Francelis Carupe.-
En los últimos años la libertad de expresión en Venezuela ha sufrido un declive. Cierre de televisoras, radios y medios impresos; agresión a los periodistas; falta de papel periódico y censura son algunas de las situaciones con la que se enfrentan los profesionales de la comunicación, que además deben afrontar un progresivo incremento de la “hegemonía comunicacional”.
En entrevista con Pluma, Marcelino Bisbal, director de Estudios de Posgrado en Comunicación Social de la Universidad Católica Andrés Bello, señaló que la hegemonía comunicacional es un término que fue popularizado en el año 2004, cuando Andrés Izarra estuvo al frente del Ministerio de Comunicación e Información.
“El gobierno nacional ha establecido mecanismos de censura y de autocensura. Hace que la cantidad de medios con los que todavía cuenta el sector privado tenga miedo de que le quiten la concesión, de que le cierren el medio, o que no les otorguen el papel requerido”, destacó.
En el 2004 el Estado tenía tres medios de comunicación: Venezolana de Televisión (VTV), Radio Nacional de Venezuela (RNV) y la Agencia Venezolana de Noticias (AVN). Bisbal resaltó que, en ese momento, el gobierno sintió la necesidad de “contrarrestar de alguna manera el rol político que jugaban los medios y así empiezan a crear medios de comunicación”.
A la muerte del presidente Hugo Chávez, el 5 de marzo del año 2013, ya el Ejecutivo contaba con siete canales de televisión y dos satélites de telecomunicaciones en órbita. Con Nicolás Maduro en el poder el número de televisoras, según apuntó el comunicólogo, pasó a diecisiete. “La cifra de emisoras de radio se pierde. El número de periódicos lo lleva de dos a nueve, alguno de ellos son Ciudad Valencia, Ciudad Petare, Ciudad Mérida, Ciudad Ojeda, entre otros”, agregó.
El profesor enfatizó que estos medios han crecido a partir del sector gubernamental. “Son adeptos de alguna manera a este proceso político, no son independientes en términos de contenidos. No hay más que leer el Correo del Orinoco todos los días: no hay secuestros, escasez ni asesinatos”, indicó.
Resaltó que el gobierno del presidente Maduro creó una empresa que se llama Complejo Editorial Maneiro, que es la encargada de monopolizar la comercialización de papel en el país.
“Cualquier medio de comunicación que necesite papel para sus ediciones, tiene que pasar por este filtro. Hoy día, según los informes del Instituto de Prensa y Sociedad (IPYS) o Espacio Público, ya se habla de 42 periódicos que han tenido que cerrar su edición impresa y han tenido que pasar a edición digital porque son periódicos críticos”, comentó.
Bisbal subrayó que, como consecuencia de la censura, la autocensura y el cierre de medios o ventas a grupos afectos al oficialismo, hoy en día muchas personas no saben lo que realmente sucede en el ámbito de la vida pública
“Como comunicador o periodista me siento desinformado. Antes yo podía completar información entre un periódico y otro, hoy en día no. A veces si estás fuera del país estás mucho más enterado de lo que sucede en Venezuela que nosotros mismos”.
Periodismo mermado
El comunicólogo lamentó que hoy el ejercicio periodístico esté tan mermado. “A los periodistas se les golpea, se les roba las cámaras, los equipos, se les agrede físicamente y se les censura”, apuntó.
Explicó que en los últimos años el gobierno ha transformado a la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel) en un ente político. “Hoy día a través de este organismo se está haciendo espionaje, no solamente telefónico sino también espionaje a través de las redes sociales”, aseguró.
Enfatizó que muchos de los comunicadores críticos hoy forman parte de los portales digitales y no todos los sectores de la sociedad tienen acceso a internet. El investigador precisó que la mitad del país está desinformado.
“El acceso a la información está más que limitado, las cifras oficiales que da el gobierno no es real, eso está manipulado”, señaló. Aseguró que el periodista tiene que valerse de otras fuentes para dar cifras lo más cercano posible a la realidad, porque el gobierno no las ofrece.
La libertad de expresión y el tema de los comunicadores sociales siempre han estado en conflicto con el gobierno, nunca se han llevado bien. El profesor universitario enfatizó que “el periodismo intenta poner en evidencia cómo se maneja el poder. Por supuesto que al poder no le va a gustar, ya sea un poder económico, político, religioso. Sin embargo, hay matices. En la mal llamada cuarta república a los periodistas no les caía a golpe la Guardia Nacional o el Ejército, tampoco le robaban las cámaras, los equipos. Pero por supuesto algún gobierno decía: miren, no me gusta eso”, aseveró.
“No es bueno que el gobierno y la prensa se lleven bien. No es bueno porque el periodista siempre es impertinente”, añadió.
Bisbal afirmó que en el país no había existido un nivel tan alto de censura y de amenazas a los medios de comunicación. Indicó que actualmente se ha utilizado mecanismos muy sutiles que han hecho que la libertad de expresión sea muy limitada y reducida.
El comunicólogo concluyó con la metáfora escrita por el periodista Ryszard Kapuscinski para referirse al ejercicio del comunicador social: “el trabajo de los periodistas no consiste en pisar las cucarachas, sino en prender la luz para que la gente vea cómo las cucarachas corren a ocultarse”.
* Francelis Carupe es estudiante de Comunicación Social.
* Cristina Ortiz es estudiante de Comunicación Social.