben llegar a su casa con los potes llenos después de jugar.

Desde niños a adultos mayores, personas de todas las generaciones, dedican una parte de su fin de semana para caminar con sus carretillas y bidones hacia el grifo que tienen en común los residentes.

No hay problemas de agua”, es lo que repiten al momento que se observan varios camiones cisternas recorriendo el sector.

Justo a las 11:30 AM, cerca del gimnasio, llega el camión. “Tenemos que venir de lunes a sábado a repartir el agua en todo el municipio Chacao”, afirma el conductor.

“Las personas que la consumen no tienen que pagarla. Justo antes de arrancar, el conductor dice: “Así­ ayudamos a las personas. Todo esto es parte de la alcaldí­a”. Agua gratis para la gente con la cara de Gustavo Duque.

El principal problema en materia de servicios públicos es el agua”, reconoció el alcalde en el discurso de inauguración del pozo de agua número 20 en Chacao, en marzo del 2022. Pero la gente dice: “Acá no hay problemas con el agua”.

Hasta la fecha, ya son 23 pozos de agua los que se han perforado en el municipio, desde mayo de 2020, que se inauguró el primero. Y para 2021, Chacao ya estaba en un 80% sustentable, sin la necesidad de Hidrocapital, con agua proveniente de los pozos profundos, así­ lo afirma Gustavo Duque mientras inauguraba otro pozo.

¿Son los pozos de agua una solución? Por lo menos hacen que algunas personas digan: “Acá no hay problemas con el agua”.

El ingeniero Civil y fundador de la Asociación Integral de Polí­ticas Públicas, Eduardo Páez Pumar, en una entrevista para Efecto Cocuyo, segura que los pozos no pueden ser una solución a la problemática del agua.

“El agua de estos pozos pudiera no ser potable, porque si hay filtraciones de aguas servidas que contaminen determinado acuí­fero en un lugar, entonces no puede ingerirse”.

En el barrio mientras más arriba te encuentres menos agua te llega. A las personas que viven en las partes altas del barrio no les llega y a los que viven en las zonas bajas les llega color panela.

Son las 12:00 PM y siguen llegando más personas con sus potes y carretillas al pozo. Avanza la cola y Mireya, de unos 60 años, arrastra dos grandes garrafas. La mujer rompe el coro de la mañana: “Acá sí­ hay problemas con el agua”.

“Sale una lagrimita”, así­ describe la mujer el caudal de lí­quido que sale al abrir el grifo de la casa de su mamá, quien vive en una de las partes altas del barrio.

La vecina denuncia que la bomba no tiene la suficiente fuerza para hacer que el agua llegue hasta las casas que se encuentran en las zonas altas. Asegura que las tuberí­as están tapadas.

“El agua llega hasta la mitad del barrio, cuando los de abajo prenden las bombas sufrimos los de arriba porque no nos llega”.

Ya van más de dos semanas y no le llega agua a la mamá de Mireya. Ella y su hermana tienen que venir todos los dí­as a recargar para después llevársela, ya que la señora no se encuentra en condiciones para cargar el peso de los potes.

Según CCS City 450, el barrio se ubica en la urbanización Bello Campo, sobre la ribera de una quebrada embaulada. “Su única ví­a de comunicación es a través de la Avenida José Félix Sosa, la cual se aproxima al único acceso del barrio, definido por un arco y conformado por una pequeña plazoleta delimitada por las fachadas de las viviendas”.

Según esta web, para el año 2019, contaba con 3725 habitantes, 70% de la población con edades comprendidas entre 15 y 50 años.

“Mi mamá está enferma y su casa está todo el tiempo con la ropa y los corotos sucios. Mi hermana y yo tenemos que ayudarla”.

– ¿Cuándo fue la última vez que tuvo agua de forma regular?

– No lo recuerdo.

Según el  Observatorio Social Humanitario el 80% de los venezolanos no cuenta con un suministro regular de agua potable y sólo tres de cada diez hogares tuvieron agua continua y de calidad en el 2022.

Justo a un lado de la entrada del barrio, se encuentra el puesto de helados Luly Cream. Una sombrilla pegada al refrigerador, una pancarta con los productos que vende y una silla es el puesto en donde Luly viene de lunes a sábados para vender helado de arequipe, de choco-fresa, de coco, de ron con pasas y muchos más sabores.

La alcaldí­a de Chacao ha inaugurado varios pozos de agua en el municipio para paliar la crisis del servicio

Luly todos los dí­as carga en su carretilla dos potes de agua. Para ella eso es lo más normal del mundo, cientos en el barrio hacen lo mismo. “Yo no tengo problemas de agua. La noche anterior siempre lleno dos potes grandes para usarlos durante el dí­a”.

El informe de marzo 2023 del OVSP evidenció que en Venezuela 90,7% de los encuestados almacena agua en sus casas, y en Caracas asciende esta cifra a un 91,4%, situándose en la posición número seis de las ciudades que más almacenan agua.

Todos los dí­as, Luly se levanta a las 6:00 AM, usando el agua que recolectó el dí­a anterior, lava los platos y prepara el desayuno y el almuerzo de sus hijas, las acompaña hasta el colegio, y comienza a vender helados de 9:00 AM a 8:00 PM.

La mujer, de unos 30 años, hace dos pausas en su jornada laboral. La primera es al mediodí­a para almorzar, y la segunda, antes de la 6:00 PM, para recargar sus potes que tiene que llevar a la casa, a esa hora cierra el pozo vecinal.

Como paso todo el dí­a trabajando, no me veo tan afectada con el tema del agua”, dice Luly, quien viene a trabajar con una carretilla y dos potes grandes porque hace 18 dí­as no le llega el agua.

*Diego Garcí­a es estudiante de la Universidad Monteávila

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